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Análisis Dishonored: Death of the Outsider para Xbox One

Dishonored

Para sorpresa de muchos, Bethesda anunció un nuevo juego de la serie Dishonored durante el E3 2017 y fue más la sorpresa cuando se dijo que dicho título sería lanzado en 2017 y que su nombre sería Death of the Outsider, culminando así la historia que todos conocemos.

Cerrando un ciclo

Si algo debo de aplaudir a Dishonored: Death of the Outsider es su historia. Billie Lurk deja de lado el personaje que encarnó en la segunda entrega de la serie para volver a ser la mano derecha de Daud, su mentor, el puñal de Dunwall, ese que desató todos los acontecimientos de estos juegos y que tiene una misión final para la protagonista, acabar con el Forastero.

La tarea no es para nada fácil, ya que alrededor de esta misteriosa figura se encuentran varios personajes que no solo lo quieren con vida, sino que también desean conocer los secretos del vacío y alcanzar la inmortalidad. Para mi sorpresa, el Forastero no está en contra de nuestro cometido y por el contrario, nos ofrece todas las herramientas posibles para encontrarlo y acabar con el.

Al final, muera o no el Forastero, queda algo muy claro, Dishonored tal y como lo conocemos va a cambiar y el destino de este personaje será lo que va a desencadenar los sucesos de una muy probable tercera entrega.

El juego aún conserva su estilo

Estamos frente a un juego de la serie Dishonored y por ello se respeta todo lo que conocemos. Las misiones se pueden llevar a cabo de la forma que nosotros queramos, ya sea con sigilo, acción o una mezcla de ambas. De igual manera el estilo neo punk se mantiene en los escenarios, los personajes e incluso en elementos a veces olvidados, como los indicadores de salud y las opciones del menú. Todo un deleite para la vista.

Tampoco nos podemos olvidar de la parte sobrenatural de la historia. Billie Lurk cuenta también con poderes del vacío, siendo para mí el más importante, uno llamado Presagio, el cual permite detener el tiempo y movernos como fantasma para visualizar el escenario, ubicando así enemigos y objetos, los cuales podemos marcar y así armar nuestra estrategia de ataque.

Los talismanes de hueso también están de vuelta, permitiéndonos mejorar las habilidades de Billie y así poder superar los diferentes retos que suponen los enemigos que se encuentran a lo largo y ancho de la ciudad. Claro que en ese aspecto, la creación de talismanes no me pareció una muy buena opción, al final se convierte en una alternativa para juntar varios talismanes y ahorrar espacio en el inventario.

El escenario, otro de los protagonistas

A pesar de regresar a Karnaca, en Dishonored: Death of the Outsider nos encontramos nuevamente con un escenario vivo, distinto, donde todo transcurre dentro de la cotidianidad y que gracias a su diseño podemos descubrirlo de la forma que mejor nos parezca, ya sea desde sus tejados, sus alcantarillas o sus vigiladas calles.

Lo que sí me pareció un desatino es que el juego no respeta las decisiones que hemos tomado. En una ocasión, un personaje que asesiné, después sale en el periódico como si hubiera sido arrestado por la policía, algo que no debería suceder ya que se encontraba muerto. Una lastima, ya que el respetar las decisiones del jugador es marca de la casa.

Libertad un poco restringida

Como lo mencionaba anteriormente, podemos jugar a Dishonored: Death of the Outsider de la manera que más nos guste, sin embargo, hay algo que a mi parecer corta esa libertad. Cuando se termina una misión, se evalúa el desempeño del jugador y esos indicadores apuntan siempre a superar los niveles con un alto grado de sigilo. Es decir, si decidimos jugar más orientados a la acción, es como si no estuviéramos jugando de la manera adecuada, algo que va en contra de la filosofía de estos juegos.

De igual manera pienso que el hecho de estar tan enfocados en matar al Forastero, hace que el título se vuelva algo lineal, lo único que lo salva de ser así son sus contratos y la necesidad de realizarlos, si es que queremos conocer un poco más la historia de todos estos personajes que habitan en Karnaca.

Más de lo mismo, pero a mi no me aburre

Es claro que Dishonored: Death of the Outsider bebe bastante de la segunda entrega de la serie, sin embargo, su estilo de juego es tan interesante y libre, que por lo menos a mi no me aburre, además por la protagonista, la cual no tiene los mismos poderes que Corvo o Emily, lo que demuestra que la historia puede continuar sin importar los personajes.

Billie Lurk se presenta como una asesina, capaz de aprovechar de la mejor manera los poderes del vacío e incluso ejecutando mejor este tipo de acciones, no por nada era la mano derecha de Daud. Por eso digo que a pesar de ser más de lo mismo, no se siente para nada aburrido.

Conclusión

No sabría decir si Dishonored: Death of the Outsider es una secuela de Dishonored 2 o una precuela de la tercera entrega, ya que su historia parte en dos ese universo que ya venía desarrollándose, a tal punto que la misma Billie Lurk deja claro que las cosas ya no serán como antes.

Lo que sí puedo decir es que es una gran título. A pesar de ser una expansión de la segunda entrega, su duración es considerable, la jugabilidad, escenarios y personajes siguen intactos y generando la misma satisfacción de entregas anteriores. Puede llegar a ser un poco lineal, pero como lo decía, eso depende de nosotros y de que tanto queremos conocer esa historia que se nos está presentando. El título se presenta como un cierre de ciclo magistral para una aventura que si o si debe continuar, ojalá eso esté en los planes de Arkane Studios.[85]

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