Lo último de los creadores de Torchlight supera todas las expectativas. Hob es una apuesta única e innovadora que ofrece una experiencia inolvidable y nos regala una aventura de acción y plataformas llena de belleza que brilla con luz propia.
La historia de la luz contra la oscuridad
Nada más empezar Hob, descubrimos que su pequeño mundo mecánico ha sido infectado por una especie de plaga venenosa que ha acabado con gran parte de los robots protectores que poblaban sus tierras. Nos encontramos frente a un mundo prácticamente deshabitado, a excepción de los animales y los enemigos, nacidos a partir ese virus que parece infectarlo todo. Nuestra misión será la de purgar cada una de las siete áreas que conforman el mundo e ir derrotando poco a poco a la oscuridad.
Para ello contaremos con la ayuda de un gran brazo mecánico que nos otorga un robot bondadoso al inicio del juego y con una espada que podremos ir mejorando según vayamos recogiendo fragmentos de las espadas de los héroes caídos. Gracias a nuestro brazo mecánico, podremos desbloquear caminos o activar mecanismos que nos ayudarán a avanzar a través del mundo que Runic Games plantea.
Un mundo abierto y perfectamente interconectado
Una de las cosas que más llama la atención de Hob es su mundo abierto. Es cierto que no ofrece un mapa enorme, del tamaño que cabría esperar de una producción AAA, pero es que Hob no es un AAA. Hob, sin olvidarse de que es un indie, plantea un mundo abierto no muy grande pero perfectamente interconectado. Las diferentes áreas que componen el mundo de Hob, y que vamos poco a poco descubriendo y sacando a la superficie, suponen uno de los mejores trabajos de diseño de niveles de los últimos años. Es una maravilla ver cómo las áreas casan unas con otras y cómo el mundo cambia con nuestras acciones.
A través de mecanismos, podremos “subir a la superficie” (las diferentes áreas están caídas, y al activar ciertos mecanismos el nuevo área asciende y se sitúa al nivel del resto del mundo) nuevas áreas, y descubriremos que estas nuevas áreas ofrecen nuevos retos o conectan con otras áreas y bien desbloquean caminos o añaden nuevas zonas de gameplay. La interconexión de las diferentes áreas es clave en la construcción del mundo de Hob, y da lugar a una forma original e innovadora de mundo abierto cambiante.
Además, el estilo gráfico elegido por Runic Games para el juego pega totalmente con el planteamiento del juego. Gracias a un estilo cartoon, desenfadado, y colorido, Hob hace gala de una gran belleza. Pararse en los puntos que ofrece el juego para admirar la belleza de sus paisajes mientras la banda sonora acompaña a las preciosas vistas es prácticamente obligatorio. Los colores vivos de las zonas desinfestadas contrastan con los tonos más morados y oscuros de las zonas afectadas por la plaga, y la sensación visual general que esto genera es realmente bonita.
El camino del héroe
Otro de los puntos clave de Hob es la elección de su protagonista y la elección de no utilizar en ningún momento la comunicación verbal o escrita, al estilo de juegos como RiME. En Hob, toda la información que recibimos es a través del lenguaje corporal. Se deja que la ambientación, la música y el mundo hablen por sí mismos y, sin plantear un gran reto, esto hace de Hob una experiencia que hace que nos metamos de lleno en la aventura acompañando a nuestro protagonista.
Hob no tiene un gran número de mecánicas, pero sabe usarlas realmente bien. Aparte de poder atacar con la espada o con el guante y utilizar una voltereta para esquivar o desplazarnos una mayor distancia, iremos adquiriendo habilidades únicas gracias a nuestro brazo mecánico. Así, según avancemos en la aventura, podremos lanzar golpes cargados con el brazo para romper paredes débiles o activar interruptores, usar una especie de habilidad de teleportación para viajar a través de unos determinados mecanismos que también puede usarse en combate o activar una habilidad de grip que nos permitirá pegarnos como un imán a unos pequeños mecanismos brillantes. Como ya he dicho, Hob no se deja llevar por la cantidad, sino por la calidad, y sabe utilizar perfectamente las mecánicas que plantea en distintas situaciones.
Gracias a estas habilidades y mecánicas, Hob se convierte en una aventura interesante y divertida de jugar. No sólo es una cara bonita, sino que Hob ofrece también un gameplay a la altura de lo que se espera de los creadores de Torchlight.
Hob es una aventura inolvidable. Su gameplay, su ambientación y, en especial, su diseño de niveles, lo convierten en una de las propuestas más interesantes del año. Runic Games nos trae un juego con alma propia que no deja de brillar en ningún momento. Muchos comenzarán a jugarlo por lo llamativo de su estilo gráfico, pero la mayoría se quedará por su calidad como juego. [90]