Destiny para PS4, impresiones con su Alpha

Uno de los aspectos más interesantes del pasado E3 fue la posibilidad de probar casi de inmediato dos de los juegos más resonantes, mostrados en diversas presentaciones. Hablamos de Battlefield Hardline, y el juego que nos ocupa en este artículo, Destiny, gracias a distintos programas de acceso anticipado para la consola en la que probamos el juego: PS4.

Destiny

Customización a tope en un mundo gigantesco. Destiny es mi FPS.

Sin lugar a dudas el próximo título de Bungie se perfila como uno de los juegos más anticipados de los últimos años, tanto así que Activision lo espera agua de mayo invirtiendo cantidades monstruosas de dinero en marketing ante la necesidad de que Destiny sea un suceso comercial, habida cuenta de lo depredado y desgastado que está su otrora caballo de batalla, Call of Duty.

Desde que ha sido anunciado hasta el día de hoy, semanas después del cierre de la fase Alpha, el equipo de Bungie ha intentado –sin éxito- explicar de qué la va Destiny, ofreciendo conceptos vagos o cuasi fantásticos que bien podrían haber salido de la mente del fenomenal parodista conocido como Peter Molydeux. Y lo primero que debemos decir luego de jugar unas cuantas horas con Destiny es que en realidad, el juego es mucho más sencillo de explicar de lo que parece.

Entonces ¿Qué es Destiny?

Si suena demasiado bien es porque en efecto, lo es. Destiny es básicamente el sistema de misiones y concepto de juego popularizado en Borderlands, combinado con una jugabilidad con sabor a Halo bajo los efectos de esteroides; un estilo estético que se sirve del universo de Master Chief como también del de Mass Effect por partes iguales; enmarcado en los preceptos más clásicos y característicos de los MMORPG: lo que implica un profundo sistema de niveles y habilidades, como también personalización de nuestros avatares en cuanto a su equipo, armamento y poderes especiales únicos.

Y como todo buen juego de rol masivo en línea, empezamos seleccionando la raza de nuestro Guardián, buscando una pizca de individualidad entre las cortas opciones referidas a la caracterización de nuestro personaje. No hay mucho realmente que destacar por aquí: un par de presets para cada rostro, esquema de colores y nada más. Junto con la selección de la raza, toca decidir qué clase queremos utilizar: titán, brujo o cazador. Sin embargo, un detalle que caracteriza a Destiny es que las armas no están sujetas según la clase elegida, sino que son comunes para todas. La diferencia entre cada clase reside en la forma de progresar en el árbol de habilidades.

Teóricamente, con suficiente tiempo de juego, es posible lograr auténticos híbridos gracias a la flexibilidad en la personalización de habilidades. Al saltar a la acción recibimos el primer impacto que Destiny tiene para nosotros, y es que a pesar de tratarse de un build en estado Alpha, el acabado técnico que posee es alucinante. Antigua Rusia es el escenario en el que empezamos a jugar; un entorno que pudimos conocer gracias a los primeros documentos de diseño que Bungie develó hace algunos meses. Esta región de la Tierra, poseedora de una desoladora belleza, supo ser una potencia en lo que refiere a la tecnología de exploración espacial.

Así es que presenta una buena cantidad de variantes ya sea en elementos geográficos como también en cuanto a zonas que explorar: cañones, áridas planicies, bases y plantas abandonadas, naves estrelladas, un complejo sistema de cuevas y mucho más. Gracias al excelente motor gráfico del juego podremos verlo todo en extremo detalle sin detrimento de performance alguno, donde lo que más nos llama la atención es la distancia de dibujado que logra en nuestra PS4 sin sacrificar un ápice en la complejidad de las texturas y los modelos.

Quien nos invita a iniciar la travesía en estas tierras es ni más ni menos que nuestro flotante compañero de aventuras: la caja fantasma, un artefacto provisto de inteligencia artificial cuya principal función será la de orientarnos en todo momento respecto a la ubicación de las numerosas actividades y objetivos que Destiny nos ofrece –que son muchos y variados-, además de darnos información de forma constante respecto a los distintos entornos, elementos y enemigos, quedándose lo mejor para el final: la posibilidad de invocar una especie de moto aérea que nos servirá para viajar largos trayectos en la menor cantidad de tiempo posible.

