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Blizzard Arcade Collection, celebrando 30 años de historia

blizzard arcade collection

Como pasa el tiempo. Hace 30 años Blizzard, esa compañía que nos ha traído tan buenos personajes, mundos, historias y cinemáticas celebra este importante hito con Blizzard Arcade Collection. Un recopilatorio que contiene tres de sus primeros títulos, para disfrutarlos como si estuviéramos en aquellas épocas.

Blizzard antes de ser Blizzard

Antes de tener ser la empresa actual, esta compañía californiana tenía el nombre de Silicon & Synapse y fue con ese nombre que lanzaron algunos de los títulos que conforman esta Blizzard Arcade Collection, les hablo de Rock N Roll Racing, The Lost Vikings y Blackthorne. Desde ahí se cimentaron algunas de las bases de las franquicias que ya conocemos.

Esta colección no es una remasterización, es más un recopilatorio de dichos títulos, con algunas mejoras visuales y esteticas, pero nos da la posibilidad de conocer las versiones de dichos juegos antes de los retoques, ya que cada uno de los títulos nos da la opción de ejecutar una versión diferente a la mejorada.

Viviendo otras épocas

Esta colección viene a ser una suerte de recordatorio de aquellas épocas donde los juegos no solían ser tan fáciles o bonitos. No teníamos opciones de guardado, de ahí que se siguen manejando claves para continuar donde nos quedamos, y algunas mecánicas son bastante toscas, en especial las de Blackthorne.

En lo personal supe de Blizzard ya en su épocas de Diablo, así que nunca tuve la oportunidad de probar alguno de estos títulos, pero debo admitir que me llevaron a recordar aquellas épocas del SNES y trajeron una sonrisa a mi rostro.

Autos y Rock

Rock N Roll Racing es un juego muy simple de carreras, donde competimos en diferentes mundos y pistas con el fin de obtener puntos y dinero. Esto a su vez nos permite mejorar nuestro vehículo y también avanzar al siguiente planeta, donde nuevas competencias y enemigos más feroces nos esperan.

Todo esto acompañado por interesantes tonadas de Rock que ambienta la competencia. De igual manera el título termina siendo un reto para los sentidos, ya que muchas veces las texturas nos juegan una mala y confusa pasada.

The Lost Vikings

En lo personal, el juego que más disfruté dentro del Blizzard Arcade Collection es este. Tres vikingos se encuentran perdidos en el espacio y cada uno cuenta con habilidades puntuales, que deben ser usadas al tiempo. Es necesario que los tres lleguen a la salida si queremos continuar en el nivel, mientras superamos acertijos muy interesantes.

En este título ya se nota algo de la jugabilidad que Blizzard suele poner en sus juegos, sencilla pero adictiva. Un título sumamente divertido que vale la pena, a pesar que en switch, sus controles pueden llegar a ser algo confusos.

Luchando por sobrevivir

Blackthorne es el último juego de esta colección y lo que más me gustó de este fue su historia. Comenzamos a ver personajes con motivaciones, un mundo que explorar y enemigos con pintas algo conocidas, como orcos y trolls. En cuanto a mecánicas, el juego me recordó mucho a príncipe de Persia de los 90.

Es difícil volver a acostumbrarse a personajes con tan poca movilidad y algo torpes, pero una vez le tomas ritmo resulta siendo entretenido y a su vez desafiante, ya que los enemigos no la ponen nada fácil durante los enfrentamientos, y las mismas mecánicas por momentos juegan una mala pasada.

Conclusiones

Blizzard Arcade Collection resulta ser un recopilatorio muy interesante de la historia de la compañía antes de lo que todos conocemos y/o escuchamos. A pesar de no tener mejoras jugables, los títulos que vienen allí se disfrutan bastante, y para algunos, como en mi caso, puede resultar en un bonito viaje al pasado.

No todo es perfecto, algunos controles no fueron bien adaptados a la Nintendo Switch, y el sistema de claves puede ser confuso para algunos, en especial si cierras las aplicación y quieres regresar al punto donde quedaste.

En cuanto a contenido me parece interesante que las demás versiones de cada juego se encuentren presentes, ya que es una buena manera de conocer cómo eran originalmente, no solo los juegos, sino también las ideas del estudio en aquellos momentos.

Diría que es una colección interesante, pero no esencial. Los fieles seguidores de Blizzard probablemente la disfruten bastante, al igual aquellos que gustan de estas aventuras retro, pero si buscas algo más moderno, en cuanto a mecánicas o estética, entonces este no es tu juego.

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