Shin Megami Tensei SJR Un mazmorreo para muchas horas

Al inmenso catálogo de J-RPG de nuestra Nintendo 3DS se une ahora Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux, remake del juego que ya en 2009 nos hiciera pasar horas y horas pegados a la pantalla de nuestra portátil.

Análisis Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux en 3DS

Análisis Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux en 3DS

Atlus se ha convertido con los años en un auténtico referente dentro del género gracias sobre todo a la saga Shin Megami Tensei, de la que surgiría además otra como la serie Persona, de inicio un spin off de la principal que ha conseguido una entidad incluso mayor por sí misma. Pero es innegable que sus juegos se distinguen en su base por un estilo particular y muchos elementos en común (excluyendo rarezas tan maravillosas como Catherine, de 2011). Esto será lo que nos vamos a encontrar en este título, a pesar de algunas particularidades que pronto entraremos a tratar.

Una nueva amenaza al planeta

Nos encontramos a finales del siglo XXI y el panorama que tenemos delante no es nada alentador. Los recursos de la tierra han quedado muy mermados y la situación no es nada halagüeña para ningún país. En medio de este panorama ya de por sí crítico, un extraño suceso comienza a ocurrir en el medio de la Antártida: una misteriosa y oscura nebulosa aparece y se extiende en el centro del continente helado hasta ocuparlo por completo, engullendo incluso las bases científicas y militares. Pronto se crea una misión internacional con el fin de mandar varias expediciones al área a investigar que se oculta detrás del misterio y cuál es el tamaño real de la amenaza.

En Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux tomaremos el rol de uno de los miembros del grupo de asalto en uno de los equipos desplegados en la zona. Desde la primera incursión veremos que más allá de los confines de lo que se empezará a conocer como Schwarzwelt habitan demonios, criaturas que nos harán la vida imposible pero de las que también podremos valernos, tomando algunas como aliadas gracias a las especiales capacidades del DEMONICA, diminutivo de “DEMOuntable Next Integrated Capability Armor”, una armadura con sistemas que nos permiten comunicarnos y reclutar a estos seres para que luchen a nuestro lado.

Análisis Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux en 3DS

Un inicio algo pesado

Estamos ante un J-RPG con combates por turnos pero también ante un Dungeon Crawler. Nos pasaremos un 90% de las numerosas horas de juego recorriendo mazmorras, enfrentándonos a todo bicho viviente mientras subimos de nivel y conseguimos los diferentes tipos de materiales que nos permitirán acceder a mejoras en nuestro traje y armas más potentes. Un esquema bastante clásico para un título que es posible que pronto se nos haga algo tosco. A pesar de ser un remake, se siente algo anticuado, aun habiendo pasado poco menos de una década desde su salida original en 2009.

El inicio, mientas se nos plantea la trama básica, lo cierto es que no invita al optimismo. Durante más de una hora haremos poco más que ponernos en antecedentes y ver la magnitud de la situación a la que nos enfrentamos por lo que es posible que ya se nos haga algo pesado el arranque. Si nos hemos enfrentado a otros títulos la serie Megami Tensei o Persona pronto no sentiremos familiarizados con el universo y las mecánicas, en especial en lo que se refiere a combate y tipos de criaturas, aunque no así con la exploración, que no está del todo inspirada.

Exploración algo desafortunada

Y esto se debe a la perspectiva en primera persona que distingue a este Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux. En un juego de estas características todo el tiempo que no estemos peleando lo estaremos dedicando a recorrer las diferentes mazmorras de cabo a rabo para revelar cada uno de sus secretos y continuar nuestro camino. Si esto lo hacemos avanzando por cuadrantes, de salto en salto en vez de con un movimiento más orgánico y con una cámara donde estarían situados nuestros ojos, por entornos muy similares unos de otros, paredes calcadas, mismas texturas básicas para el suelo una y otra vez… la experiencia comienza a ser un suplicio innecesario y casi avanzaremos fijándonos más en el mapa de la pantalla inferior que en la visión general que ofrece la principal. La primera persona aquí dista de ser una buena idea.

Análisis Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux en 3DS

Todo ello a pesar de que en contenido ofrece lo que podríamos esperar de un juego de Atlus. Pero incluso respecto a la complejidad de los laberintos y las rutas, parecen haberlas complicado en demasía sin proponer por ello un reto de verdad apetecible para el jugador sino otro que prueba su paciencia y perseverancia de una manera nada amigable. Sobre todo cuando pensamos que podemos tener por delante un mínimo de 65-70 horas para completar un título que cuesta que invite a ello. Habrá varias alturas en cada mazmorra en la que deberemos obtener ciertos objetos que nos permitan abrir nuevos tipos de puerta y al final combatir contra el jefe del área correspondiente. E incluso, una vez superadas, es posible que en alguna nueva misión tengamos que volver sobre nuestros pasos y seguir descubriendo otros tramos.

Opcionales serán las misiones EX, que suelen consistir en aceptar la petición de algún demonio afable que nos topemos que nos pedirá algún objeto, material, arma o armadura complicada de conseguir. A cambio, podremos hacer fusiones más poderosas (de las cuales hablaremos ahora) o conseguir una importante gratificación económica, por lo que puede ser buena idea ir realizándolas a media que vaya apareciendo, si queremos dedicar algo de tiempo a ello. Muchas se pueden completar con el simple avance normal dentro del juego, si nos cuidamos de recolectar bien todo lo que se halle en el mapa.