Sin darnos cuenta, estamos inmersos dentro de uno de los modos de juego que Destiny tiene para ofrecernos: el modo Exploración. Similar al modo “libre” en los MMORPG, nuestro objetivo reconocer el terreno y completar misiones provenientes de las distintas balizas desperdigadas por el mapa o bien desde La Torre (hablaremos de ella luego). Estas pequeñas misiones pueden ser encaradas de forma solitaria o hasta con dos compañeros de equipo. Justo es decir que ocasionalmente, se pueden unir a nuestra causa distintos pelotones foráneos que coexisten en nuestra misma partida, optando con absoluta libertad si nos ayudan en nuestras asignaciones o no. En estos grandiosos momentos de cooperación innata, Destiny encuentra alguno de sus puntos más relucientes.

El modo Exploración logra un marcado sentido de libertad total: en parte por lo generoso de la extensión de Antigua Rusia, en parte por el concepto propio de los juegos sandbox interpretado a la perfección por Bungie, donde el único “pero” a tanta libertad lo ponen las peligrosas criaturas de alto nivel que pululan por ciertas zonas recónditas, ante las cuales no tenemos chance alguna.

De manera inmediata, al iniciar nuestra primera asignación somos abordados por un grupo de enemigos de la facción Fallen  (una de las tantas que tendrá Destiny). Es ahí, cuando se producen los primeros intercambios de fuego cruzado, donde aflora el pedigrí de Bungie: resulta evidente que estos chicos saben lo que hacen. Aunque el fluir de la acción tiene Halo en todo su ADN, lo cierto es que lograron hacer que la respuesta del control sea mejor aún, dotando al juego de una cadencia más intensa, incorporando a diferencia de Halo, el uso de ironsights como para darle un toque de legitimidad y vigencia. No tiene sentido explayarse demasiado: lo mejor que se puede decir respecto a lo bien resuelto que está el aspecto jugable, es que literalmente, olvidamos que llevamos un control en las manos: asimilamos todas las acciones de forma natural.

Cada Guardián tendrá la posibilidad de llevar tres tipos de arma: principal, secundaria y pesada. No hay municiones específicas para cada una de ellas, sino que éstas se dividen en las mismas tres categorías, identificables por el color del paquete que las contiene. Casualmente, luego de cargarnos al primer pelotón de fallen, éste el loot con el que nos encontramos: una buena cantidad de municiones. De cualquier manera esto sólo el principio: si nos dejamos llevar por la curiosidad y la belleza del entorno que nos rodea, rápidamente caeremos en manos de diversos escuadrones de piratas que no dudarán en darnos pelea al instante de vernos merodeando por ahí. Los frenéticos e intensos combates serán una constante, ya que Antigua Rusia está plagado de enemigos y peligros.

El formidable apartado jugable y la logradísima sensación de control son de forma inequívoca lo que nos mantiene enganchados en la pantalla, repasando una y otra vez cada zona del extenso mapa en busca de nuevos desafíos, en busca de un loot más jugoso en forma de armas difíciles de encontrar, armaduras y demás. La jugabilidad, es el punto más fuerte de Destiny.

La Torre es nuestro próximo destino tras completar el primer set de misiones. Cada guardián posee una nave propia que le permite entrar en órbita, seleccionando desde allí distintas locaciones que visitar. La Torre es el enclave de los Guardianes y es también el equivalente a las zonas “sociales” de los MMORPG donde está vedado cualquier atisbo de actividad PvP. La perspectiva del juego cambia ya que la cámara adopta la posición de tercera persona, donde Destiny termina de parecer un RPG en línea con todas las de la Ley.

Aquí podremos intercambiar armaduras, armamento, mejorar nuestro equipo o bien decodificar planos obtenidos en algunas misiones, que nos permiten acceder a versiones raras o únicas de las mismas armas de fuego y blindaje disponibles en el juego. También podremos aceptar asignaciones más orientadas a la historia que Destiny tiene para contarnos, de la cual en esta versión Alpha se nos ha mostrado poco y nada.

