Llegan los meses finales del año, una época donde las grandes compañías tratarán de captar la atención del mayor número de usuarios en pos de mejorar todo lo posible las cifras de ventas y hacer de su consola en cuestión aún más exitosa. En el caso que nos concierne, Nintendo 3DS, poco podemos reprocharle a su variado catálogo. Una de esas obras que se resistía a salir del País del Sol Naciente ya está aquí.
Level-5, solo con pronunciar ese nombre se me esboza una sonrisa en la cara. Este estudio procedente de Fukuoka siempre ha destacado en el género de los RPG, apostando por mecánicas de progresión que no distan demasiado de la mayoría pero que sí marca la diferencia en algunos aspectos que con el paso de las horas acaban resultando brillantes por su manera de ejecutarse o por las combinaciones tan alocadas como imaginables que finalmente terminan cobrando sentido. ¿Una aventura de rol donde sean las armas las que suban de nivel y desaparezcan pudiendo ser derrotadas? Hecho: Dark Cloud; ¿Fútbol con un enorme componente argumental, empañado por una estética infantil, capaz de atraer a todo tipo de público y un sistema de juego estratégico y profundo? Póngame una de Inazuma Eleven, caballero; ¿Una aventura capaz de recoger todo lo mejor de Pokémon, sacando además partido al hardware donde se ejecuta sumado de nuevo a una historia convincente y un estilo visual llamativo? Entonces estamos buscando Yokai Watch.
Podríamos estar así citando casi todo con el sello de Level-5, y es que si hay algo que aprecio especialmente de ellos es su capacidad por tomar aspectos de otros juegos desarrollados por ellos mismos e introducirlos sutilmente en sus productos venideros. El que hoy copa todo el protagonismo, Fantasy Life, vio la luz en tierras niponas allá por diciembre de 2012, y recuerdo perfectamente el día en que conocí el título gracias a una suscripción de YouTube en la que una parejita formada por una neoyorkina y un japonés, se dedican a compartir con sus suscriptores aquellas obras que difícilmente veremos en Occidente, mayoritariamente en territorio portátil. Ese día, supe que, en algún momento del futuro, tenía que tener mi copia. Gracias a nuestro amigo “Region-Block”, al que tan poco me importaría perder de vista, no pude importarlo de aquellas tierras.
Ahora, un par de años después y tras haberlo completado y disfrutado, os animo a que conozcáis por vosotros mismos a través de este análisis qué es Fantasy Life, qué nos puede ofrecer y cuáles son sus virtudes y defectos. Level-5 en todo su esplendor.
Casi imperativo, al comenzar no podría faltar la creación de nuestro alter-ego virtual, quien se encargará de encarnar nuestra voluntad en un continente basto, lleno de contenido y lugares por explorar. Es entonces tu turno, elige el color de tu piel, de ojos, de pelo… Dale forma a tu cuerpo. ¿Eres un tirillas? ¿Quieres presumir de músculo? No hay problema. Eso sí, no te olvides de escoger el tono de tu voz, despedirte de los tuyos y, sobre todo y más importante, escoger tu profesión.
Y es que en Reveria, el territorio donde acontecerá nuestra larga pericia, hay un momento en la vida en que hay que ponerse a trabajar. Algo lógico, si no fuese porque ello no quiere decir que nuestra vida académica haya tocado techo, más bien todo lo contrario. Estamos pues ante una pedagogía basada en el la autodidáctica, donde tú y solamente tú, con tu esfuerzo y dedicación irás aumentando tus habilidades y destrezas, aunque afortunadamente contaremos con la ayuda de los siempre serviciales maestros en la materia donde nos hayamos decidido a probar suerte. Cada uno de los doce oficios de los que podremos empaparnos de contenido y cada vez más complejos quehaceres, son tremendamente variados. Si eres de aquellos que pensaban que el número estipulado de empleos era una cuestión meramente superficial, teniendo la única finalidad de aumentar el contenido de un cartucho ya de por sí desmesurado, has de cambiar el chip. Pongámonos en situación:
Hoy, Tenzin ha escogido ser Paladín, donde aprenderá a dominar espada y escudo con la intención de derrotar a todo aquel que se interponga en su camino. Necesitará para ello a un herrero capaz de forjar la mejor de las espadas con los materiales más duraderos y resistentes. A su vez, ese herrero precisará de buenos minerales proporcionados por el duro trabajo de un minero, quien siempre va acompañado con su pico, el cual fue creado por un veterano leñador, experto en esto de las maderas.
