Tras la presentación en vivo que vimos en el IEM de Katowice teníamos muchas ganas de probar los nuevos equipos Predator de Acer. Hoy os traemos uno de esos equipos, una auténtica bestia para el gaming y la producción. Le decimos hola al Predator Helios Neo 16 AI.
Predator Helios Neo 16 AI, una bestia en hardware
Y es que este portátil es una de las máquinas más potentes que han pasado por el taller de AKB. Estamos hablando de un portátil con un Core Ultra 9 de 24 núcleos (8P+16E), con 32 GB de ram DDR5, con un M.2 de 2TB en raid y una NVIDIA RTX 5070ti de 12 GB con un TDP de 170W. Esto en las tripas de la bestia, pero además está acompañado de una pantalla OLED WQXGA de 240Hz a 1ms. Todo esto convierte a este Predator Helios Neo 16 AI en una de las bestias del gaming portátil actual.
El diseño del equipo es el genérico que llevamos viendo desde hace un par de años en la serie Helios. Acer es capaz de conseguir un diseño estilizado a pesar de los componentes. Aunque quizá tendrían que darle una vuelta al sistema de refrigeración, que hablaremos en un apartado a parte.
El equipo pesa un poco más de dos kilos y medio (más el peso de la fuente de alimentación), algo pesado si lo vamos a llevar a todos los lados en la mochila. Lo mejor es que este peso se debe a la construcción, con una tapa superior realizada en aluminio y una zona inferior en plástico duro. Como en todos los equipos que utilizan estos materiales la grasa de tus dedos son el peor enemigo.
Me ha encantado que la pantalla de la gama Helios casi ocupa toda la parte superior, sin apenas bisel lateral y un poco más en la parte inferior y en la superior, para incorporar la cámara web 1080p.
En la parte del teclado Acer consigue incluir un teclado completo en un portátil de 16″ bastante pequeño, con teclas amplias, cómodas para trabajar y con una respuesta a la altura. No es un teclado mecánico, pero sería el siguiente paso en la gama Helios que lo subiría un peldaño más. En su momento se eliminaron las esquinas en ángulo para pasar a un modelo redondeado que agradecerán tus muñecas. Por supuesto, como buen producto gaming, el teclado es RGB retroiluminado por zonas, en este caso cuatro diferenciadas.
El trackpad es enorme, por lo que la navegación sin ratón es sencilla y cómoda.
La conectividad, un aspecto a mejorar en los nuevos portátiles
Estamos viendo que muchas marcas optan por incluir cada vez menos puertos. Acer sigue manteniendo un esquema común en este sentido. En los laterales un mínimo de tres puertos USB, mantener el RJ-45, puerto de auriculares combinado y lugar para tarjetas MicroSD. La ranura Kensington no puede faltar. Todos los puertos están en la zona media inferior del lateral, dejando toda la parte superior para el sistema de refrigeración.
En la parte trasera tenemos el conector de entrada de corriente, dos puertos USB-C con capacidad de carga y salida Thunderbolt 4 y un puerto HDMI 2.1 que llega a 4K 120Hz u 8K 60Hz si tenemos un buen monitor en casa.
En lo que no vemos, el Predator Helios Neo 16 AI lleva una tarjeta wireless Killer Wi-Fi 6E 1675i con capacidad 2,4Ghz, 5Ghz y 6Ghz. Cuenta con BT 5.4 por lo que es compatible con los mejores auriculares inalámbricos del mercado.
Potencia máxima con una pantalla a la altura
Cuando asistimos a la presentación ya vimos que uno de los mayores saltos de esta nueva generación de portátiles de Acer era la pantalla. No sabéis lo bien que se ven las pantallas OLED y el contraste que tienen en los juegos. Es realmente increíble.
El Predator Helios Neo 16 AI destaca por la gran calidad de imagen de su pantalla OLED. Sus colores son muy vivos y precisos, ya que cubre por completo los principales estándares de color usados en cine, fotografía y diseño. Esto significa que todo se ve tal como debería, sin tonos apagados ni saturaciones extrañas.
