Ponerse ante Xenoblade Chronicles X (2015, Monolith Soft) es toda una odisea. Son tantas las cosas que ofrece este juego que la facilidad con la que se puede perder el jugador supera a la mayoría de obras del género. Xenoblade Chronicles X no es un juego pensado para partidas breves, ni para no dedicarle prácticamente todo de nuestro tiempo de ocio.
Un Monolito hecho Videojuego
Es grande, largo, envolvente y capaz de hacernos perder la noción del tiempo. Si una partida centrada únicamente en la historia principal se puede prolongar unas 60 o 70 horas, llegar a hacer absolutamente todo lo que ofrece el juego puede rondar fácilmente las 200 horas. Cifras mareantes, desde luego, pero precisamente lo que hace especial a este juego es que todas y cada una de esas horas merecen la pena y dejan un gran sabor de boca.
Y eso, a pesar de que no se trata, en absoluto, de un juego fácil de afrontar. Es un título muy complejo que no deja de exigirle al usuario que dé cada vez más y más de sí mismo, lo cual resultará atractivo a los usuarios más curtidos en el género pero se puede hacer muy cuesta arriba a los neófitos que quieren realizar su primer acercamiento al rol o a la franquicia con esta entrega. Las particularidades empiezan ya desde el principio, cuando se hace patente que las diferencias con el juego de Wii son muy notorias y, aunque el juego transmite las mismas sensaciones que la entrega anterior, en realidad apenas se respetan unos conceptos básicos para contar una historia completamente nueva. Estamos en el año 2054 y la Tierra se ha visto destruida por culpa del enfrentamiento entre unas razas alienígenas. La humanidad construyó diversas naves arca para intentar evacuar a toda la gente del planeta, pero solo una consigue salir de su viejo hogar. Sin embargo, la travesía de dicha nave arca no es precisamente muy agradable, ya que acaba siendo derribada y cae en el planeta Mira, donde los últimos supervivientes de la humanidad se ven varados y obligados a sobrevivir en un nuevo hogar.
Es en este panorama donde el jugador tiene que crear a su personaje. A diferencia del capítulo anterior, aquí seremos el clásico personaje que no habla y al que podremos personalizar gracias a un completo editor, un aspecto que generó mucha polémica desde que se anunció por miedo a que eso supusiese un menor peso en la historia. Tras ver el resultado final en el juego, lo cierto es que el protagonista silencioso, si bien desentona en algunos momentos, tampoco está tan fuera de lugar. Eso sí, es preciso destacar antes de nada que la historia principal del juego es bastante inferior a la de la entrega de Wii y, en general, bastante genérica y olvidable. Cierto es que se esfuerza en ser algo más y, sobre todo en los últimos compases del juego, empiezan a sucederse los giros de guión y las sorpresas, aunque es innegable que se esperaba más de un título de Monolith.
¿El mayor espectáculo de Wii U?
Posiblemente, esto se debe a que el juego prioriza el disfrutar de su mundo, el vagar por sus parajes y el afrontar numerosas misiones secundarias. En cierto modo, es casi como un Monster Hunter o un MMO, en el que lo más interesante es mejorar tus habilidades y perderse horas y horas por los diferentes entornos del universo mientras se cumplen misiones secundarias de recadero y recolector. Tal es así, que para poder avanzar en la historia principal suele ser necesario completar diferentes misiones secundarias. Pero esto, curiosamente, no es un problema de cara al juego; puede que lastre ligeramente la historia, pero es cierto que el universo que se nos presenta en Xenoblade Chronicles es digno de ser explorado y anima a recorrerlo. Se trata de uno de los juegos más bellos de Wii U y de los más hermosos que se han visto en la industria en los últimos años. Una pequeña joya que hace que cada segundo que pasemos en Mira sea inolvidable.
Este espectacular apartado gráfico está acompañado, como no podía ser de otra forma, de una gran banda sonora que ayuda a redondear la capacidad de inmersión del título. Las composiciones de Hiroyuki Sawano son excepcionales y de las mejores que ha creado en su carrera; y eso es mucho decir, cuando tiene en su haber obras como Ataque a los Titanes o Kill la Kill. Xenoblade Chronicles X es un espectáculo audiovisual, un regalo para los sentidos que nos anima a ver qué sorpresas nos esperan en cada recoveco del planeta. Mención especial requiere la fauna autóctona, con unas criaturas tan bellas como imposibles y con un diseño capaz de impresionar y hacer que nos quedemos embobados viéndolas.
