Soy un declarado fan de los mechas en sus diferentes vertientes videojueguiles desde mi primer descubrimiento por casualidad de front mission 3 en psx, más tarde disfruté como un enano exprimiendo la olvidada saga de PC Mechwarrior, y su sublime cuarta entrega vengeance, y he coqueteado con la saga Armored Core, aunque la verdad los tengo pendientes.
Este Steel Batalion no estaba entre mis conocidos, mas allá de oidas de la epoca de Xbox, y de su bestial controlador, pero tenia ganas de retomar el género y esta era la oportunidad. La ecuación Franquicia Hardcore + From Software + Capcom parecía la adecuada para resolver la incógnita de Kinect largamente planteada, pero lo diré sin paños calientes: hace más mal que bien. Steel Battalion: Heavy Armor pretende ser fiel a la saga a la que nutre con éste episodio,batallas entre imponentes mechas en escenarios variados, cambiando únicamente el tradicional e imponente controlador de más de 40 botones por una combinación del controlador de Xbox 360 con el reconocimiento de Kinect.
Pero la fórmula falla estrepitosamente haciendo a nuestra Vertical Tank poco menos que inmanejable. La primera vez que nos situamos en nuestra cabina, perfectamente recreada y detallada, con otros dos pilotos con los que hablar y coordinarnos, nos asaltan las ganas de empezar a tocar botones, palancas y demas, y una sensación de inmersión nos embarga. Estirar un brazo para accionar motores, llevar las dos manos hacia delante para asomarnos al visor o levantarnos para echar un vistazo desde la escotilla suponen situaciones innovadoras y valientes en un videojuego.
Sin embargo en cuanto nuestras manos empiezan a moverse la inmersión se transforma en frustración, comandos no reconocidos, imprecisos, que no llegan a culminar en la orden que esperas transmitir, y es que la operación más simple puede convertirse en un vaivén de gestos en el aire y tendremos que encomendarnos a la prueba y error. Si ésto en la primera toma de contacto y los tutoriales se vuelve un problema, en las batallas reales se vuelve imperdonable. El juego llega localizado al castellano,aunque solo con subtítulos mientras que las voces se quedan en la lengua de Shakespeare. Se agradece, aunque sabe a poco cuando en mitad de una batalla tienes que ocuparte de los tanques bípedos enemigos, el aleatorio sistema de detección de Kinect y leer qué te están diciendo el resto de ocupantes de la cabina.
Se nota el esfuerzo de From Software en mostrar un apartado técnico solvente, unos escenarios variados aunque un poco limitados, pasando por desiertos, playas, ciudades, etc.., un apartado sonoro con bastante empaque bélico ( disparos, explosiones, el sonido de nuestros tanques,..), y un trasfondo argumental interesante que nos llevará a un futuro no muy lejano marcado por la guerra, donde la electrónica ha desaparecido.
Pero todo ese buen hacer se tira por la borda por lo ya comentado, y a no ser que tengas un interés irreflenable por la temática y por quitarle el polvo a tu Kinect, no le dedicaras mucho tiempo. La mayor baza de éste Heavy Armor ha sido su talón de Aquiles y la losa que lo ha enterrado en la mediocridad, quizás en parte por las limitaciones de Kinect pero indudablemente por una mala implementación. [40]