El brillo es alto, tanto en modo normal como en HDR, y los negros son profundos gracias a la tecnología del panel OLEP, lo que da una excelente sensación de contraste. Además, la uniformidad del brillo y los colores es muy buena, así que no hay zonas más claras o más oscuras que otras.
En cuanto a la precisión del color, el portátil llega bastante bien ajustado de fábrica, y con una pequeña calibración puede alcanzar un nivel casi perfecto, ideal para quien trabaja con imagen o vídeo. También se comporta muy bien en escenas oscuras, mostrando detalles que otros monitores tienden a perder.
Sin embargo, no todo es perfecto en este equipo. La pantalla usa un sistema de parpadeo para regular el brillo (PWM), que puede causar cansancio visual tras muchas horas frente al equipo. Aun así, incluye un modo “Health-Guard” que reduce la luz azul para cuidar la vista sin alterar mucho los colores. No sé si es por mi fatiga visual, pero es cierto que tuve que utilizar este modo cuando había poca luz en la habitación.
El punto más débil es su alta reflectancia o efecto espejo, lo que provoca molestos reflejos si hay mucha luz ambiental. Entiendo que las pantallas glossy son más vistosas que las mate, pero para trabajar o jugar muchas horas se agradecen muchos las pantallas antireflejos.
Las pegas
Este es un análisis que tenía que haber salido en una semana y nos tomó casi tres por culpa de los problemas que nos dieron los drivers de NVIDIA. Mágicamente desaparecían los drivers, teníamos que reinstalar, limpiar, y sin ellos bien instalados el equipo se disparaba de temperaturas en los test.
Una vez solucionado todo el entuerto, en el que nos fue imposible utilizar los últimos drivers de NVIDIA y poder testear Battlefield 6 con este equipo, pudimos comprobar que las temperaturas, aunque altas, no eran tan peligrosas. Aun así, entiendo que un diseño de componentes como estos genera mucha temperatura, pero creo que llegar a más de 90 grados jugando con el teclado del propio portátil no es cómodo.
Si la carga el ligera, cuando estamos programando por ejemplo, el equipo no pasa de los 55 grados, una temperatura normal en los Intel. Pero en algunos picos de trabajo extremo podemos llegar a ver picos de más de 90 grados que son peligrosos para los componentes y creo, bajo mi punto de vista, que hemos llegado a un extremo en el que o volvemos a los portátiles más gorditos y metemos una refrigeración top, o a la larga tendremos problemas de duración de componentes.
Si la temperatura es constante los componentes sufren menos, pero en este caso, al ser un equipo con múltiples funciones, tan extremas entre ellas como ver vídeos o jugar a lo más top del mercado, esas variaciones de grados en tan poco tiempo hacen que los componentes sufran más de lo necesario. Entiendo que los componentes y soldaduras están testeados al extremo para dar la mayor duración y confiamos en eso.
Para refrigerar todo el equipo Acer ha utilizado el nuevo sistema con ventiladores AeroBlade™ 3D de 5.ª generación, pasta térmica de metal líquido. El equipo en altas cargas es terriblemente ruidoso y es capaz de mantener el café caliente si lo dejas al lado de uno de las salidas laterales. Esto último es broma, pero ojo que sale muy caliente.
Otra de las pegas que vienen aparejadas al hardware es la duración de la batería. Con una carga completa, la batería del Predator Helios Neo 16 AI llega a las cuatro horas y media aproximadamente. Y eso utilizando el modo eco del equipo.
Conclusiones
Terminamos este análisis con una sensación agridulce. Los problemas técnicos se solucionan, como ha sido el caso, pero cuando ves que tienes delante tuya un equipo son semejantes características y no termina de convencerte por temas como los que hemos hablado: el efecto espejo de la pantalla, la temperatura o el sonido de su sistema de refrigeración. Te quedas pensando en que podría haber sido el equipo perfecto y se queda rozando el notable. Nota: 75

