“Oh shit, here we go again!” Como bien dice el meme, y para no variar la constante que ha ido persiguiendo mi análisis desde hace un mes, hoy estoy aquí frente a ti, lector, para seguir contagiándote con mi amor por una de las sagas de jrpgs más de nicho que hay. Vamos a hablar de Atelier Sophie: The Alchemist of the Misterious Book DX. Atelier Sophie para abreviar.
Y vamos a por el cuarto
Creo que, de los Ateliers modernos, puedo decir que he probado casi todos. Me faltan algunos como Lulua o el Ryza original, pero en un año y medio he tenido la suerte (más casualidad que suerte) de encontrarme con la Dusk Trilogy, Atelier Ryza 2 y la trilogía que ahora me ocupa, la Mistery Trilogy. Es curioso que, pese a ser la misma saga, las diferencias a la hora de efectuar las mecánicas clave sean tan diferentes entre sí.
Para los que no hayáis leído los análisis anteriores pero tengáis curiosidad de empezar la saga por medio de la última entrega (que son ports de PS4 y Vita) os lo resumo: alquimia, búsqueda de materiales y una historia que no es realmente el centro pero que a mí, personalmente, me resulta entretenida. Un juego al que puedes jugar un rato más corto o más largo y pasártelo bien sin pensar mucho.
Esta es una de las cosas que más me gustan a mí de la saga. Como fan acérrimo del género, soy de los que considera que la trama es el apartado más importante de este tipo de juegos donde las mecánicas jugables suelen ser bastante obviables y repetitivas. Sin embargo, la gracia de este Atelier Sophie y, por tanto, del resto de la saga es precisamente esta repetición buscando conseguir mejores objetos y completar las misiones. Lo digo claramente: Atelier Sophie no es el mejor Atelier pero es el que más me ha gustado. Os explico por qué.
Anda, si este tiene trama desde el principio
Se que he dicho que la trama de esta saga es algo que podría escribir fácilmente una inteligencia artificial poco entrenada porque es muy plana, pero la de Atelier Sophie es un poquito más interesante que la de los otros juegos que he podido jugar. Sophie es una joven alquimista (como literalmente en todos los juegos) de la aldea de Kirchen Bell que entrena para convertirse en una profesional tan buena como lo fue su difunta abuela. Al poco de comenzar la historia, nuestra joven protagonista se encuentra dentro de su taller con un libro que pertenecía a su abuela. Este misterioso libro es muy peculiar ya que puede hablar y tiene personalidad. El objetivo del nuestro viaje será descubrir más sobre el libro ayudándolo a recuperar sus memorias de cuando era humano.
La trama es simple, sí, pero creo que es la única trama de las que he jugado que me ha generado interés a lo largo de toda la saga. El interés en Ryza 2 me venía por lo chulo que estaba explorar, ese pequeño momento de deducción que teníamos y que movía la trama entre esos momentos de impasse en los que nos dedicábamos a ser alquimistas y básicamente resolver los problemas de todo el que pasase por la puerta. Aquí es algo similar pero para menos gente y más cercana. Abandonando la gran ciudad por un pequeño pueblo en medio de la nada, la mayoría del avance de la trama se lleva a cabo interaccionando con nuestros amigos y gente cercana, poniendo mucho énfasis en el ciclo del reloj para que salgan los eventos.
Diferencias palpables con otros títulos de la saga
La cercanía reina dentro de la trama, que sigue un tono igual de tranquilo como en las anteriores entregas pero con mucho más énfasis en lo que es la trama principal. Me encantó Ryza 2 pero el juego no sabía en ningún momento que era lo que quería hacer y la pregunta constante de “¿Por qué estoy investigando ruinas?” no me la quitaba nada de la cabeza. Aquí queremos ayudar a Plachta, nuestro libro parlante, y no hay más que hablar. Toda la historia pasa por ahí, incluidas la gran mayoría de secundarias con el resto de personajes.
Que además, toman mayor protagonismo que en otras entregas por el medidor de amistad. Realizar submisiones que envuelvan sus historias personales les otorgarán nuevas habilidades pasivas muy interesantes y que facilitarán el juego. Que no es que sea muy difícil, pero es el primero al que me he tirado a por los enemigos opcionales y… mejor ir preparado porque te parten la cara. Esto se debe a la necesidad de sintetizarte los objetos lo mejor posible porque solo podemos llegar a nivel veinte con la experiencia. A partir de ahí dependes de lo bien equipado que vayas.