¿Todo listo? Entonces vayamos a casa a recoger todo lo necesario para inmiscuirnos en ese bosque tan misterioso del que nos hablaron en aquella isla hace ya unos meses. Toma entonces tus pociones y algo de comer –saludos a nuestros alquimistas y cocineros, siempre tan atentos-. Finalmente, descansemos en nuestra humilde cama, fabricada con todo el cariño del carpintero y sastre más conocido de toda Reveria.
Podríamos seguir y detallar que esa merluza al horno que nos vamos a zampar mañana nunca podría haber sido cocinada sin la tarea que realizó el ya anciano pescador que vive en el norte del castillo.
Un momento, ¿Aún no te has dado cuenta? Todos esos profesionales no son nadie más que tú.
Tal y como podéis ver, la sinergia entre cada profesión es palpable, y será capital desarrollar todas y cada una de ellas para forjarnos un futuro brillante allá donde queramos poner nuestras miras. Cabe destacar que estamos en un país dominado por una monarquía, cuyo sistema económico está basado en el capitalismo pero con librecambio entre sus habitantes. No hay trabas a la hora de comerciar con nadie y todo lo que encuentres allá donde vayas será tuyo y nadie te pondrá ninguna pega. De este modo, estate tranquillo si algún día vuelves de trabajar de la mina a lomos de tu caballo, que irá a paso de tortuga porque llevas el zurrón rebosante de sacos de cobre y amatistas.
Hay algo que Fantasy Life consigue de manera magistral como es el hecho de darte vía libre casi desde los primeros compases de la aventura. Con el explícito mensaje de “Explora Reveria libremente”, abrirás el mapa de la región por primera vez, fruncirás el ceño y tragarás saliva. Como no vas a saber por dónde comenzar, lo mejor será pedir ayuda a Elvira, una zalamera mujer que no descansará hasta vernos la mar de felices. Este NPC servirá como lugar indispensable para avanzar en la historia principal, que nunca avanzará hasta que nosotros lo decidamos. En ese caso, una vez hayamos completado las misiones de la Dicha, nos acercaremos al castillo Real para que el monarca nos pida ayuda y dé así comienzo nuestra travesía por nuevos territorios, a través de los cuales conoceremos una historia de la que no pienso desvelar nada. Finalizadas las tareas, es hora de volver a Castolia, nuestro pueblo.
Elvira dará por finalizado el capítulo que hayamos terminado recientemente y tendremos de nuevo la potestad de elegir qué hacer. Comentar que Reveria se divide en tres grandes regiones: Castolia, Portópolis y Terramar. Dentro de cada uno de ellos, encontramos un trío de sub-territorios, que no son sino derivados de la región en que nos encontremos pero cuyas dimensiones serán tremendamente grandes. Por ejemplo, dentro de Castolia estará Puertollanos, que del mismo modo estará dividido en su vertiente este y oeste. Por si fuera poco, habrá bosques dentro de los mismos, e incluso “el corazón” del bosque en cuestión.
Como podéis ver, la cantidad de lugares por recorrer es enorme, mas en cada uno de ellos encontraremos nuevos ecosistemas, materiales y enemigos distintos. No obstante, es totalmente recomendable el tan conocido “farmeo”. Si quieres ser un cocinero de primera, vete a pescar a los lugares más recónditos; si quieres ser un gran mercenario, forja una gran espada y adéntrate en la oscuridad de esa cueva de la que poco o nada sabemos.
Dentro de cada oficio habrá misiones necesarias para aumentar nuestro rango. Si completamos una tarea, obtendremos estrellas. Al obtener ese determinado compendio de estrellas, hablamos con nuestro mentor y él se encargará de ascendernos en la profesión. Un error que muchos podremos llegar a cometer a las pocas horas será intentar llevar al máximo un empleo, pero esto no será posible por el mero hecho de que habrá un momento en que tendremos que ir a un lugar que todavía no hayamos conocido. “¿Archipiélago Tortuga? No lo encuentro”. Habrá que avanzar en la historia para ello, entonces.
