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Need for Speed Most Wanted

Need for Speed Most Wanted

A veces, lo mejor que puedes decir de un juego es que es lo que parece. A muchos de los que disfrutamos en su día de Burnout Paradise, este nuevo Most Wanted nos recuerda a aquel título que nos mantuvo entretenidos durante semanas y que además, Criterion se encargó de azotarlo durante varios meses para que no decayera. Ahora hemos podido tener en nuestras manos el nuevo NFS y os contamos lo que nos ha parecido.

Hace unos días, estuvimos en el evento que organizó Electronic Arts en sus oficinas de Madrid para mostrar a la prensa como va el desarrollo de Most Wanted, además de el nuevo Medal of Honor, del que ya os hemos contado también lo que nos ha parecido. La pequeña presentación del juego la realizó Doug McConkey, Marketing Manager del título en Criterion, insistiendo en la idea de como aumenta la diversión de un título cuando se juega con amigos, como todo gira alrededor de convertirte en el primero en las listas de puntuaciones y por tanto, en el más buscado por la comunidad y como facilitar la interacción con el título para aumentar la rapidez a la hora de jugar, sin perder un segundo cuando entremos a una partida en configuraciones y menús.

Lo primero que llama la atención por tanto -y parece una tontería- es como han implementado el sistema de menu de opciones dentro de la partida. Ahora ya no hará falta interrumpir el juego para cambiar un elemento del coche (o el vehículo entero), viajar de golpe al otro lado de la ciudad sin atravesar esta o para dejar de lado una carrera y sumergirnos en el modo libre para explorar la ciudad en busca de otros retos. Todo estará ahí arriba. En un sobrio menú, como podría ser el de cualquier página HTML, que no molesta y que nos permitirá realizar todas las acciones durante la misma partida, con tan solo apretar un botón y parar un momento de correr. Evidentemente no es el mayor logro del planeta, pero si lo juntamos con la mejora en el sistema Autolog y nuestra conexión online, se forma un pack perfecto para que no podamos parar de jugar en ningún momento, ya que nos saldrá todo tipo de clasificaciones, puntuaciones a batir, etc, etc. Todo de una manera totalmente dinámica y que no molesta en ningún momento.

En cuanto al juego en si, pudimos jugar un rato al modo offline, el cual nos dejaba en medio de una carrera -que por supuesto podíamos interrumpir y pasar a hacer cualquier otra cosa- de las que conocemos en todos los arcades por llegar el primero de un punto a otro de la ciudad en el menor tiempo posible. Ahí estaban los Takedowns, los choques, los vehículos en sentido contrario, gasolineras para recuperar energía y como no, la policía tras nuestros pies, junto a pruebas con checkpoints cambiantes o retos de acrobacias y derrapes. El juego va totalmente fluido gracias al motor Frostbite 2, independientemente del número de coches, edificios y tortazos que haya en cualquier momento. Eso si, se pudo notar bastante efecto popping en la lejanía a la hora de dibujar edificios -al menos en la versión PS3 en la que jugábamos. Cuando estás jugando, ni te enteras, pero cuando ves a alguien si es notorio, aunque no terrible o molesto. Suponemos que esto lo acaben solucionando

Es el único defecto que pude encontrar al juego en todo el rato que estuve allí, porque el control es perfecto para un arcade de este tipo -y conocido ya por todos- y la cantidad de cosas que podías realizar ya de principio podía dejarte -si querías- durante un par de horas cacharreando. En el juego final, Doug hizo referencia a la hora de que tendremos a nuestra disposición todos los vehículos desde el primer momento y que simplemente utilizarlos, estará en nuestra propia pericia a la hora de encontrar los vehículos en el extenso mapeado del juego, como si se tratase de cualquier sandbox al uso donde encontraramos, por ejemplo, un bazooka. Solo con acercarte a el, ya formará parte de tu garaje y cada coche te dará paso a una serie de pruebas exclusivas de cada uno, además de adaptarse mejor a ciertas pruebas, como es natural. Esto se ve perfectamente en los primeros segundos del siguiente vídeo:

Este punto no es realmente exacto, ya que habrá 10 coches que serán verdaderamente difíciles de conseguir y además, tendrán alguna misión asignada si los conseguimos. Otra cosa que te llama la atención cuando estás jugando respecto a Paradise, es el motor de colisiones. Ahora, al igual que pasó en Hot Pursuit, estas se realizan con el motor del juego y no hay pre-renderizaciones como ocurría en Paradise. Se pierde espectáculo -no vamos a negar que aquellos choques de Paradise eran la «real polla», ¡con perdón!-, pero se gana en rapidez de acción a la hora de volver al frenesí de la carrera. Una cosa por la otra. Además, como ya sabéis, en Most Wanted contaremos con modelos de coches reales y no adaptaciones como ocurría en Paradise. Así tendremos Ford Mustangs, BMW, Nissan, Porsche (¡hola Turn 10!), «Lambos», Lexus, Pagani, Dodge, etc, etc.

La partida online, transcurrió basicamente con lo mismo que se ha visto en la pasada Gamescom. Nos juntaron al grupeto de turno, y todos a correr por ver quien llega primero destrozando los cuernos y la virilidad de los demás lo antes posible, mientras pasábamos a toda leche por checkpoints y controles policiales cada uno con el coche que más le gustara para la ocasión y preparando el nitro y las piezas a gusto. Ensalada de takedowns y si eras un poco afortunado, entrabas en los mejores registros, lo cual en el juego te reportará puntos para tu perfil y en algunas pruebas, hasta que tu fotografía aparezca en una de las vallas, todo para aumentar nuestro prestigio online.

También tuvimos posibilidad de probar la adaptación del juego para PlayStation Vita. La verdad es que el juego se mueve estupendamente en la pequeña de Sony y tiene una calidad más que notable. Los responsables prometieron que tendremos el mapeado del juego de sobremesa en su totalidad y además algunas misiones y funciones extra exclusivas de esta conversión. En el poco rato que pude cogerla, no pude ponerle demasiadas pegas, salvo un control algo más ligero que dificulta un tanto la conducción y alguna cosa rara que hacían los coches cuando apretabas el nitro, como ponerse totalmente de lado sin venir mucho a cuento, pero el trabajo visual es muy notable.

En definitiva, Need for Speed Most Wanted no es más que un Burnout Paradise pasado por la turmix de los cuatro años que han pasado desde que se lanzó el probablemente mejor arcade de carreras de esta generación -hasta la fecha- online convertidas en el ya famoso Autolog de la compañía. ¿Nada más?. Dudo que Criterion tenga las manos tan libres ahora como por entonces, para ir mejorando el juego durante casi un año a base de parches y DLC’s gratuitos como se consiguió en su día de forma excelente para mantener a una comunidad de usuarios enganchada durante meses, porque el mercado ya sabemos como está ahora mismo y no se va a dar ese factor. Pero lo han solucionado como se vió en Hot Pursuit con el fantástico Autolog para estar picado 24×7 y ahora lo vemos brillar muchísimo con el nuevo motor gráfico y todas sus mejoras. Echaré de menos Paradise City, pero… sinceramente ¿Alguien necesita más en una arcade de conducción? Os aseguro que personalmente, no.

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