Nota: El consejo de siempre, si no quieres spoilers, no veas el siguiente vídeo…
Bioshock Infinite va a ser muy pero que muy Bioshock. Sólo hay que ver los 15 minutos de vídeo de la demo que se pudo jugar en el pasado E3 para convencerse que el espíritu Bioshock está ahí. El espíritu… Y algo más. Kevin Levine, guionista de la franquicia, intenta no arruinar la experiencia, pero ya ha soltado cosillas como que la coletilla de Infinite no está escogida al azar, sino que tiene mucho que ver con el desenlace de la Historia.
Los 15 minutos corresponden al tercer nivel del juego completo, aunque el bueno de Kevin ha asegurado que seguramente habrá cambios y sorpresas para evitar que el jugador que haya destripado la demo sienta que lo conoce todo. Uno de los elementos jugables más interesantes, a priori, de Bioshock Infinite son los raíles que comunican las diferentes plataformas sobre las que están construídos los edificios. Y es que Columbia, la ciudad del juego de 2K, es una ciudad voladora, lo que ha propiciado que la gente de 2K se haya sacado de la manga un sistema de transporte tan espectacular como funcional. Un sistema que estuvo a punto de ser cercenado del proyecto, el mismo cruel destino que los Big Daddies en el primer Bioshock esquivaron por los pelos. Suerte que Levine y sus chicos siempre escuchan a sus fans… no como nosotros (pronunciado con voz de Speaker).