Cualquiera que esté un poco puesto en la industria del videojuego muy probablemente haya oído hablar de los retrasos de algunos de los pesos pesados de este 2020. Concretamente, de los casos de Final Fantasy VII Remake, Cyberpunk 2077, Marvel’s Avengers y Dying Light.
Normalmente, retrasar un juego a escasos meses de su salida supone un mazazo para los fans. Muchos se quejan de la noticia mientras que otros confían en el estudio para pulir bien el título y dar lo mejor de sí cuando este salga a la venta. Hay también un tercer grupo, mucho más caótico y paranoico, que cree que el retraso se debe a que algo no va bien con el juego o no acaba de convencer al publisher de turno, por lo que comienza a sospechar. Es cierto que un retraso puede deberse a muchas razones, pero también es cierto que casi nunca se debe a que el juego, y más si está cerca de su fecha inicial de lanzamiento, vaya a ser una mierda. Más que juzgar o alimentar los rumores, deberíamos buscar el porqué de este retraso y en qué puede afectar al título que llevamos meses, o incluso años, esperando.
We have important news regarding Cyberpunk 2077’s release date we’d like to share with you today. pic.twitter.com/aWdtR0grYV
— CD PROJEKT RED (@CDPROJEKTRED) January 16, 2020
De retrasos va la cosa
Como norma general, los principales perjudicados a la hora de retrasar un juego no son los usuarios. Si es verdad que la industria del entretenimiento gira en torno a su público, también lo es que en ella trabajan personas de carne y hueso que se esfuerzan día a día por sacar un producto lo más refinado y bueno posible. Hay fans que parecen olvidar ese pequeño detalle, y el fandom en esta industria puede ser tremendamente destructivo, sin importar el daño que pueda causar con sus críticas a esas personitas que están construyendo algo que el fan pueda disfrutar. Lleva pasando durante muchos años y no creo que la tendencia vaya a ir a menos. Es el precio a pagar por el increíble crecimiento de la industria del videojuego durante estos últimos años.
No obstante, volviendo al tema de los retrasos, hay una serie de factores que hay que tener en cuenta cuando se retrasa un videojuego. El principal de ellos y, por lo tanto, el fundamental, es la magnitud del proyecto que se está desarrollando. En estos casos conretos, es evidente que la ambición es un punto importante. Además, Final Fantasy VII Remake tiene casi la obligación de hacerlo bien (por poco que me guste decir esto) por los muchos años de “espera” de los fans para ver el remake de la séptima entrega de Final Fantasy hecho realidad. En el caso de Cyberpunk 2077, CD Projekt Red se ve en la necesidad de crear un juego que, como poco, llegue a la altura de The Witcher 3, por lo que la presión no debe de ser pequeña. Por su parte, Marvel’s Avengers ve cómo la presión reside en lo que ha conseguido Marvel en los últimos diez años con su universo cinematográfico y en las expectativas del fandom con el título.
El temido Crunch
A día de hoy, parece lógico asumir que una gran parte de los juegos anunciados se va a retrasar. Los tiempos de desarrollo de los triple A son ahora más largos que antes, ya que la industria ha crecido y, con ello, los productos que salen de ella. Sin embargo, no hay que olvidar a los principales damnificados –a priori– por el retraso de un juego: los desarrolladores. Muchas veces tendemos a pensar que una obra nos pertenece por el mero hecho de jugarla, pero no hay nada más lejos de la realidad. Los jugadores somos meros consumidores, no tenemos ningún derecho a establecer cualquier tipo de relación de posesión con una obra, ya que es algo que, a pesar de hacerse para nosotros, no lo hacemos nosotros mismos.
Se ha visto en numerosas ocasiones cómo un proyecto se ve retrasado e, inmediatamente después, comienzan los rumores y el recelo acerca del porqué. No nos damos cuenta, pero estos rumores sin ningún tipo de fundamento pueden causar un gran daño al estudio y, por ende, a los desarrolladores, quien muy probablemente se vean obligados a trabajar horas extra a causa del retraso. Lo que nos lleva a otro de los grandes problemas de la industria que muchos dirigentes parecen querer ignorar o normalizar: el Crunch.
Es evidente que las horas extra no pertenecen únicamente a la industria del videojuego, pero sí que es bastante típico el término “Crunch” dentro de la misma para aludir a estas horas de trabajo y esfuerzo de más que, normalmente, no se ven lo suficientemente recompensadas. Es posible que se dé el caso de que un juego se retrase para dar aire a sus desarrolladores y dejar que respiren un poco, una práctica que no dejaré de aplaudir, ya que, si falla la planificación previa, habrá que cambiar el enfoque y no forzar a los empleados. No obstante, un retraso supone un golpe para e estudio y, por lo tanto, más presión y más horas extra para los trabajadores de dicha compañía. Incluso desde CD Projekt Red han llegado a reconocer que, con el retraso de Cyberpunk 2077 a septiembre, ahora se enfrentan a varios meses de Crunch.
A romper la rueda
Con todo esto, no pretendo decir que los retrasos son siempre malos y signifiquen Crunch para los desarrolladores, sino, más bien, que hay una gran posibilidad de que esto sea así. Una mala planificación o imprevistos que nadie espera pueden afectar tremendamente a los tiempos de desarrollo y retrasar el lanzamiento de un título. No obstante, esto también significa que hay que ser comprensivos con los estudios de desarrollo de videojuegos, ya que no es un proceso fácil que se ajuste siempre a las mismas pautas, porque cada título es un mundo.
La Industria del Videojuego ha crecido muchísimo, eso es innegable, pero prácticas como el Crunch, asociado bien a la filosofía de un estudio, al plan de trabajo o a circunstancias inesperadas que llevan al retraso del juego, tienen que ir desapareciendo, ya que son los desarrolladores los que mantienen la industria viva. Los usuarios pueden tener voz y voto, por supuesto, pero también es su responsabilidad ser comprensivos y empatizar con aquellas personas que hacen sus juegos favoritos realidad. Es conveniente para todos, desarrolladores y usuarios, que esta rueda de retrasos y el Crunch se rompa para no sufrir en nuestras carnes los efectos de estas situaciones.