Un sistema de combate 100% Atlus

La primera persona también se aplica al combate aunque aquí se puede hacer algo más ameno, sin ser tampoco un apartado que vaya a ser recordado como de los mejores de la compañía. Cada criatura tendrá sus puntos fuertes y débiles, que iremos conociendo a medida que nos los tropecemos. Para enfrentarnos a ellos, nuestro personaje no estará solo ya que podrá contar con los propios demonios que haya logrado reclutar para combatir a su lado, sonándonos muchos de ellos de otros títulos de la franquicia. Esto ocurrirá tras entablar una pequeña conversación con ellos, respondiendo a las cuestiones que nos formulen según lo que creamos que quieren oír, pues su personalidad será bastante marcada y nos permitirá intuir una respuesta acertada.

Una vez termine la charla será el momento de hacerles una petición, si estamos en sintonía. Esta puede ser que nos obsequie con algún objeto o con Macca, la moneda del juego, aunque lo más habitual será pedirle que se una a nuestra plantilla demoniaca, con tres que lucharán junto a nosotros y otros muchos que almacenaremos para utilizarlos en el momento que creamos oportuno. Una vez nos quedemos sin espacio para ellos podremos optar por fusionarlos (otro clásico de la saga), obteniendo como resultado más habitual un tercer demonio más poderoso que los que sacrificamos para darle forma. Además de poder añadirles algunas habilidades extra en el proceso gracias a unas piedras que nos entregarán las propias criaturas una vez los conozcamos a fondo, tras curtirnos con ellas en la batalla. Habrá numerosas combinaciones y posibilidades para dar con la fusión más acertada.

Análisis Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux en 3DS

Lucharemos junto con el trío de demonios que hayamos elegido, que conviene que sea equilibrado para que cubran con sus habilidades las que nosotros no tengamos o cuiden del equipo con sus dotes curativas, siempre tan necesarias en los combates más exigentes. Aunque podremos cambiar una criatura por otra, si nos interesa gastar un turno de ese modo. Conviene también que haya sintonía entre nosotros y el resto de seres pues dependiendo de su tipo y que este sea coincidente, lanzaremos ataques cooperativos más potentes contra el enemigo.

Siendo sinceros, Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux tampoco pasa a la historia por su narrativa, llena de tópicos pero que además peca de monótona en exceso, sin que termine de enganchar. Los intermedios cada vez que finalicemos un sector y avancemos al siguiente, cuando se nos cuenta cual va a ser nuestra nueva misión por una Inteligencia Artificial denominada Arthur, se hacen por ello un poco largos y pesados. A lo que se une una importante falta de carisma de gran parte de los personajes, con los que cuesta llegar a sentir empatía, y la monotonía en los entornos y escenario, demasiado grises. Lo que sí habrá son diversos finales (algunos expresos para esta nueva re-edición) según algunas de nuestras elecciones y decisiones durante el juego, por lo que conviene guardar varias partidas por si decidiéramos volver a ellas y comprobar las distintas variantes, desde las más trágicas a las esperanzadoras.

Un apartado artístico interesante aunque justito en lo técnico

Y, aunque sea algo reiterativo en el énfasis, la primera persona tampoco le hace un gran favor al apartado visual. Las ambientaciones pecan de frías y repetitivas, el movimiento por el mapa y las transiciones, como ya hemos señalado, no son del todo agradables y también se abusa un poco de la imagen fija con alguna pequeña animación aledaña. Es aquí donde el apartado artístico brilla más, con algunos diseños bastante interesantes de personajes, demonios y escenas cuidadas. No podemos olvidar que también se han incluido pequeños metrajes de Anime para recrear algunos momentos de importancia, lo que hace que sea más atractivo frente al tradicional despliegue de textos en la pantalla. En cambio, en este Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux vuelve a faltar la inclusión de un mínimo efecto 3D, bandera de la portátil en 2011 que parece haber caído en el olvido en este último tramo de vida de Nintendo 3DS.

La música no es un aspecto que se pueda criticar pues raya un buen nivel. Quizás no sean tampoco unas composiciones memorables pero cumplen su función, destacando algunos segmentos de canto gregoriano por su belleza dentro del tono maduro de la obra. El juego también cuenta con voces en japonés y subtítulos en inglés. Por desgracia, como es habitual con muchas de las propuestas de Atlus de duración extensa, no cuenta con una adaptación a nuestro idioma, aunque con un inglés medio debería de ser suficiente para poder seguir la historia sin problemas, apoyados de algún diccionario o traductor.

En resumen

Quizás pueda parecer que Shin Megami Tensei: Strange Journey Redux sea mal juego y tampoco es el caso. Tiene algunos problemas: puede pecar de ser un tanto monótono y repetitivo y la historia quizás no termine de enganchar, pues puede pecar de ser algo genérica y que le falte una chispa de carisma. Pero es un título que como buen Dungeon Crawler puede llegar a enganchar y si te va el género es muy posible cogerle el gusto, aunque pueda hacerse un tanto cuesta arriba si ese no es el caso. La duración desde luego es más que generosa, superando ampliamente las sesenta horas. Parte de ese mundo de Atlus, que tantos fans tiene por todo el mundo, desde luego que vais a encontrarlo en Strange Journey Redux aunque hubiéramos esperado una puesta a punto más ambiciosa que dejara un juego mucho más redondo que el de 2009. Habrá que esperar a otra oportunidad. [7]

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