Codemasters apuesta de nuevo por un coche ganador, análisis F1 2018

Codemasters suma y sigue. Otro año más, el videojuego oficial del deporte rey del automovilismo llega con la intención de recrear el campeonato del mundo de Fórmula 1 en nuestro salón. F1 2018 ya es una realidad, y llega con la intención de hacerse con la Pole Position del género. 

La F1, un género en si misma

Revs (1984),  Pole Position (1983), Ayrton Senna’s Super Monaco GP II (1992), Formula One Grand Prix (1992) F-1 World Grand Prix (1998), F1 Career Challenge (2003) … La máxima categoría del automovilismo nos ha dejado un sinfín de videojuegos a través de los años. Algunos mejores, otros no tanto, pero, en cualquier caso, son más de treinta años los que llevamos disfrutando sobre la pista.

Desde Nelson Piquet hasta Fernando Alonso, pasando por mitos como Michael Schumacher, Niki Lauda o Alain Prost, entre otros. Desde las rectas de Long Beach hasta el excéntrico Circuito Callejero de Bakú. Han sido muchas temporadas, aunque es hora de centrarnos en la actual, que parece destinada a disputarse entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. 

El estudio británico lleva nada más y nada menos que una década a los mandos de una franquicia que, después de atravesar un período de luces y sombras, durante los últimos años ha logrado alcanzar un nivel superlativo. Desde 2015, cada entrega fue afianzando y puliendo una fórmula —nunca mejor dicho— que ha logrado conquistar a un público exigente y que siempre quiere más, aunque no siempre haya llovido al gusto de todos. Por suerte, esa incertidumbre es cosa del pasado y actualmente, la saga no hace más que refinar un conjunto sólido y sin fisuras. 

F1 2018, que llega el próximo 24 de agosto a PS4, Xbox One y PC, vuelve con la intención de apostar por una combinación que no falla: realismo, exigencia y personalización. Ponerse al volante de un monoplaza no es nada fácil ¡que se lo digan a Fernando Alonso! Para aquellos usuarios que deseen experimentar la exigencia con la que tienen que lidiar los pilotos, el juego puede ajustarse a unos parámetros completamente realistas, dando lugar a una experiencia en la que el más mínimo despiste puede poner fin a todas sus aspiraciones. 

La F1, más que un deporte

Como bien sabe todo aficionado a la Fórmula 1, estamos ante un deporte en el que, a día de hoy, no todo empieza y acaba sobre el asfalto. De hecho, son muchos los terrenos en los que un piloto se ve obligado a involucrarse, interesándose por prácticamente todos los aspectos que rodean a lo que luego se disputa en la pista: mecánica, desarrollo del vehículo, investigación y desarrollo, relaciones con la prensa… Hay quien dice que hemos llegado a un punto en el que tenemos un deporte completamente desvirtuado, despojado de su esencia más básica. Sea como fuere, las cosas son cómo son, y Codemasters ha puesto todo de su parte para que experimentemos en nuestras carnes lo mismo que cualquier piloto durante su día a día. 

Un año más, F1 2018 vuelve a poner toda la carne en el asador en lo que al modo carrera se refiere. El sistema de I+D —o investigación y desarrollo— que vimos en la anterior entrega se convirtió en un añadido de peso a la hora de implicarnos en los diferentes sectores que forman una escudería. En esta ocasión, las mecánicas de progresión no solo continúan presentes; han sido pulidas con la intención de ofrecernos una experiencia mucho más dinámica y menos tediosa. Como si de un RPG se tratara, conforme vamos trabajando obtenemos puntos de experiencia que podemos destinar a mejorar diversos aspectos del monoplaza, como la durabilidad del motor o la aerodinámica, entre otros. Un sistema que logra sumergirnos en lo que hoy día es la F1: algo que va mucho más allá de salir a competir a la pista.

