Este último CES 2015 trajo consigo un buen puñado de presentaciones interesantes, como viene siendo habitual. El mundo del videojuego tuvo mucho protagonismo y dos nuevos sistemas basados en Android han acaparado no pocas miradas. Conozcamos un poco más a OBox y W 3D, la consola y smartphone que pretenden cambiar las reglas del juego.
La compañía detrás de estos productos es Snail Games, uno de los proveedores más importantes de telefonía móvil en China, frontera que pretenden derribar temprano y poner rumbo a los Estados Unidos con estos nuevos dispositivos, que tienen una fecha prevista de lanzamiento a finales de este año. Europa, por otro lado, tendría que esperar a los primeros compases de 2016. Esto es lo que ha dicho uno de los directivos de Snail Games:
“Actualmente estamos trabajando para impulsar la tecnología de una manera diferente. Los videojuegos solían ser sinónimo de vanguardia tecnológica, pero Xbox One y PS4 se han quedado dos generaciones atrás en el procesamiento de datos y vídeo y llegarán a estar muy desfasadas tecnológicamente al final de su vida útil. Sin embargo, Obox permite a los jugadores intercambiar componentes como si de un PC se tratase; incluso soporta vídeo a 4K”.
OBox constará de un procesador NVIDIA Tegra K1 equipado con 4GB de RAM y hasta 4 Terabytes de almacenamiento. Tendrá conexión Wi-Fi y Lan, así como tres puertos HDMI. Además, contará con salida para 4K y 3D (la intención es que la propia OBox renderice los títulos sin que éste disponga de dicha tecnología tridimensional). Será capaz de correr juegos de PC y Android, algo parecido a lo que pudimos ver con NVIDIA Shield.
¿Qué hay sobre W 3D? Se trata de un potente smartphone con un panel de 5,5 pulgadas (desconocemos la tecnología que utilizará) con soporte 3D, 8 núcleos (tampoco conocemos la velocidad de su procesador), una cruceta de control, stick y cuatro botones de acción.