Super Mario 3D World + Bowser’s Fury llega a Nintendo Switch en busca de una segunda oportunidad, al igual que la mayor parte de los indispensables del catálogo de su antecesora, la fallida Wii U. Un título que busca nuevos usuarios que se perdieron las no pocas bondades que ofrecía cuando salió hace casi ocho años.
Super Mario 3D World + Bowser’s Fury no siembra dudas
Las aventuras de Mario gatito y sus compañeros de viaje convierten a esta pieza de historia del videojuego y de la saga más aclamada de Nintendo -con permiso de Link y compañía- en un título imperdible para cualquier amante de los plataformas que además viene de la mano de Bowser’s fury, una expansión de mundo abierto que aporta frescura y nos muestra por donde podría tirar la saga en un futuro.
Podríamos empezar con dos preguntas claves para meter en contexto lo que representa el juego base, lo principal del paquete vamos. Si vienes de Super Mario Odyssey y no jugaste en su momento a este debes entender que estas ante una obra anterior pero no por eso menos fresca o peor, simplemente distinta. Estamos ante un juego que mezcla las dos dimensiones clásicas y la vertiente 3D de la saga sin llegar a representar ninguna de las dos, tomando un matiz diferente para crear un estilo propio que partió de la base de 3D Land para Nintendo 3DS y que explota completamente en esta, su versión mayor para sobremesa.
La otra pregunta ineludible plantea la duda de si vale la pena comprar Super Mario 3D World + Bowser’s Fury si jugaste en su momento a la versión de Wii U. La respuesta es discutible o requiere matices, en mi opinión. Por una parte influirá que tan fan seas de la saga y de los plataformas en general, pero también pueden influir motivos de mas o menos peso como lo reciente que lo tengas en tu cabeza, la posibilidad de disfrutar de un juegazo en modo portátil y las mejoras técnicas que lo acompañan. Los rocosos 60FPS tanto en portátil como en dock y 1080p de resolución en televisor y 720p en portátil mejoran la versión anterior y se juega mejor, aunque la expansión de Bowser´s Fury baja a 30FPS en modo portátil y la resolución se queda en 720p en ambos casos, hay que dejarlo claro.
Un título excelente que merece ser jugado
Como te decía antes, si lo disfrutaste en Wii U debes decidir si te apetece pasar otra vez por caja y puede que la expansión acabe por declinar la balanza del sí y más abajo te daré mi opinión sobre ella. ¡Pero ay, amigo mío, si no has jugado a 3D World! porque entonces prepara tu billetera y siéntate para disfrutar de uno de los mejores plataformas de la historia y de un título top dentro de la saga en su vertiente en tres dimensiones.
Super Mario 3D World es un juego inigualable y ofrece una cantidad enorme de horas para disfrutar solo o en compañía de hasta cuatro jugadores. Y ojo, esta vez con la posibilidad de hacerlo online tanto siendo anfitrión como invitado. Eso si: debes saber que el progreso de cada jugador solo avanza cuando se hace como anfitrión, así que puedes visitar pantallas a las que todavía no tienes acceso en tu partida pero todo lo que consigas no se acumula en la tuya, por lo que deberás sumar estrellas verdes para progresar y desbloquear nuevos niveles y mundos siendo el que mande en tu partida.
Conviértete en gatito y trepa
La principal novedad que 3D World aportó a la saga en cuanto a disfraces que otorgan habilidades fue muy celebrada y divertida a la hora de disfrutar y explotar los escenarios. Los protagonistas jugables también en solitario desde el principio son Mario, Luigi, Peach y Toad y recoger la campana que te transforma en gatito es tan mono y enternecedor como puedes imaginarte.
Trepa por las paredes para llegar a lugares secretos que tal vez escondan tuberías con premios o estrellas verdes para avanzar y completar la aventura. Pero la cosa no acaba aquí, pues puede transfórmate en otras muchas cosa más, pero destacaré la flor de fuego, la flor boomerang o mi favorita la cereza doble (que multiplica a tu personaje en varios Marios, Peach, Luigis o Toads a los que manejas a todos a la vez) porque dan muchísimo juego.
Captain Toad: Treasure Tracker nació aquí
Otro juego imprescindible de Wii U que, cómo no, dio el salto a Nintendo Switch a posteriori fue el maravilloso Captain Toad: Treasure Tracker, un apéndice de Super Mario 3D World que supo rentabilizar la calidad de estos niveles a modo de diorama que aparecieron por primera vez en este título para luego dar el salto e independizarse convirtiéndose en un recomendadísimo juego.
