Con The Ringed City (La Ciudad Anillada) nos adentramos en el final de la saga Dark Souls, con multitud de incógnitas de la última entrega todavía sin resolver y un primer DLC, Ashes of Ariandel, un poco corto de duración, más le vale a From Software darle un final digno a la aventura.
Una saga legendaria
Parece que haya llovido mucho desde que se lanzó Dark Souls, entrega con la que muchos perdíamos la virginidad en los juegos de Miyazaki. Ya sé que muchos jugadores de bien ya habían catado antes los conceptos de esta saga en Demon Souls pero… muchos la conocimos aquí, ¿No hay problema, no? Sea como sea, lo que está claro que todos tardamos poco en morir. El subtítulo Prepare to Die con el que se lanzaría la edición completa de la primera entrega con su DLC estaba muy bien escogido, pues sin duda no haríamos otra cosa en la aventura. Las sensaciones que experimentamos la primera vez que jugamos a un Souls y nos sorprende son muy difíciles de repetir, por eso cada primera experiencia en un juego de la saga es única y merece la pena no autospoilearse viendo gameplays.
Aún recuerdo las tardes del verano pasado, yo cogí la saga cuando ya se lanzaba Scholars of the First Sin en PC, un poco tarde ya lo sé, enfrentándome a Artorias en el DLC del primer juego, intento tras intento hasta que al final memoricé la música de fondo y cada uno de sus movimientos como el leer o el ir en bicicleta. Y, dios mío, la sensación cuando lo derroté. Creo que cambiaría pocas cosas por eso, y que realmente pocas veces he sentido algo parecido en un juego. Creo que ambas sensaciones, la de dejarte sorprender por el juego y la de vencer aquél jefe tan complicado, es algo inherente a la saga. Me salté Dark Souls 2, jamás me llamó la atención, y Bloodborne, pues no tengo PS4. El caso de Bloodborne es muy distinto al de DS2, ardo en deseos de jugarlo algún día y escasamente he visto algún gameplay del juego.
El carisma del Creador
Así que recibí con gran alegría y entusiasmo el regreso de Miyazaki a la que iba a ser la última entrega de la saga, Dark Souls 3. Quizá esto sea una sensación personal y me llaméis manco, pero pese a que muchos aspectos del juego me parecen increíbles, noté un bajón en la calidad de los jefes. Y me explico. Durante la mayor parte de la aventura los sientes poderosos y desafiantes, pero llega un punto en el que From Software ya no ha sabido incrementar la dificultad de los jefes, y ahora hace que se curen a tope y tengas que derrotarlos en varias ocasiones. Leyendo los comentarios y los análisis de Ashes of Ariandel llegué a pensar que también era un bajón de DLC, se ve que es corto en contenido y su jefe lleva más allá esta forma de incrementar la dificultad. Un amigo me decía que los DLCs de Dark Souls 2 eran muy buenos, quizá From Software también ha dado un bajón en este aspecto.
¿Un cierre a la altura?
Pero hay algo en este The Ringed City (La Ciudad Anillada) que me cautiva, todavía hay varias líneas argumentales del Dark Souls 3 que cerrar (la historia de los Ángeles por ejemplo) y otra cosa no, pero curiosidad no me falta. Vamos a viajar al Fin del Mundo, los trailers pintan genial, nuevas armas, hechizos, y lugares para pegarnos con otros jugadores (aunque requiera tener el DLC anterior para poder utilizarlos, decisión que no es del agrado de muchos). A saber que horrores nos tiene preparados From Software.
Espero que sea un buen DLC, que levante un poco los ánimos de la comunidad tras un Ashes of Ariandel un poco por debajo de lo esperado. No sólo es el cierre de Dark Souls 3, sino de toda la franquicia Dark Souls, y le he cogido mucho cariño a la serie como para ignorar el final de esta. A ver si nos sorprende con algo From Software en este E3; y que, sea lo que sea, llegue a PC. Por favor.