En los tiempos que corren, las relaciones con la prensa son un factor más que debemos cuidar en todo deporte, y Codemasters ha querido hacer hincapié en la importancia que puede llegar a tener lo que contestemos durante las muchas entrevistas con las que nos toca lidiar. Un aspecto que se ve reflejado en la moral de nuestros compañeros de equipo. Preguntas acerca de nuestras sensaciones previas a un Gran Premio, el coche o los resultados obtenidos después de una clasificación, ante las que más nos vale tener la cabeza fría y pensar bien lo que estamos a punto de transmitir a los demás.

Novedades realistas

Siguiendo con el realismo que caracteriza a la franquicia, este año no podía faltar una de las novedades más llamativas de la presente temporada: el nuevo halo. Se trata de una pieza fabricada con titanio de grado 5, un elemento habitualmente empleado en la industria aeroespacial. Hay que decir que en F1 2018 podemos optar por eliminarlo, en aras de ganar una mayor visibilidad, quedando en un mero elemento estético, por así decirlo. Aunque la sensación de realismo es más que evidente, hay que decir que cuesta acostumbrarse a pilotar con el halo acoplado a nuestro vehículo.

En cuanto a la conducción, y como no podía ser de otra forma, Codemasters no ha hecho más que refinar un sistema de control que ha ido mejorando con los años. F1 2018 es una delicia a los mandos, capaz de adaptarse a cualquier perfil de jugador. Si eres un purista que desea experimentar algo muy cercano a lo que siente un piloto en la pista, puedes desactivar todas las ayudas y correr con la preocupación de que el más mínimo despiste pondrá fin a tus aspiraciones.

Si, por el contrario, eres un jugador ocasional que solo quiere acercarse a lo que ofrece este deporte sin demasiadas preocupaciones, tienes un sinfín de ajustes a tu disposición para dar lugar a una experiencia mucho más amigable. Una vez más, el estudio británico acierta de pleno en este sentido, haciendo que cualquier usuario pueda disfrutar plenamente del juego.

Un garaje histórico

Además, este año se ha hecho especial hincapié en los siempre atractivos vehículos clásicos, algo que no solo nos permite disfrutar de coches que han trascendido en el tiempo; también impactan directamente en la jugabilidad, y es que no es lo mismo ponernos al volante del Mercedes F1 W09 Lewis Hamilton, que hacer lo propio a bordo del McLaren M23-D con el que James Hunt conquistó el Campeonato del Mundo en 1976. F1 2018 cuenta con un buen puñado de vehículos clásicos, entre los que podemos encontrar auténticas piezas de museo. Un derroche de fanservice que hará las delicias de cualquier amante del automovilismo.

La nueva entrega de la saga de Codemasters es una apuesta segura no solo para los amantes de este deporte; lo es para cualquier aficionado a los juegos de conducción. Con el paso de los años, el estudio británico continúa puliendo un conjunto adaptable a todos los públicos, tanto al más exigente que desee experimentar el realismo de la fórmula 1 en su salón, como al más ocasional que solo pretenda disfrutar de una carrera sin preocuparse demasiado por otros aspectos. Las cotas de realismo que caracterizan a la franquicia se elevan una vez más mientras el modo carrera cobra más protagonismo que nunca. F1 2018 revalida su trono y se convierte en uno de los mejores juegos de conducción de la presente generación. [90]

      • Por fin un análisis a la altura de la propia evolución de los F1s de CM… Ojalá se hubiese analizado de la misma manera el F1 2017. Y es que CM no para de buscar el realismo entrega tras entrega le pese a quien le pese. Un saludo : )

  1. Pingback: Making Headlines With F1® 2018’s Reviews - FUSION Squad

  2. Gran análisis. Solo dos apuntes. Pones que se lanza el 24 de septiembre y es el 24 de agosto, y añadir al repaso histórico los cuatro juegos de Geoff Crammond (desde 1992), durante muchos años los reyes de este subgénero.

  3. ¡Gran analisis de Roberto Pineda! MUCHO más coherente y acorde al realismo que viene dando CM en sus F1s desde el 2015. ¡Felicidades! : )))

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