Antes cité a la Dicha, que no son más que misiones otorgadas por nuestra mariposa, una suerte de Navi en la saga The Legend of Zelda, que nos guiará en nuestro camino y nos apoyará en todo momento. Sus misiones, al contrario, no se basarán en poner en práctica ninguna habilidad, más bien se basarán en ir desde A hasta B, para hablar con X y avisar a Y de que Z está en peligro. Son dos los puntos negativos que encuentro en Fantasy Life. Uno de ellos es éste. Level-5 siempre ha podido presumir de contar historias que, aunque no enseñen nada nuevo a la industria, entretienen y te animan a continuar para conocer qué es eso en lo que nos insisten tanto.
En este título, sin embargo, se hace mucho empeño en hacernos creer una línea argumental excesivamente predecible, llena de clitchés y sin personajes con carisma. No da la sensación de ver más que al mismo NPC con diferentes skins pero con una diferente tarea dentro de Reveria. Los trabajadores no estarán ahí más que para vendernos su surtido de objetos o útiles, y en caso contrario, para otorgarnos misiones con las que ser recompensados en caso de ejecutarlas de manera satisfactoria. Nosotros somos el ombligo del mundo y es aquí donde entra el segundo de los problemas: Reveria no da la sensación de estar viva; falta dinamismo y naturaleza. A donde quiero llegar es que los bosques están llenos de animales y objetos que recolectar, pero parece que ellos mismos son conscientes de que están ahí para ser atravesados por nuestra espada, pues sus carnes nos servirán para mucho en el futuro.
Probablemente sea uno de los pocos que no encuentra similitudes entre FL y Animal Crossing, una obra totalmente diferente a mi parecer y con la cual encuentro escasas semejancias. Los motivos son razonables desde mi punto de vista, y con más de veinte horas a mis espaldas sigo igual o más convencido de ello. Para todos aquellos que necesitáis una comparación con otro título para saber si os puede llegar a gustar o no –algo que, insisto, no refleja en absoluto la esencia de este producto-, sería Harvest Moon, únicamente por su sistema de progresión, con un ciclo día-noche que evoluciona de manera independiente, objetos que recolectar dondequiera que estemos y animales a los que cuidar o derrotar. En Fantasy Life, al contrario que en la franquicia que acabamos de citar, no hay posibilidad de entablar amistad con nadie, los personajes no se mueven de su sitio y están ahí por un único motivo.
Para compensar esta carencia, el equipo nipón quizás decidió que la mejor manera era llenar la historia de texto, texto y más texto. Porque amigos, en este grandísimo juego podremos estar leyendo durante mucho tiempo. Es algo que me encanta, pero solo cuando esto tiene una razón de ser. Normalmente, a cambio de tanta charla, podremos usar a según qué personas como aliados en nuestros viajes por vete tú a saber dónde, pero a mí no me han convencido; no me he creído casi en ningún momento la historia que me estaban intentando contar, todo ello con la pretensión de hacerme crear un lazo afectivo con las personas implicadas en la situación en que nos encontremos. No me malinterpretéis, el componente social está ahí y el modo online se resume en la posibilidad de interacción con hasta dos jugadores que tengamos agregados en la consola de manera simultánea, ideal a la hora de entrenar y enfrentarse a dragones u otras criaturas extremadamente poderosas, algo que os recomiendo encarecidamente porque es tremendamente divertido.
Antes dije que somos el ombligo de este mundo porque todo gira en torno a nosotros, y esto es algo que, al fin y al cabo, tiene una parte positiva como es la sensación constante de progresión. No importa qué oficio estemos tomando en un momento determinado, puesto que si ya conocemos otro previamente, es decir, somos aprendices de otra materia, seguiremos progresando con ella de forma indirecta. En la zona superior de la pantalla tridimensional aparecerán notificaciones indicándonos que hemos logrado recolectar un estipulado número de materiales dentro de la mina aun si estamos vistiendo las ropas de un mago. A los pocos minutos, habremos subido de nivel y podremos distribuir los puntos en las ramas que deseemos, véase destreza, fuerza, defensa o inteligencia. Eres tú el dueño de tu propia vida y no habrá nadie que te diga lo que tienes que hacer. Nadie.
