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Análisis de Torchlight 2 un Dungeon Crawler de la vieja escuela para Switch

El Dungeon Crawler es un género casi tan antiguo como lo es la historia de los propios videojuegos. No obstante, hay pocos géneros en los que una sola saga defina o redefina el concepto del mismo e influya de modo tan determinante en infinidad de juegos posteriores.

Diablo popularizó un modo de jugar que ha enamorado a varias generaciones de jugadores entre los que un servidor está incluido. Su aura es tan grande que se hace prácticamente imposible obviar la comparación con cualquier otra propuesta que siga o persiga su estela de algún modo. Torchlight 2 pertenece a esta terna de juegos ofreciéndonos una experiencia fantástica tanto para nuevos jugadores como para los que tienen más solera en esto de arrasar mazmorras.

Esto me suena

Cualquier aficionado al género se sentirá como pez en el agua con Torchlight 2. No en vano, la extinta Runic Games estaba formada por varios de los responsables del primer Diablo de Blizzard. Ellos fueron quienes asentaron las bases que siguen hoy en día sosteniendo los pilares de una fórmula tan adictiva como imperecedera.

Imperecedera porque no cabe la menor duda de que un juego que vio la luz en 2012 sigue resultando de lo más actual en su jugabilidad y supone una de las mejores opciones para quienes quieran adentrarse en el género o no jugasen al original en su día, con este relanzamiento en Nintendo Switch, Playstation 4 y Xbox One.

Cuatro clases de personajes seleccionables al inicio -que aunque puedan parecer pocas están lo suficientemente diferenciadas entre ellas como para que no suponga un problema reseñable- que podremos desarrollar en tres vertientes distintas. Buscar las sinergias entre las distintas habilidades, equilibrarlas para llevar un personaje ofensivo pero a la vez con cierto grado de supervivencia, potenciando sus defensas o sus habilidades de esquiva y experimentar con ello siempre ha resultado de lo más placentero para quienes llevamos décadas en este tipo de juegos.

La personalidad del Héroe

En función del enfoque que le queramos dar al personaje deberemos orientar nuestro equipo en un sentido u otro. Y es que aquí está una de las grandes bazas de Torchlight 2 y la miel de quienes vivimos enganchados a la incansable búsqueda del perfeccionamiento de nuestro personaje en tantos títulos similares. Tenemos una descomunal variedad de equipación disponible, dividida como suele ser habitual en diversos colores que suponen un grado distinto de calidad de cada objeto.

La sensación cada vez que cae un objeto dorado potente o completamos un set de piezas es lo que nos arrastra a seguir sumando horas en un título que puede durar desde las 25 que nos llevará terminar una partida estándar en dificultad veterano, hasta el infinito si queremos trastear con todas las posibilidades, completar secundarias, jugar con todas las clases y adentrarnos en la nueva partida plus tras completarlo.

Decenas de jefes, cientos de enemigos distintos y una variedad considerable de entornos a lo largo de 3 episodios o capítulos que nos llevarán de la mano en un juego que sabe ajustar bien su dificultad -esta despega en la nueva partida plus, como suele ser habitual-.

El juego tiene algunos detalles que no suelen ser habituales en este estilo, ya que por ejemplo podremos encontrar ciertos puzles -algunos bastante ingeniosos- que no suelen ser obligatorios pero que sí esconden tras su resolución una suculenta recompensa.

Qué hay de nuevo

Las novedades en el título no son demasiado reseñables para quienes disfrutasen hace 7 años del juego, pero sí son muy de agradecer ya que suponen una actualización de los menús para hacerlos más asequibles a las características de las consolas y sobre todo un control renovado que nos ofrece precisión y rapidez a los mandos. Es cierto que a los más veteranos siempre nos chirrió dedicarle cientos de horas y enfrentarnos a los retos más difíciles en estos juegos sin estar frente a un teclado y un ratón, pero la adaptación al control por mando es muy satisfactoria y puede convencer al más exigente.

Existe algún recorte en lo que respecta al número de jugadores online y hubiera sido un añadido excepcional ofrecer la posibilidad de jugar en cooperativo local con la misma consola, pero lo que nos llega es más que suficiente para disfrutar solo o acompañado y descubrir un título imprescindible para los amantes del género.

Tenemos una mascota exclusiva por plataforma como un añadido simpático y la muy necesaria mejora en la detección de objetos cuando estos caen al suelo. Citar aquí por cierto que jugando con otros jugadores no compartimos botín, ya que cada uno visualizará en su pantalla el propio -la de batallas dialécticas que hubiera evitado esto en su día en Diablo 2-.

Torchlight 2 en formato portátil

La versión que hemos podido probar pertenece a la híbrida de Nintendo. Panic Button ha sido la encargada de realizar la adaptación del juego y como viene siendo habitual en cada trabajo del estudio, el resultado es excepcional.

La fuente de la letra está muy bien adaptada para que sea perfectamente legible en las poco más de 6 pulgadas de la consola y los símbolos de los objetos cuando caen son reconocibles e intuitivos como para no echar en falta una pantalla grande ni la antigua detección de objetos de la versión de PC.

Visualmente aguanta el tipo

El nivel gráfico alcanzado es reseñable, aunque hablamos de un juego que en su día no demandaba el uso de un PC de una gama elevada para jugarlo en su máximo esplendor y que pretendía llegar al máximo número de personas, hay que señalar que no hemos sufrido grandes rascadas ni en momentos de máximo estrés con decenas de enemigos en pantalla y multitud de efectos reproduciéndose a la vez.

Sin ningún tipo de duda el mayor atractivo es poder disfrutar de juegos así en la palma de nuestra mano y en cualquier lugar. Hace años esto era algo impensable para muchos de nosotros y supone un aliciente lo suficientemente importante como para volver a acercarse a Torchlight 2 a quienes ya disfrutaron de ello, pero sobre todo para quienes nunca lo hicieron.

Conclusiones

Estamos ante uno de los mejores exponentes del género que aunque ya carga con 7 años en su mochila, sigue manteniendo su frescura intacta a los mandos. Con una nueva interfaz, detección de objetos adaptada a las consolas y un control que resulta perfecto fuera del tradicional teclado y ratón.

Gráficamente no está al nivel de otros títulos más recientes, como es lógico, siendo este el único hándicap que pudiera encontrar un nuevo jugador ya que como hemos citado anteriormente tampoco fue puntero en 2012. La adaptación a consolas está muy trabajada y resulta satisfactoria, suponiendo una opción recomendable para cualquiera y a modo personal, es un sueño hecho realidad poder jugar a este tipo de juegos haciendo uso del modo portátil de Nintendo Switch. [85]

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