En estos niveles en los que manejamos a Toad no podemos saltar, solo movemos la cámara para descubrir como abrirnos paso en un escenario para atrapar todas las estrellas verdes y es un contenido fresco y original que ameniza y da un respiro entre tanto salto y frenetismo plataformero..Un añadido muy divertido y diferente que destaca al igual que las -no tan destacables sin nuestro dinosaurio- pantallas acuáticas a lomos de Plessie, un dinosaurio gigante al que nos subimos a sus lomos para hacer una especie de carreras acuáticas que sin ser imposibles, añaden dificultad y recuerdan a Mario Kart pero sin competir contra rivales y siempre sobre liquido, muy divertidas y diferentes.
Excitante a nivel visual y sonoro
Como he dicho más arriba, este nuevo «remaster» llega con mejoras técnicas que no hacen más que redondear un apartado que de por si ya era imponente y solido. Bonito hasta decir basta y colorido como la saga acostumbra a ser en cada una de sus entregas. Ya digo, 60FPS y 1080p en modo dock y 60FPS y 720p en modo portátil. Además se a añadido un plus de velocidad respecto a la versión de Wii U que lo hace si cabe todavía más vertiginoso.
También se a modificado el salto con más alcance y creo que todo forma parte de dinamizar el juego a la hora de jugar online debido a que la mayoría de jugadores tenemos la consola conectada a internet a través de conexión wifi. Lo que no cambia ni le hace falta que lo haga es a nivel sonoro. Super Mario 3D World nos regaló una de las mejores bandas sonoras de la saga con unas melodías inolvidables con las cuáles me sorprendo tarareando haciendo las tareas del hogar. Super Bell Hill siempre estarás en nuestros corazones.
Bowser’s Fury
Bowser’s Fury se puede jugar nada más meter el cartucho en nuestra Nintendo Switch, sin tener que desbloquear nada ni completar el juego principal. Podemos ir directamente desde el menú y empezar por esta nueva aventura si así lo deseamos, lo cual es de agradecer para los que ya disfrutamos del juego base en algún momento anterior a la salida de este remaster.
El juego se desarrolla en un archipiélago con su mar y sus islas y nuestra misión consigue en derrotar a un Bowser más enfadado que nunca y que además esta vez es un titán de dimensiones colosales. Para ello deberemos encontrar soles felinos y al acumular cierto número de estos -cada vez más- podremos recoger una campana gigante para transformarnos en una especie de Mario felino Super Saiyan y enfrentarnos a este Bowser coloso en igualdad de condiciones.
Bowser VS Bowsy
Al llegar al archipiélago lo primero que llama la atención es su arquitectura inspirada por completo en la figura del gato, incluso los enemigos sufren una mutación y, si no todos, la gran mayoría tienen orejas y rasgos físicos felinos. Ver a las tortugas y Goombas con ese aspecto da un poco de grima hasta que te acostumbras y lo siento, pero es que alguien tenía que decirlo, así que dicho queda y avisados estáis. Una vez superado el trauma hablemos de la trama que la hay. Bowsy acude en nuestra ayuda para explicarnos que no puede controlar a su padre, que a enfurecido y está descontrolado, por lo que se alía con nosotros para detenerlo.
Bowsy nos ayuda durante la aventura tanto en combate como a la hora de descubrir secretos escondidos por el escenario y gracias a su pincel descubrimos ítems y rutas ocultos que conducen a premios. Podemos configurar el grado de ayuda que nos ofrece desde el menú entre poco, mucho o nada, y recomiendo poco o nada para que nos deje el combate solo para nosotros y no restar un desafío que ya de por sí es poco exigente. También puede ser controlado por un segundo jugador en modo cooperativo pero la verdad es que es poco divertido e intuitivo y, para más inri, la cámara se centra en Mario por lo que es bastante incómodo de manejar.