Con el paso del tiempo, verás cómo tus ahorros van creciendo y podrás acceder a la compra de un hogar en Portópolis, lo cual te permitirá volar de una región a otra con tan solo tocar la pantalla táctil. Esto te permitirá además decorar a tu gusto tu morada, acceder a mercados donde venden diferentes materiales y productos alimenticios o simplemente estar mucho más cerca del bosque o cueva que tuvieses marcado en el horizonte.
Tus medios de desplazamiento serán cada vez más veloces, pudiendo obviar la necesidad de correr, ya que nuestra energía (PR) no es ilimitada y la ayuda de un caballo no será baladí cuando tengamos prisa o queramos ahorrarnos el uso de pociones. Mencionar que, una vez lleguemos a un determinado número de objetivos en la Dicha, desbloquearemos privilegios, entre los que podríamos citar un aumento en la capacidad de nuestro almacén o zurrón, poder ver las cinemáticas desde la galería, el uso del propio caballo o hasta tres compañeros de fatigas, pudiendo escoger entre gatos y perros, con color y nombre a elección del usuario.
Con todo, llego a una conclusión con la que están de acuerdo los foreros que ya han visto los créditos finales: El juego comienza realmente una vez lo has terminado. Creo que no es necesario volver a decir la gran cantidad de tareas por hacer una vez terminamos la aventura principal. En mi caso, no tengo ningún oficio en rango maestro, me quedan varios territorios por descubrir y arrasar en sus entrañas. Tengo misiones que completar otorgadas por los vecinos de mis diferentes hogares y no me conformo con un complejo de atuendos de oro, pues anoche vi unos que costaban 20.000 Revis (moneda de cambio de Reveria) y posiblemente es a lo que me dedique durante mis próximas horas de juego.
Si encima sumamos la posibilidad de comprar el DLC de la Isla Primigenia (eShop, 7.99€), las horas pueden aumentar en decenas. La sensación de progresión está siempre presente, mas la sensación de poder ser aún mejores es todavía más sugerente.
Antes de finalizar, elogiar la más que variada banda sonora del título, la cual se encuentra diseñada por Nobuo Uematsu, sumado a las más que preciosistas escenas animadas dibujadas por Yoshitaka Amano, dan como resultado un producto cuyo apartado audiovisual es sobresaliente. Magnífico. Nintendo 3DS puede decir con total tranquilidad que tiene su propio World of Warcraft, donde nada recuerda a la saga de Blizzard pero donde todo cobra sentido entre sí.
Conclusiones
La portátil estereoscópica añade a su catálogo una obra sensacional, llena de contenida y extensa como ella sola. Nunca dejarás de sentir cómo tu personaje va creciendo a la vez que tú vas conociendo más a fondo el mundo de Reveria, cuyas tres grandes regiones te enseñarán algo nuevo en cada esquina. Conviértete en un prestigioso profesional en la materia en que hayas decidido inmiscuirte. Haz de tu vida algo más especial y maravilloso a base de tu esfuerzo; gana dinero con tu trabajo y siéntete realizado con tu tarea. Level-5 ha conseguido lo que me esperaba, atraparme profundamente y no soltar la consola hasta terminar una historia que, aunque insulsa y carente del componente atractivo que sí podemos ver en otras IP, te obliga a terminar para entonces comenzar a desarrollarte a ti mismo como experto en cualquier oficio que se precie.
La gran variedad de escenarios y parajes que descubrir, gran diferenciación entre profesiones, sumado al modo online y el toque social que tan bien sienta en estos ARJP de corte japonés dignifican el resultado de un producto con algún que otro defecto que queda ligeramente disminuido por la gran cantidad de virtudes que presenta.
Es quizás un problema tener las miras tan sumamente altas con un videojuego, porque una vez lo tienes entre tus manos, lo vives, lo conoces y lo disfrutas, te das cuenta de que te ha encantado, que cada euro que hayas podido invertir en él toma valor y sentido, pero que te esperabas todavía más. Es ahora cuando leeré el resto de análisis de mis compañeros de otros medios. Yo, sin embargo, no tengo más remedio que castigar a esta obra y no darle un sobresaliente porque para mí es el juego más sobresaliente dentro de la eminencia del notable.
Un producto redondo, con carisma y sin comparación, por mucho que se intente reflejar con otros. Si quieres adentrarte dentro de un ingente mundo lleno de cosas por hacer y un personaje al que conocer y hacer mejorar, Fantasy Life no puede faltar en tu estantería. [85]