Desde primera hora de la mañana ya se respiraba olor a Nintendo en el ambiente de la sala Milk Studio, por la zona de Delicias en Madrid. Los transeúntes y barrenderos miraban sorprendidos al Mario enorme que acompañaba a los participantes.
Las puertas del “estadio” de la gloria se abrían para nosotros.
Desde ese momento, hasta el comienzo del torneo en sí, más de hora y media de retraso, que no sabemos cómo no ha afectado al horario previsto (bueno, si lo sabemos: la duración estimada era excesiva, el campeonato se ha hecho corto). Durante ese periodo, aquellos equipos que tenían más de tres lectores para participar, tenían que decidir quienes lo hacían mediante una formula similar a la usada después. Nosotros, el AB United, íbamos justos: Javier, Diego e Iván como lectores, y un servidor como capitán.
Antes de que comenzara todo, tomó la palabra José María de la Fuente, presidente de ASEFOSAM, agrupación de fontaneros y otros profesionales, que ha nombrado a Mario socio de honor por sus 28 de dedicación a la profesión (aunque sea una fontanería algo peculiar). Ademas, estaba presente su antecesor, José Funes, el primer socio de honor de la entidad, con cuarenta años de experiencia, todo un maestro de la profesión.
El sistema para la clasificación era: de 3 partidas, las 2 primeras se hacían en el modo libre, a ver quién conseguía más puntos (todo vale: monedas, objetos, enemigos, fastidiar a los rivales para que no consiguieran algo), saliendo aquel en ultimo puesto; la ultima, en modo cazamonedas, entre los 2 participantes restantes. Obviamente, el objetivo era conseguir el mayor número de monedas. En caso de que todos muriéramos, se repetía una vez; a la siguiente, ya se hacía en cazamonedas, fuera como fuera la anterior. En todas las partidas el nivel estaba decidido de antemano, en un movimiento de Nintendo por hacer más emocionantes los encuentros.
Llegaba la hora de la verdad: 60 participantes (de 128 iniciales antes de la eliminatoria), de 15 medios online distintos, íbamos a vernos las caras…
El primero en “sudar” la camiseta (su mensaje ha debido de desanimar a mis rivales) he sido yo, con una primera ronda normalita, cuya última partida gané por más de 30 monedas de diferencia.
Después jugó Javier, quien tras una primera partida en la que sobrevivió, no pudo repetir la hazaña, y cayó en primera ronda. Tras él le tocó a Diego, quien también ganó todas esas primeras fases, dando 3 victorias adicionales al AB United, que ya empezaba a ponerse en cabeza. Por desgracia, y al igual que Javier, Diego cayó en el segundo encuentro. Huelga decir que esas dos victorias han sido igualmente importantes para el resultado del equipo.
En la segunda ronda los ánimos ya estaban por las nubes, con decenas de hinchas animando a sus figuras y jaleando los mejores movimientos. No con poca tensión, he vuelto a coger el mando el primero de mi equipo, y tras unas partidas iniciales sin mucho que destacar, al final de la ultima mano he estado a punto de ser eliminado, pero el haber empezado fuerte me ha permitido salvar el pescuezo con diez monedas de diferencia. Iván también aquí ha vuelto a arrasar llevándose las cuatro partidas con una facilidad pasmosa.
Y así, por increíble que (nos) parezca, el equipo Akihabara Blues United lograba meter en la final a dos de sus integrantes. Envueltos por el público y sus gritos, la primera partida ya ha sido una muestra de un gran nivel de plataformeo, tras la que los miembros de la casa manteníamos el tipo. Pero como era de esperar en la ultima ronda, uno de los niveles a jugar era el 8-7, una auténtica locura de fase, en la que morir es asombrosamente “fácil”.
Por tanto, pasó lo que tenía que pasar: La palmamos todos (el que escribe el primero, para qué ocultarlo). Por tanto, tocaba una muerte súbita improvisada, en el nivel 1-1, pero en modo cazamonedas. Desgraciadamente, aquí yo he jugado fatal, perdiendo vida tras vida, incluso una obtenida cuando ya estaba fuera, y he sido el siguiente eliminado, con lo que llegaban a la finalísima Iván, uno de nuestros lectores, y Guillermo Andia, idem de DSWii.es.
Esta última partida, también en modo cazamonedas, se ha jugado donde (creo) todas las demás: La casa encantada de los Boo. La cuál tiene una particularidad, y es que las monedas no salen directamente, sino que hay que tocar su silueta para que aparezcan, lo que da pie a una estrategia más elaborada de lo que cabe pensar. Ademas, una plataforma se encarga de dejarnos en caída libre durante varios momentos, con lo que saber (o intuir) dónde van a estar la mayoría de monedas, o la grande (que vale por 10), era crucial.
Tras unos minutos de total nerviosismo, Iván ha conseguido hacerse con el primer premio, usando la táctica que casi me elimina a mi en la segunda ronda: Correr para dejar fuera de la pantalla al rival, con lo que una vez muerto, ha sido muy cuidadoso de no tocar la burbuja en la que se encontraba este, para impedirle así obtener más monedas mientras el las recogía.
Así es como hemos conseguido los premios de mejor equipo (si no me fallan las cuentas, con 18 victorias; 1000 € a repartir), tercer individual (servidor, me llevo una Wii negra con Resort y Motion Plus, ademas del juego –lo que me encaloma su análisis (Nota de Kristian: Cuánta razón tienes XD)), y primer individual o campeón absoluto del torneo (1000 € solo para él; habíamos planeado repartirnos los 1500 del primer y segundo puesto, pero no ha podido ser… XD). Y eso sin contar una agradable y entretenida mañana de “vicio del bueno”, como suelo decir, entre colegas y jugones.
Hasta aquí la crónica del que ha sido un gran día en la historia de este blog. Ni Eurocopas, ni mundiales, ni “na de na”. AkihabaraBlues United tiene el mejor equipo de New Super Mario Bros. Wii de Madrid (y alrededores). Ahí es nada.
Por último, damos las gracias a Nintendo por esta genial iniciativa, y le animamos a repetirla. Seguro que asistentes no le faltan.