Combates entre titanes poco titánicos
De vez en cuando de manera aleatoria se pondrá a llover y podremos ver caer la noche. Es entonces cuando aparece ese Bowser gigante y tendremos que hacer alguna cosa para que se vaya; esperar a que se canse, recoger un sol felino o si podemos, enfrentarnos a él. Para poder combatir debemos tener un mínimo de soles felinos -cada vez más, claro- y si reunimos los necesarios podemos acercarnos a una de las muchas campanas gigantes que hay en el escenario para transformarnos en ese Super Saiyan felino para derrotarlo. Eso sí: a veces no nos interesará combatir por qué hay soles felinos que se consiguen solo con la ayuda de Bowser, ya rompiendo muros que solo él puede destruir con sus ataques o accediendo a lugares que solo son alcanzables por la mutación que sufren los escenarios en su presencia.
Los combates contra Bowser no acaban de ser ni muy desafiantes ni muy divertidos y la verdad es que a veces se vuelven hasta pesados y repetitivos. Una cosa que no entiendo además y no me ha gustado nada es que una vez finalizada la aventura sigue estando presente la posibilidad de combatirlo y lo que es peor es que cada vez que acabas con él cuenta como el último combate, por lo que hay que ver los créditos (se pueden saltar) y cargar de nuevo la partida. Al final terminas esperando a que se marche o intentas conseguir un sol felino para que desaparezca. Incomprensible, la verdad.
Cambios, novedades y viejos amigos
A nivel jugable las islas ofrecen muchas posibilidades y el juego aporta ideas frescas y bien ejecutadas y un ejemplo de ello es la torre invisible, que es una maravilla en cuanto a puro diseño Nintendo. Cada isla tiene un limite de acciones que completar y poco a poco van ofreciendo nuevas rutas y plataformas que van apareciendo a medida que vamos consiguiendo soles felinos y que, una vez completadas definitivamente, aparecen con el banderín clásico de final de nivel sobre el faro de cada isla.
Por primera vez en la saga Mario no tiene un contador de vidas, sino que en Bowser’s Fury lo único que acumulas son ítems de transformación, un límite de hasta cinco de cada uno. Puedes elegir en cada momento y cuando los necesites accediendo a un menú rápido pulsando arriba en la cruceta para que Bowsy te los lance al vuelo –Tanuki, Boomerang, Flor de fuego, felino o seta roja y blanca- y si sabes usarlos en cada situación pueden ayudarte e resolver plataformas de una forma más efectiva.
Para movernos por el mapa el juego recupera al dinosaurio Plessie, No es que el mapeado sea extraordinariamente grande, pero hay que reconocer que recorrerlo a pie sería imposible por que, como en la vida real, la mayoría de terreno es agua, lo que hace que navegar a lomos de Plessie se convierta en una buena solución y una excusa perfecta para traer de vuelta al simpático compañero que además tiene un manejo muy satisfactorio. Esto se aprovecha además para hacer pruebas de velocidad que también otorgan soles felinos, y en definitiva me ha gustado mucho esta vuelta de Plessie y como se aprovecha esta mecánica.
Bowser’s Fury no es baladí
Bowser’s Fury es la expansión que acompaña a esta nueva versión de Super Mario 3D World y no es baladí. Si me preguntas creo que es un experimento de cara al futuro de la saga, una forma de probar e innovar que ha llevado a Nintendo a crear una «demo» muy generosa de la que creo que va a partir el siguiente gran juego de la saga. Un paso natural hacia el mundo abierto -si, habéis oído bien- para llevar a Mario y su universo hasta las cotas más altas de la exploración y plataformeo, un nuevo nivel para convertir a la futura entrega del fontanero en el Breath of the Wild de la saga. Tras experimentar con Galaxy y Odyssey, con Bowser’s Fury han puesto la primera piedra sin posibilidad de dar marcha atrás para dar el salto definitivo hacia el sandbox y creo que le va a sentar de maravilla.
Bowser’s Fury puede completarse en unas cinco o seis horas y para ello nos basta con recoger la mitad de los soles felinos que sustituyen a las estrellas verdes de 3D World. Para conseguir el cien por cien del juego tendremos que dedicarle más o menos ocho horas, por lo que nos encontramos ante una expansión con un contenido nada austero. Nintendo cierra el 35 aniversario de la saga Super Mario con un muy buen juego y una expansión que aporta una mirada al futuro de la saga, que sirve como experimento hacia la vertiente sandbox y además sale airoso en el intento. Si ya disfrutaste de 3D World en Wii U valora todo lo dicho para considerar o no la compra, pero si no lo jugaste lánzate a por él sin pestañear y, hagas lo que hagas, de propina disfrutarás de un experimento que advierte sobre el futuro de la saga. [90]