Muy pocos se hubieran arriesgado a desarrollar un juego narrativo y por episodios después de que los años maravillosos de ese género pasaron. Adhoc Studio decidió tomar el riesgo y el resultado es Dispatch, un juego maduro, interesante y con unos minijuegos sumamente adictivos.
Toda la carne en el asador
Dispatch es un juego de otra época. Una historia de superhéroes, cuando el género anda de capa caída. Con estructura narrativa, cuando el gran referente, Telltale Games, desapareció, resucitó y se perdió de nuevo. Para rematar el juego es episódico, algo que aparentemente ya pasó de moda.
¿Qué podría salir mal?. Por fortuna nada. Dispatch, en mi caso, no me convenció al principio, pero a partir del capítulo tres la historia tiene una serie de situaciones y nos obliga a tomar decisiones que hacen difícil poderlo soltar. A esto se suma un gran reparto y un minijuego de asignación de tareas que engancha de inmediato.
Adhoc Studio se fue a por todas y el riesgo ha valido la pena. Las decisiones que se toman tienen un impacto importante, no solo para la historia, sino también para las tareas como despachador y pueden llevar a diferentes desenlaces. A esto debe sumarse un reparto potente encabezado por el conocido Aaron Paul.
Héroe sin poderes
Robert es conocido en este mundo como Mechaman. Un hombre con una armadura que lucha contra el mal, hasta que pierde el núcleo de energía de su traje. Desde ese momento se convierte en una persona del común, un héroe sin poderes al que le ofrecen trabajo como despachador.
A cargo tiene un grupo de villanos en rehabilitación, cada uno más patán que el anterior, pero algunos con poderosas habilidades que pueden ser usadas para el bien. Nuestra labor consiste en hacerlos trabajar en equipo, pero también manejar sus actitudes fuera del trabajo.
Despachar es lo mejor del juego
Lo dije durante mis impresiones y lo sostengo. Dispatch no ofrece tanto como quisiera la opción de realizar tareas de despachador. Maximo se realiza dos veces por capítulo, pero el sistema está tan bien implementado que sería genial poderlo jugar a demanda.
El proceso consiste en enviar héroes a zonas de misión. Cada una tiene un límite máximo de personajes. Cada personaje cuenta con seis habilidades puntuadas del 1 al 10 y el éxito de cada misión depende de seleccionar las habilidades correctas para la situación presentada. En algunos casos la fuerza soluciona todo, pero en otros la velocidad o el intelecto son la clave.
Cuando el resultado es exitoso el personaje recibe una gran dosis de experiencia, pero la derrota puede significar menos experiencia y un estado alterado del héroe. Cuando una tarea termina esta se evalúa y el personaje no estará disponible mientras llega a la base.
Algunas misiones se pueden complicar y es necesario tomar decisiones, que también dependen del puntaje de habilidad. Una vez termina el turno se suman los éxitos y derrotas, lo que aumenta nuestro nivel como despachador.
Personajes interesantes
El otro aspecto que hace grande a Dispatch son sus personajes y la manera como se involucran en la historia. Algunos tendrán más protagonismo que otros dependiendo de nuestras decisiones y a pesar de que el juego busca llevarnos por cierto camino, es fácil salir de dicha especie de imposición.
Me encanta que el juego toque temas de adultos en un mundo de superhéroes. No solo es el sexo o la violencia, sino la vida misma, la perdida y la rutina. En algún momento hice referencia a Invincible, pero por fortuna este juego toma su propio camino y Fenómeno, que me parecía una copia de Omni man, es muy diferente.
El villano también tiene su encanto. Un personaje que precisamente busca el núcleo de poder que da vida al robot de Mechaman y que tiene la habilidad de predecir lo que va a suceder con cierto porcentaje de acierto.
Todo por la narrativa
No sé hasta qué punto hacerlo mal durante las misiones de despacho puede afectar la historia, pero parece que no hay manera de hacerlo tan mal que simplemente el juego te lleve a una pantalla de game over.
No dejo de insistir que lo mejor de Dispatch son esos momentos asignando tareas a los héroes, pero si las cosas van mal el juego busca la manera de enderezar las cosas, todo por mantener el camino de la narrativa. En dos ocasiones estuve al borde del fracaso, pero mágicamente las cosas se enderezaron.
Lo mismo sucede con los QTE, que no son excesivos y siento que se implementaron en los momentos indicados, pero puedes fallar algunos y la historia continúa como si nada.
Conclusión
En mi caso Dispatch comenzó lento y me enganchó por minijuego más que por la historia en sí. Eso hasta el capítulo tres, donde la trama toma más forma y las decisiones tienen más impacto.
Es un juego donde la narrativa manda y a pesar de que posible equivocarse al momento de asignar las misiones o durante los QTE, el título busca la manera de enderezar el rumbo, por momentos incluso buscando que sigamos un camino predeterminado.
Por fortuna el título engancha y en mi caso siempre procuré hacerlo lo mejor posible asignando las tareas y tomando las decisiones que yo quería, lo que llevó a un desenlace interesante, que deja la puerta abierta a una segunda temporada (de la que ya hay rumores).
Dispatch demuestra que tanto los superhéroes como los juegos de corte narrativo tienen un espacio, siempre y cuando las historias sean coherentes, entretenidas y maduras. Quien quita este sea el primer paso para que un género en apariencia muerto logre resucitar.[80]








Menuda pintaza loca tiene este.