Luego de merodear un rato por La Torre, volvemos a la órbita terrestre para elegir un nuevo destino. Desde ya que si lo deseamos, podemos retomar la exploración libre seleccionando la ubicación correspondiente a dicho modo de juego, pero si nuestro nivel nos lo permite podemos optar por iniciar una misión denominada Asalto.

Estas misiones son el equivalente a los dungeons en los MMORPG donde a diferencia del modo Exploración, la acción se desarrolla en un lugar más bien cerrado. Nuestro objetivo es recorrer toda la extensión del nivel, enfrentando enemigos mucho más duros que los que encontramos anteriormente. Aquí también aparece una segunda facción –los Hive– que casualmente están enfrentados a muerte con los Fallen, rivalidad que podemos aprovechar incluso en batalla, dejando que se eliminen entre ellos.

Las misiones de Asalto son de lo mejor que tiene Destiny gracias al desafío que implican, como también a la fuerte impronta de trabajo en equipo, puesto que nos enfrentaremos a dos poderosos jefes finales que jugando al llanero solitario, son prácticamente imposibles de derrotar.

Por último encontramos el modo Crisol: el equivalente a las arenas PvP. Como no podía ser de otra manera, competiremos con el mismo avatar que afrontamos el resto de los modos de juego, utilizando todos los elementos obtenidos y poderes según nuestro nivel, tal y como indican las reglas de los MMORPG. El único modo de enfrentamiento disponible en esta versión es el clásico “Capturar y Mantener”, en donde seis jugadores de cada lado se disputarán distintos puntos del mapa. Nuevamente sentimos el pedigrí de Bungie desde lo bien ideado que se encuentra el nivel como también en el ritmo de la acción, más frenético si se quiere, sensación acentuada por el sencillo hecho de enfrentar otros Guardianes, lo que implica prepararnos para otras reglas de juego, gracias a sus formidables capacidades para el combate.

Las primeras sensaciones luego de jugar Destiny en esta reducida versión son por demás satisfactorias. De la minúscula fracción de contenido al que Bungie nos permitió acceder, logré extraer al menos unas veinte horas de diversión absoluta, explorando todo cuanto pude, repitiendo una y otra vez las misiones de Asalto: tan buenas en su concepto y ejecución que no nos cansamos de ellas. Tristemente, el capado de nivel se queda en el 9 llegando a tocar techo demasiado rápido. Mi inventario está repleto de fusiles, rifles de francotirador, cañones y armaduras legendarias que no puedo utilizar ya que piden de entrada el doble o triple del nivel máximo que somos capaces de conseguir.

Desde luego, es imposible aventurarnos a confirmar que Destiny será un éxito absoluto ya que todavía tiene algunos ajustes que realizar: la forma en la que reaparecen los enemigos en el escenario es arbitraria y se siente algo desbalanceada, situación que también sucede con el loot que dejan enemigos, desproporcionados respecto a lo que nos cuesta eliminarlos.

Tampoco queda clara la forma en la que se integrarán otros jugadores dentro del universo; Destiny promete ser un mundo persistente y sin embargo, al menos en esta versión, son más bien pocos los jugadores dentro de nuestra sesión, y los mentados “eventos públicos”, en donde el juego debería conectar muchos pelotones dentro de un mismo servidor, se sienten realmente vacíos y limitados en cuanto a su propuesta de juego.

Más allá de estos detalles, Destiny tiene elementos muy bien resueltos íntimamente relacionados con su jugabilidad, pero también con la dinámica que tiene el juego en su totalidad: estaremos recibiendo de forma constante nuevas actividades para hacer y el nivel de nuestro avatar y sus habilidades no sólo están definidos por la experiencia obtenida con cada ataque y cada misión completada, sino por la repetición de ciertas acciones durante el juego, sin dejar afuera los chispazos de acción cooperativa con pelotones desconocidos, uniendo su potencia de fuego con la nuestra para lograr cumplir el objetivo final. La nueva creación de Bungie se sienta plácidamente sobre bases muy sólidas y de gran potencial; allí es cuando en cierta manera, logramos comprender por qué Activision tiene tanta fe puesta en él.

