Habéis leído bien, Kinect, ese objeto indispensable con el que Microsoft se tocaba demasiado, ya no es obligatorio para Xbox One. Un nuevo giro para la nueva consola de Microsoft que ya en poco se parece a la que nos presentaron hace unos meses.
Según ha dicho Marc Whitten a IGN, “la consola seguirá funcionando cuando la cámara no esté conectada” eso sí, el bueno de Marc advierte que nos perderemos todas las bondades de la realidad aumentada que nos ofrecerá Kinect.
Por lo que podemos deducir, podremos desactivar el uso de Kinect en las opciones de la consola, deshabilitando por completo las funciones de los sensores del cachivache.
Ahora bien, lo que yo me pregunto ahora es… ¿qué es Xbox One? Porque ya no queda nada de lo que se presentó en el pasado E3. La bajada de pantalones de Microsoft es tan descomunal que la reputación de la marca ha quedado en un estado lamentable, y es que, ¿quién nos asegura que MS no quiere ahora aumentar las ventas de la salida de la consola y revoquen todas sus modificaciones para chupar las pollas pelotear a las compañías en un futuro no tan lejano?
Gracias, Meristation.