La semana pasada Xbox puso sus cartas sobre la mesa de cara a la next gen en el Xbox Games Showcase, Sony ya lo hizo el mes pasado. La nueva generación de consolas está a la vuelta de la esquina, y hay ciertas actitudes relativas a estos soportes que ya iría siendo hora de dejar atrás. No espero cambiar nada con este texto, pero es algo sobre lo que llevo tiempo queriendo hablar.
Decía Chris Dring el jueves pasado en Gamesindustry que la guerra de consolas está muerta. “Microsoft, Sony y Nintendo están jugando al mismo juego pero compiten por diferentes trofeos”, comentaba. No puedo estar más de acuerdo. Las estrategias y los objetivos de las tres compañías son tan diferentes que ya no tiene sentido hablar de una guerra de consolas. Jim Ryan, CEO y presidente de Sony Interactive Enterteinment, declaró el año pasado que la idea de PlayStation es coger la comunidad de PS4 y hacer una transición a PS5 como nunca antes han hecho. Xbox no tiene esa prisa por vender Series X. Phil Spencer ya explicó hace un par de semanas que no busca obligar a nadie a comprar su soporte de nueva generación el día que quiera que lo compren. Ellos, de momento, prefieren hacer juegos que funcionen tanto en su consola actual como en la que llegará a finales de año. Además, tienen Game Pass, un servicio por suscripción que ofrece un catálogo brutal a un precio muy asequible y que ya cuenta con más de 10 millones de usuarios.
Sony y Microsoft llevan ya un tiempo apuntando en direcciones distintas, Nintendo más aún. Por supuesto que hay áreas en las que todavía se enfrentan, pero la guerra entre consolas es ya prácticamente inexistente. El problema es que la guerra entre los usuarios de las diferentes consolas, no solo no ha muerto, me da la sensación de que está más viva que nunca.
En esta generación han crecido creadores de contenido que no han hecho más que fomentar esta guerra entre usuarios, sin importarles la veracidad de la información que difunden, caer en hipocresía o decir verdaderos disparates para atacar al “bando opuesto”. A veces, incluso parece que ven ataques hacia su consola o sus exclusivos donde no los hay, solo para poder contraatacar y acusar de ‘pipero’ o ‘pilero’ (o cualquiera de esos términos absolutamente innecesarios y que si no conocéis, mucho mejor para vosotros) a quien le toque y generar una nueva polémica de la que alimentarse. Me preocupa porque, llegados a este punto, ya no sé si lo hacen a propósito o viven en una realidad paralela. Contra este tipo de personas que miente, insulta y manipula generando odio a su paso, lo mejor que se puede hacer es no consumir sus vídeos y alejarse lo máximo posible de sus canales.
Esto no es algo exclusivo de ciertos creadores de contenido o de sus cientos de miles de seguidores, ellos son solo un reflejo más radical de las actitudes que hay en la comunidad. Muchos usuarios son hooligans, mártires de una consola o una marca, que tomaron partido en algún momento y desde entonces las defienden con más o menos descaro, normalmente sin demasiada razón. No solo se trata de amor irracional por PlsyStation, Xbox o Nintendo —de ser así, todo quedaría en una visión sesgada y poco crítica del medio—, el problema es que con frecuencia ese amor se traduce en hate hacia el resto.
Esto no es fútbol, aquí no hay que posicionarse de lado de nadie, pero ahora parece que posicionarse es “divertido”. Sin ir más lejos, hace unas semanas podíamos ver por Twitter los hashtags #TeamEllie y #TeamAbby que se habían creado a raíz del lanzamiento de The Last of Us: Parte 2. Miles de personas se posicionaban de lado de uno de los dos personajes. Si habéis jugado lo nuevo de Naughty Dog, sabréis que este posicionamiento es un ejercicio diametralmente opuesto a lo que el juego quiere contarte, pero eso es lo que menos importa. Pues así con todo.
“Console War is over”, pero hay un sector muy ruidoso de la comunidad que parece empeñado en lo contrario ¿Qué sentido tiene seguir con esto? Es una guerra que no puede ser más absurda, porque esto no va de consolas, ni si quiera va de motores potentes o de gráficos, va de videojuegos y de disfrutarlos.