El Musou es un género muy particular, de esos que amas u odias. En mi caso casi siempre me ha dejado algo indiferente, y tan solo cuando se ha cruzado con una IP interesante, como en el caso de Dragon Quest o Zelda, me ha llamado la atención.
Machacabotones con fondo de armario
Berserk and the Band of the Hawk cumplía el requisito de estar basado en una franquicia carismática, así que me apetecía probarlo. Y no me ha decepcionado ni lo más mínimo, hasta el punto que lo considero el Musou más atractivo al que le he dado hasta el momento. Cientos de enemigos minion que te obligarán a gastar el botón de ataque mientras exploras los escenarios en la búsqueda de rivales con algo de entidad que te permitan seguir avanzando en la historia, desbloquear personajes y objetos. Una fórmula muchas veces vista antes, que aquí me ha entrado bastante mejor que en los Dynasty Warriors o Dragon Quest, por ejemplo, básicamente por lo bien que queda licencia en la que se basa.
Gráficamente cumple sin florituras. Aunque dista de ser un título espectacular, y en ocasiones paga el precio de tener a tantísimos personajes en pantalla con alguna puntualísima ralentización, sí que resuelve bien la papeleta de colocar en pantalla muchísimos personajes, además de ir intercalando secuencias de anime bastante efectistas.
Un control 100% arcade
Los ataques especiales de los personajes de los protagonistas están precedidos por animaciones especialmente espectaculares, aunque corren el riesgo de resultar repetitivas a base de ir utilizándolas de manera contínua durante los combates. Además, destacaría lo oportuno del factor gore, presente en casi cada muerte, que hace las veces de guinda de los combates multitudinarios. Por cierto,las personas más sensibles quizá prefieran desactivarlo, estando la opción disponible al iniciar la partida.
Sobre el control, Berserk and the Band of the Hawk no se anda por las ramas, y el simple repiqueteo de botones nos servirá, al menos en los niveles bajos de dificultad, para enviar al más allá a cuanto incauto se nos ponga por delante, sin necesidad de cubrirnos o escapar de los ataques. Muy agradecido en ese sentido, ya que el reto de mantener el interés teniendo en cuenta el gran número de oleadas de enemigos a los que nos enfrentaremos ya es suficiente desafío para mi.
Del sonido me ha gustado especialmente que la pista de diálogos sea en japonés. No hay otra, a no ser que esté escondida – pero la original esuna pista con muchísima fuerza y que remarca la personalidad de los interesantes personajes que componen el entramado de Berserk and the Band of the Hawk.
Minions con una función
Respecto a los ataques especiales, destacar que ponen de relieve que la presencia de los cientos de enemigos incapaces aparentemente de dañarnos tiene un fin. Este no es otro que darnos la posibilidad de habilitar, a fuerza de liquidar a un buen número de ellos, los movimientos de carga que podremos utilizar contra los rivales de mayor entidad.
Además del Modo Historia, que podría considerarse como el principal del juego y en el que se sigue el guión de Berserk, hay disponibles dos modos más:
- Modo Libre, que nos permite rejugar un nivel que ya hayamos superado pero sin ninguna limitación a la hora de escoger con qué personaje vamos a hacer la nueva pasada, incluyendo a los que no forman parte de la propia Banda como Zodd.
- Modo Endless Eclipse: enfréntate a hordas de zombies que parecen no acabar nunca en el que quizá sea el modo más desafiante de Berserk and the Band of the Hawk, aunque también el que más recompensas ofrece por salir victorioso en la sesión de rondas de combate en el Infierno.
Conclusión
La obra de Kentarou Miura sirve de pretexto para justificar Berserk and the Band of the Hawk, un arcade intenso, frenético, entretenido, pero que brilla especialmente – al menos para mi – gracias a la IP en la que se basa, una IP que proporciona un elenco de carismáticos personajes, además de un buen número de giros que ofrece un interés tangible al jugador por avanzar en la historia y seguir repartiendo mamporros, algo que, sin el marco de la saga, acabaría convirtiéndose en algo mucho menos interesante mucho antes. Así, el marco acaba siendo más interesante que el cuadro en si, pero el cuadro no está del todo mal. Sin duda, el Musou que más me ha gustado de cuantos he probado hasta la fecha.