A modo más personal, los días desde que el acceso a la versión Alpha llegó a su fin se han sentido ciertamente, bastante largos: no veo la hora de poder volver a montar mi “moto flotante” junto a un par de amigos y zambullirme de nuevo a la aventura. Destiny ha logrado lo que pocos juegos en estos últimos meses, llevándome al punto de añorarlo. No falta mucho para el reencuentro: el próximo 17 de Julio se abre el acceso a la versión beta durante un lapso de dos semanas, donde regresaremos con más impresiones en el caso de que haya mejoras o nuevos contenidos que merezcan la pena ser compartidos.

  1. Yo ya estoy contando las horas para la BETA.

    PD: Buen texto, si señor, creo que no te has quedado nada en el tintero, es mas, cuando lo estaba leyendo… me daba la sensación de estar viviéndolo otra vez de cuando jugué a la ALFA.

    • Muchas gracias por la lectura y tu comentario!
      Afortunadamente sólo faltan unas cuatro horas para poder regresar a Destiny, y ver qué tanto han cambiado las cosas desde la versión Alpha.

      Se comenta que Bungie está considerando la idea de que el progreso obtenido en la beta se transfiera de alguna forma a la versión final, lo cual da indicios de que probablemente, beta contenga mucho más para hacer que antes!

  2. Tengo unas ganas locas de verlo… Si finalmente me pasan un codigo. Eso si, me habria gustado que el factor Halo estuviera menos presente.

    • Pues no se que decirte, yo, que vengo de XBO360 y he jugado a todos los HALO terminando asqueado de ellos… DESTINY me parece buenísimo y sin tanto «factor HALO», si, cierto es que los combates te pueden recordar a HALO pero solo recuerdan, nada mas, en DESTINY está todo mas implementado de forma mas natural digamos, y gracias a que esta gente trabajó en los juegos de HALO han podido conseguir algo realmente bueno, de hecho… si DESTINY lo hubiese creado otra compañía… no se como habría sido el resultado final.

      Lo que mas me gusta de lo que he podido probar de DESTINY es que todas las cosas están en su sitio, todo funciona tremendamente bien y es muy efectivo todo, está todo muy bien pensado, y eso hablando de la ALPHA, en el juego final… espero quedar gratamente sorprendido y satisfecho, a mi al menos me parece un producto muy sólido y muy acabado, aunque también espero un mundo rico y variado.

    • Es que Halo está presente de una forma muy liviana. Es justo decir que la jugabilidad se siente mucho mejor que en los juegos de Master Chief, más actual y ajustada. Y lo digo habiendo jugado a todos los títulos de esa maravillosa saga.

      Es decir, al jugarlo te das cuenta al instante de que indefectiblemente, es un título creado por Bungie.

      Gracias por la lectura!

      • Al final me pasaron un codigo y pude probar la beta anoche. La sensación ha sido buena a falta de ver como se desarrolla el multi, y las posibilidades finales que ofrecera su mundo. Es este primer contacto, no deja de ser un shooter más. Muy sólido, gráficamente excelente y mucho mas jugable que los halo, aunque ese dejavu esta muy presente.

        Le dare un poco más esta tarde a ver si saco unas conclusiones mas claras, aunque me temo que como alfa se va a quedar muy corta para el concepto de juego que Bungie quiere enseñar.

        • Ayer empecé a jugar la Beta y ciertamente me está gustando mucho. A diferencia del Alpha, en este caso tenemos toda la introducción al mundo y las misiones empujado a base de historia pura.

          Noté mejoras en la performance, noté también que hay nuevos contenidos, como los segmentos «Darkness» que desactivan el respawn. Muy interesante.

          Claro que sólo pude echarle unas horas, me falta explorar bastante más.

  3. Me habia colado.. lo que he probado es la beta… y unas partidas despues, me esta resultando confuso respecto a la parte online/single… me hago mayor.

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