Un sistema de combate más táctico
En este juego además creo que es el primero de los Atelier a los que he jugado que premia más jugar con ataques básicos que usando habilidades. Ayesha tiraba por un battleplay más tirando al jrpg clásico, con turnos establecidos según la velocidad mientras que podíamos rotar entre los seis compañeros en el equipo metiéndolos en reserva (al estilo Final Fantasy X) mientras que Ryza 2, por otro lado, jugaba con ataques en tiempo real donde solo controlábamos a un personaje a la vez y premiaba usar combos para “romper” al rival y dejarlo atontado unos momentos.
Atelier Sophie entra como un hibrido de ambos. Con un equipo de cuatro (los dos anteriores mencionados juegan con tres personajes) y un sistema de turnos muy parecido al que veíamos en Final Fantasy X, atacar con nuestro equipo nos permite encadenar golpes con los personajes que ya han atacado y así hacer más daño. Podemos encadenar defensivamente u ofensivamente depende de la situación y cuanto más cargada esté la barra de enlace más potente será la cadena, pudiendo llegar a realizar un ataque o defensa a cuatro bastante devastador. El resultado es un combate que depende mucho de la táctica y tu equipación contra los bosses.
La mejor alquimia que he probado en la saga
Pero lo que más me gusta, aparte de cómo se desarrolla la historia, es la alquimia. Si la alquimia de Ayesha era muy básica y la de Ryza dependía de lo que hubieras desarrollado la rama de habilidades y los objetos que tuvieras, en Atelier Sophie se pone énfasis también en el tamaño de los materiales. Un material grande te dará más cantidad de puntos de esencia pero será más difícil encajarlo y viceversa. Además, conforme avancemos en la aventura podremos rotar los elementos y tener calderos con límite de tiempo lo que hará que prestemos especial atención a que materiales metemos para que síntesis.
Y además, la mecánica con la que descubrimos nuevas recetas es mi favorita de la saga. Ya no las desbloqueamos como un árbol de habilidades sin más sino que las misiones, investigaciones de campo y demás situaciones nos dan “ideas” para nuestra libretita donde apuntamos las recetas. Con esto tenemos que estar pendientes de las pistas que se nos dan, que mientras que algunas son fáciles otras requieren que pensemos en ciertas combinaciones de objetos hasta crear uno específico con ciertas propiedades heredadas de objetos base. Esto le da una capa de profundidad muy chula para los completistas como yo.
En cuanto al port de Switch
En todo lo demás, el port para Switch de este título es bastante 1 a 1 de la versión de PS4. Tiene ralentizaciones bastante sin sentido en ciertos momentos en modo portátil, pero nada en modo portátil. Por algún motivo se ve mucho mejor en portátil que Atelier Ryza 2, pero lo chaco a ese misterioso difuminado terriblemente molesto que le pusieron a ese título. Atelier Sophie se ve mejor en general en portátil que el otro, pero en sobremesa no hay color. Al final Sophie es un port de PS4 y Vita que a su vez es un port de PS3, así que es algo más cercano a Ayesha que a Ryza.
Y musicalmente es un Atelier, y ese eso es lo mejor. El estilo de música que ha acompañado a la saga desde siempre (y le he metido una escucha a todas sus bandas sonoras) parece sacado de un anime isekai. Músicas generalmente calmadas que transmiten sosiego y nos recuerdan al hogar; animadas con notas de comedia para las situaciones divertidas y épica para los momentos importantes. Una banda sonora que acompaña a la perfección.
En resumen
Atelier Sophie es, pese a ser un producto entre Ayesha y Ryza, el juego de la saga que más me ha gustado. Es igual de ligero que Ryza, eliminando el límite de tiempo para acabar el juego, pero a la vez se toma más en serio que este al igual que Ayesha. Un producto curioso cuanto más pues existe un personaje dentro del juego que aparece en Escha & Logy como protagonista pero que parece que pertenece a una línea temporal alternativa. En definitiva, tengo muchas ganas de continuar con esta trilogía y ver que le depara el futuro a Sophie y Plachta en próximos juegos como personajes secundarios. Por tanto, la nota que creo que el juego se merece es [80].