Me es complicado afrontar una reseña de este Raiders of the Broken Planet, no tanto por la complejidad de un título que es fácil de entender y de jugar, más bien por el hecho de su modelo de negocio.
Dicho modelo, a pesar de ser una buena puerta de entrada tanto por su precio como por su accesibilidad, al final creo que es contraproducente para una propuesta que no acaba de convencer por ser contradictoria. Si el estudio responsable del proyecto, MercurySteam, me preguntara cual sería la fórmula ideal para Raiders of the Broken Planet, les diría sin dudar que deberían haber apostado por abrazar el concepto Free To Play. La desarrolladora madrileña ha decidido dividir su juego en cuatro campañas y el primero (Alien Myths), llegó a las tiendas el 22 de septiembre. Personalmente me da la sensación de que ni por contenido, ni por amplitud de comunidad, Raiders of the Broken Planet conseguirá retener a sus jugadores hasta que llegue la siguiente campaña y ya se sabe que cuando se enfrían los pulgares, da pereza volver a ilusionarse con un juego.
Por otra parte, la valentía del estudio al embarcarse solos y sin publisher con todo el riesgo y financiación a sus espaldas es un salto de fe muy arriesgado, de ahí el modelo episódico con el que esperan autofinanciarse el proyecto entero. El modelo episódico es comprensible y lógico, también es de aplaudir que solo tengas que pagar con dinero real cosas sin importancia como las apariencias alternativas y las armas y personajes se desbloqueen a base de jugar, pero en mi opinión aquí estamos ante otra contradicción: el contenido es corto, son cuatro fases que se pueden superar fácilmente en 20 minutos cada una y no motivan lo suficiente para seguir jugando una y otra vez esperando el nuevo contenido.
Tampoco el prólogo, que es completamente gratuito, le hace ningún favor a la hora de decidir si vale la pena adquirir contenido de pago de Raiders of the Broken Planet, es poco representativo y no está al nivel de las misiones de la campaña y la historia tampoco despierta ningún interés, el Aleph es el oro negro que todo el mundo quiere tener y que sirve como excusa para matarse con los alienígenas, contrabandistas e invasores humanos que han colonizado el planeta roto.
El diseño de personajes es un punto positivo que hay que destacar, cada uno de ellos tiene habilidades únicas que los diferencian, tanto por sus diferentes equipos, como las individuales; teletransporte, doble salto con suspensión en el aire, etc… Además, los personajes cuentan con el carisma suficiente para no ser simples avatares. Por desgracia, estos personajes protagonizan un multijugador que mezcla géneros sin llegar al éxito en ninguna de sus facetas, que se siente sin alma y que no se define.
En Raiders of the Broken Planet no estamos ante un multijugador competitivo al uso, aquí no hay un modo matchmaking para liarse a tiros unos contra otros y lo más parecido que encontraremos será la posibilidad de jugar como antagonista. Esto consiste en infiltrarnos en las filas de los enemigos para intentar que el equipo principal de Raiders que intentan superar cada una de las misiones fracasen en el intento.
Como antagonista no tienes que preocuparte por el número de veces que mueras, simplemente tienes que ayudar a la inteligencia artificial para eliminar las vidas de las que disponen los Raiders para, una vez alcanzado el límite máximo de las que disponen, tengas la oportunidad de acabar definitivamente con ellos dentro de un marcador de tiempo también limitado y así conseguir que fracasen en su misión. Básicamente te conviertes en el toca pelotas de la partida.
Dos cosas respecto a esta modalidad de juego: es muy complicado tener éxito como antagonista y la búsqueda de partida puede alargarse hasta el punto de obligarte a desistir y en general. Este es un problema que sacude al juego de manera trágica con largos tiempos de espera para encontrar partida cooperativa. Me temo que se debe a la falta de jugadores activos de forma simultánea. Cabe destacar que una vez la partida está en marcha todo funciona sobre ruedas y no tiene problemas de lag ni de ralantizaciones que afecten a la experiencia. Así, encontramos una de cal y otra de arena.
En el avance que publicamos hace unas semanas expliqué las bases jugables y las mecánicas básicas del juego, pero no me gustaría repetirme en este análisis, podéis consultarlas ahí. Como resumen diría que son entretenidas y bastante originales. Básicamente destacaría la importancia del combate cuerpo a cuerpo, algo inusual en un juego de disparos pero de importancia capital en Raiders of the Broken Planet, ya que solamente podremos rearmarnos con munición a través de estos ataques melee.
Será fundamental utilizar el sigilo por vía de las muchas coberturas que pueblan los escenarios, primero para controlar el sistema de estrés que se manifiesta en la interfaz y se materializa en una barra amarilla que nos hace visibles para el enemigo una vez se ha rellenado, además de por su eficacia para ir avanzando posiciones y sorprender a los enemigos, consiguiendo así tener éxito en un eficaz sistema cuerpo a cuerpo.
La originalidad de Raiders of the Broken Planet reside en el piedra, papel o tijera en el que se basa el melee: el esquivar vence al golpe rápido, el golpe rápido vence al agarre y al agarre vence al esquivar. Deberás estar atento y tener buenos reflejos para no verte superado por el rival, esto realmente funciona bien y es entretenido y original, además se adapta a la jugabilidad como un guante, kudos a MercurySteam. Como contrapartida al riesgo que supone apostar por el sistema de repetición de misiones, cuanto más juguemos y más conozcamos los escenarios, más y mejor aprovecharemos las singularidades de cada personaje y cada arma, pero será el usuario el que decidirá si vale la pena invertir tantas horas en tan poco contenido, sin duda el mayor hándicap para la supervivencia de un título que ha apostado por un género ¿saturado? en el mercado actual.
Técnicamente Raiders of the Broken Planet no es ningún portento, pero gracias a una paleta de colores muy atrevida consigue brillar lo suficiente para llegar a ser llamativo y además llega con mejoras para PS4 Pro y One X. Cuenta con voces en inglés y subtítulos en castellano, algo entendible debido al presupuesto del estudio aunque no llega a ser un punto negativo, pues no estamos ante un juego narrativo que nos obligue a estar atentos a lo que leemos mientras jugamos. Por su precio, es fácil darle una oportunidad a Raiders of the Broken Planet, apenas 10 euros que serán casi 40 si decidimos hacernos con el título completo dividido en 4 packs. Enric Álvarez ha insistido en que se escuchará al jugador para que ayude a construir con éxito esta propuesta arriesgada, sin duda un valor añadido y una oportunidad casi sin precedentes para los que apuesten por el juego..
Ya solo me queda desearle toda la suerte del mundo a MercurySteam en su andadura con Raiders of the Broken Planet y alabar su valentía como estudio, atrevido y con gran personalidad. No es fácil sobrevivir en una industria con tanta competencia en el que los juegos de usar y tirar se imponen a las apuestas pausadas que se construyen a base de colaborar con los usuarios, se prolongan en el tiempo y añaden contenido cada pocos meses. MercurySteam es el arquitecto de una casa todavía a medio construir y necesita amigos para pintarla, amueblarla y decorarla con un bonito jardín, ¿alguien tiene unas horas libres los domingos para echarles una mano? [60]