Análisis de Octopath Traveler II, un más y mejor en toda regla

Acquire y Square Enix eran conscientes del diamante en bruto que tenían, y aunque la primera entrega ya fue bien recibida, Octopath Traveler II presume de ser ampliamente superior. Te contamos todo lo que debes saber de uno de los mejores JRPG de 2023.

Ocho historias que contar

Una vez más, tenemos ocho historias diferentes que se entrelazan conforme avanzamos. Ocho personajes sin relación entre sí, que poco a poco se van viendo obligados a entenderse y luchar por el bien común. La conclusión a la que llegamos es la punta del iceberg y los caminos convergen en un objetivo claro, peor mucho antes de que eso suceda, tenemos una serie de historias realmente buenas por vivir.

  • Ochette – Cazadora
  • Throné – Ladrona
  • Osvald – Erudito
  • Castti – Apotecaria
  • Agnea – Bailarina
  • Temenos – Clérigo
  • Partitio – Mercader
  • Hikari – Guerrero

Estos son los ocho personajes disponibles junto a sus trabajos específicos. Octopath Traveler II nos permite, del mismo modo que su antecesor, comenzar por cualquiera de ellos, ya que no existe un orden, más allá del formato capitular que nos obliga a progresar con todos mientras alcanzamos el nivel necesario para dar el siguiente paso en uno que previamente hayamos elegido para el primer episodio.

En la primera entrega había algunos realmente bien escritos, cuyas historias nos dejaron la sensación de haber disfrutado de un gran viaje, mientras que otros eran más grises y estaban un tanto desaprovechados. Y ahora, por suerte, pocos peros hay que ponerle a la secuela, porque estamos seguros de que todas las historias te van a cautivar de inicio a fin. Algunas son realmente maravillosas, pues tocan ciertos temas sensibles (esclavismo, prostitución…) con sumo acierto y sin precipitarse. Octopath Traveler II es un gran juego por muchas cosas, pero solo podía ser un gran JRPG con una gran faceta narrativa.

Los mejores combates que hemos visto en mucho tiempo

El juego de 2018 ya puso sobre la mesa un sistema de combate espectacular, pero es que si tuviésemos que valorar Octopath Traveler II única y exclusivamente por las peleas, estaríamos obligado a darle un 10. Se mantiene el interesante sistema de rupturas que nos obliga a valorar las capas de defensa del rival y estudiar sus debilidades, ya que cada uno es vulnerable a uno o varios tipo de ataque concreto (espadas, dagas, luz, oscuridad, arco…). Si el enemigo presenta un valor de 3, quedará aturdido si asestamos ese número de golpes con un elemento efectivo contra él.

Por supuesto, la gracia del sistema está en los límites; acciones extra que se acumulan en cada turno en el que decidimos ahorrárnosla, hasta un total de 5. Si calculamos bien las capas de escudo de nuestro oponente y lanzamos ataques con multiplicador podemos causar auténticos estragos en los enemigos, llegando a asestar golpes cuyas cifras de daño se cuentan por millares. Las primeras peleas son muy sencillas y el juego se toma su tiempo en explicarnos todo lo que debemos saber, pero conforme avanzamos y encontramos enemigos poderosos —mención especial a los jefes finales—, el sistema de combate muestra todas sus cartas y la experiencia es realmente fantástica.

También se mantiene el sistema de progreso y los trabajos: cada personaje tiene uno prefijado, pero hay otros secundarios que pueden aprender, siempre y cuando encontremos el lugar en el que se ubica el mentor o superemos la misión que les permita utilizarlos. Algunos no presentan muchos problemas, pero en el caso de otros es realmente vital explorar hasta el último centímetro de cada escenario. Por supuesto, tampoco se han olvidado de las habilidades exclusivas de cada trabajo y la mecánica para aprenderlas es igual que en la primera entrega.

Algo que nos ha sorprendido mucho en Octopath Traveler II es la importancia que tiene el ciclo horario, ya que si bien es cierto que el tiempo fluye como en la vida real, podemos alternar entre el día y la noche con el gatillo derecho, cambiando de forma inmediata. Esto no solo es un gran añadido a la hora de explorar, sino que impacta directamente en el sistema de combate. Por ejemplo, Throné, la ladrona, es mucho más poderosa cuando cae la noche, ya que entra a la batalla recibiendo varios beneficios durante un par de turnos. Se pueden hacer muchas combinaciones ya que no es el único personaje cuyas aptitudes varían en función del momento del día.

Más y mejor

Si tanto la faceta narrativa como el sistema de combate se han visto mejorados, el resto de apartados del juego no se quedan atrás, y las mecánicas de exploración son las principales beneficiadas del salto de calidad que ha protagonizado el estudio. Hemos comentado la influencia que tiene el ciclo horario a la hora de luchar, algo que también es muy importante en lo que al desarrollo de las misiones se refiere.

Por un lado tenemos las habilidades especiales de cada personaje, que cambian por completo en función de si jugamos durante el día o cuando cae el ocaso. Por ejemplo, hay algunos que solo pueden robar de día, mientras que por la noche nos permiten dejar inconscientes a casi cualquier habitante de las ciudades, algo que podemos hacer para apartarlos de nuestro camino y acceder a lugares ocultos.

Por otro, en lo que a la aparición de las misiones y los requisitos para completarlas respecta sucede exactamente lo mismo: algunas solo podemos aceptarlas durante el día, pero es posible que los objetivos solo estén disponibles durante la noche. Por ejemplo, en una de ellas sabíamos que nuestra meta era derrotar a un ladrón para recuperar un objeto robado. No encontrábamos su ubicación, hasta que decidimos avanzar el tiempo y ahí estaba, calentándose en una hoguera junto a unas ruinas.

Eso, unido a la mayor profundidad que presentan los escenarios, da lugar a que la exploración sea mucho más satisfactoria en Octopath Traveler II que en la primera entrega. Hay una infinidad de ubicaciones y muchas de ellas son secretas, por lo que es fundamental dar cada paso con los ojos bien abiertos. Además, la apuesta por explorar en barco a través de diversas fuentes de agua (ríos, lagos…) aporta una mayor sensación de aventura. Si quieres encontrarlo todo, vas a necesitar un buen puñado de horas.

Un JRPG imprescindible

A menudo tendemos a pensar que el continuismo es algo negativo, pero son pocas las veces que nos paramos a valorar que también puede ser algo muy positivo. La primera entrega funcionaba bien, pero estaba lastrada por algunas pequeñas decisiones. Sin embargo, Octopath Traveler II subsana la gran mayoría de ellas, eleva las cotas de ambición y nos ofrece un título mucho más sólido y equilibrado, al que pocos problemas se le pueden achacar. Sus ocho historias son ocho buenas razones para jugarlo, y el maravilloso sistema de combate pone, una vez más, el broche de oro a un fantástico JRPG. [90]

  1. OMG!.Que buena noticia cuando la secuela es un más y mejor.Por lo visto esta saga puede extenderse indefinidamente,y que importa de tomen su tiempo entre cada entrega si van puliendo su trabajo . Anotado en mi lista de imprescindibles este año.🙂

  2. Pues a mí me está gustando, pero es muy continuista, y me sigue pareciendo muy mal como se hilan las historias, padece lo mismo que el primero. Eso sí, el combate sigue siendo de lo mejorcito.

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