Que criaturas y entornos sean tan satisfactorios es algo bueno, ya que daremos muchas vueltas por el entorno para satisfacer todas las necesidades de las misiones secundarias que nos darán los habitantes de la ciudad. En las interacciones con otros personajes tendremos la posibilidad de decidir la línea de diálogo que prefiramos, lo cual podría tener cierta relevancia en algunas misiones secundarias (el resultado final de las mismas puede variar). Una pena que esto no se traslade a la historia principal, ya que más allá del microuniverso de cada misión nuestras misiones no afectarán a prácticamente nada.
Una maravillosa obra… con matices
Pero es aquí donde empiezan los problemas del juego, sobre todo de cara a los jugadores novatos. Para empezar, el inicio del juego es extremadamente lento y un tanto repetitivo. El salto cualitativo se produce a las pocas horas, cuando por fin tendremos acceso a los Skell y podremos movernos libremente por el escenario y ver cómo los combates de los personajes a pie adquieren tintes épicos dignos de los mejores animes de mechs. Esta paciencia inicial tiene recompensa, pero el principal problema lo encontramos al llevar muchas más horas de juego. Se trata de lo mal presentadas que están las habilidades y la evolución de los personajes. Las subidas de nivel son complejas y el juego no se molesta demasiado en explicárselo a los jugadores, lo cual puede implicar que lleguemos a determinados puntos de la aventura en los que la configuración de los personajes no sea la ideal por haber seguido rutas poco ideales. Esto tiene arreglo, ya que se tratará simplemente de seguir potenciando a los personajes y seleccionar las rutas ideales, pero perderemos muchas horas en el camino. Todo esto es algo no opcional, ya que el juego posee unos picos de dificultad muy pronunciados que nos obligarán a subir mucho de nivel (de forma similar a lo hecho en el juego de Wii).
En resumen, Xenoblade Chronicles X es un juego pensado para explorar, para perderse durante horas por sus bellos y exuberantes parajes, para afrontar cientos de misiones secundarias, para subir de nivel y para degustar con calma y tranquilidad. Sin embargo, es un juego demasiado exigente, que ayuda muy poco al jugador en la progresión del personaje y que castiga duramente los errores con varias horas de juego adicionales para recuperarnos de dicho error. Un título difícil para novatos, pero que hará las delicias de los expertos de un género que se revitaliza en Wii U. Aunque no sea un juego perfecto – está un peldaño por debajo del primer Xenoblade Chronicles, estamos ante un gran título de rol, con una gran capacidad de diversión, numerosas horas de juego y un acabado técnico impresionante. Una pena que su exigencia pueda provocar que muchos usuarios no lo disfruten plenamente o no se animen a darle la oportunidad que este juego se merece. [90]
osea, personaje mudo, historia genérica y olvidable y un montón de horas grindeando y haciendo de recadero, justo las cosas que me hicieron aborrecer los Jrpg.
Menuda maravilla de juego.
150h llevo dedicadas y todavia me queda historia para completarlo, muchas misiones secundarias y mucho tiempo tiempo que dedicar para perderme en su inmenso mapeado.
Tecnicamanete me parece sobresaliente, con ninguna caida de framerate, una distancia de dibujado brutal y una calidad de texturas muy buena teniendo en cuenta el HW sobre el que corre.
Creo que todos coincidimos en los grandes «peros» del titulo.
Por un lado su excesiva lentitud inicial para los «no iniciados» asi como la complejidad para las subidas de nivel, entender el tema de las brigadas, sondas, etc.
Su mecanica no es apta para todos los jugadores y espero que trabajen en eso de cara a futuras entregas.
Por mi parte, me gustaria añadir el gran fallo que le veo al juego: su modo online.
Un titulo de estas caracteristicas, con tintes MMO, deberia tener un modo cooperativo y no solo esas misiones de patrulla que saltan de forma esporadica y que se limitan a matar X enemigos para habilitar la zona cooperativa.
Entiendo que el modo campaña no sea cooperativo pero si que deberian haber habilitado un modo para poder farmear materiales, o incluso hacer misiones secundarias, de forma cooperativa.
En cualquier caso, un must have para cualquier usuario de WiiU.
Un juegazo que mira cara a cara, sin nada que enviar y superior en algunos aspectos, a algunos AAA de las otras actuales consolas de sobremesa.
Pues yo lo esperaba como agua de mayo, jugue dos o tres horas y no llego a engancharme en ningún momento y eso que me encantan los JRPG…
Y técnicamente no me parece un juego ni medio bueno. QUizás si hubiera salido al principio en Wii U… pero a estas alturas, por dios.
No hay nada ni medio parecido en el catálogo de Wii U, viene a cubrir un hueco.