Muchos palos le están cayendo a Destiny, hasta el punto que Metacritic refleja una media más propia de un juego mediocre que de lo que llevo horas jugando con compañeros de AKB como Ray, Wiwo, jaumeAV o Gina Zero. Para mi, Destiny es un grandísimo juego y divertidísimo, a la altura de esos juegos que se te quedan grabados en cada generación.
Y es que Destiny no será revolucionario, ni siquiera original – es una versión FPS y Next-Gen de los ¿olvidados? Phantasy Star Online -, pero es tremendamente divertido, adictivo y con ese toque épico que hace que cuando no lo estés jugando estés contando las horas que te quedan hasta poder volver a hacerlo.
Destiny, epicidad maltratada
Es por ello que no puedo compartir muchas de las notas que está recibiendo Destiny, notas que, en mi opinión, podrían estar provocadas por la decisión de Activision de no repartir las copias de review entre la prensa hasta el último momento, casi coincidiendo con el lanzamiento del videojuego, impidiendo así que hubiera análisis publicados cuando Destiny se puso a la venta. Puedo llegar a entender los 8 como el que le ha dado Salva en Meri – acepto que es repetitivo, que no es especialmente brillante a nivel técnico (pero sí artísticamente), que las cargas son largas, que hay pocos niveles y que no es el game changer que se prometía y que parece no haber evolucionado mucho desde la Beta – pero notas por debajo de ese 8, lo que conllevaría pasar de considerarlo Muy Bueno a Bueno o Regular, me hacen sentir como si los analistas hubieran jugado a un juego diferente.
Destiny ha puesto de manifiesto que es mucho más divertido ponerte morado de muertes, aunque sean de personajes controlados por la CPU, que el liquidarte sin ton ni son en partidas multijugador enfrentado a otros humanos. Es uno de los alicientes de los MMO, que tan poco se han prodigado en consolas, un género con el que el juego de Bungie comparte muchos puntos.
Menospreciar a Destiny como han hecho Polygon o Gamespot, con sendos 60, es menospreciar a la legión de jugadores que estamos enganchados en el mundo virtual que ocupa el imaginario de la compañía que creó el Universo de el Jefe Maestro. Puntuar a la baja por una hipotética vendetta justificaría, imo, decisiones similares de Activision en el futuro.