He pasado un rato pensando cuantas horas podía llevar jugadas a la demo de Bad Company, pero sinceramente, he perdido la cuenta… ¿30? ¿40?… No.. Seguro que son más, aunque no las suficientes para poder exprimir hasta el hastío el único escenario multiplayer de esta bendita demo.
Sé que Bad Company va a tener que someterse al yugo de toda la comunidad de fieles jugadores de CoD4 (que sois muchos y peligrosos), y que a buen seguro, de forma injusta será decapitado, y su cabeza desechada a ese capazo donde van a parar todos los fps bélicos que no se llaman CoD4 (es decir, el resto). Pero
amijos mios, … a estas alturas de la película, como que me da igual.
¿Qué me ha gustado tanto
de Bad Company (GOTY 2008)?
1. Un escenario mastodóntico (comparado con las ratoneras de CoD4), repleto de detalles, y con una calidad gráfica que nada tiene que envidiar al título de Infinity Ward.
2. Inmersión total: el caos que se genera en cada batalla me ha sorprendido más incluso que el impacto inicial que me produjo CoD4. La inclusión de helicópteros, tanques y artillería pesada, junto con la destrucción total de cualquier elemento del escenario (vegetación incluido) contribuye a la perfección a crear un ambiente de confusión y pánico totalmente inmersivo. Ahora más que nunca debes de tener mil ojos para controlar cada centímetro del vasto campo de batalla.
3. Los vehículos: Tanques con distintos calibres, lanchas, helicópteros, hummers, jeeps blindados, etc., todo un elenco de vehículos y armas pesadas de lo más completo, con un control muy sencillo (a excepción del maldito helicóptero), añadiendo la posibilidad de llevar a varios soldados en cada uno de ellos (y en distinto puesto). Destacar el ajuste de iluminación y color del escenario (así como del sonido) cuando optamos por la espectacular vista interna.
4. Estrategia: Ésto ya no es el juego del gato y el ratón. Ahora el nivel de compenetración con el resto de compañeros durante la partida se hace más importante que nunca, y casi nos obliga a preparar con antelación una estrategia de ataque/defensa, por lo cual deberemos estar en contacto continuo (vía cascos y micro) con nuestro pelotón. En Bad Company, una partida bien organizada desde el inicio junto a una compenetración adecuada, son factores decisivos y claves para la victoria.
5. Destrucción: Mucha destrucción… las físicas de B.C. se han mejorado notablemente respecto a la nefasta beta que tuve ocasión de probar hace unos meses, y permiten deleitarnos con una capacidad para modificar todas las edificaciones realmente impresionante. Es digno de contemplar como tras la perdida de una posición defensiva, todo el escenario queda
totalmente destruido y casi irreconocible al volver a pasar por la misma zona.
En
B.C. ya no es seguro parapetarse en una casa o edificio. En cualquier momento la pared sobre la que tan seguro crees estar cae ante ti gracias a la
artillería o a un tanque que te ha visto asomar por una ventana. No hay ningún sitio seguro.
6. Sonido: Calificaría de sublime como se ha tratado el sonido en B.C., desde la música de introducción, hasta el sonido de eco en el interior de las construcciones, pasando por la música que podemos escuchar al coger algunos vehículos, y terminando con los espectaculares efectos de sonido en el interior de los tanques. Un trabajo para quitarse el sombrero.
En resumidas cuentas, EA ha mejorado la beta de Bad Company hasta puntos insospechados, y ha dado un giro de 180º a todo lo que pudimos testear en aquel proyecto de juego.
Esta entrega de Battlefield es -a mi entender- el mejor fps de esta generación. buy viagra online Divertido, intenso y apasionante como ninguno.