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El dilema de las notas: Eurogamer dejará de utilizarlas en sus análisis

Halo

Halo

Vivimos tiempos convulsos en lo que al periodismo y la crítica de videojuegos se refiere. Las constantes actualizaciones, los contenidos descargables, versiones tempranas de juegos sobre los que ponemos nuestras manos antes de su lanzamiento oficial mediante “early access”, juegos en línea, MMO’s. La tecnología avanza como un coloso a pasos agigantados y las formas de uso y disfrute de nuestro hobby cambian y se actualizan constantemente. Es por ello que el analizarlos se hace cada vez más complejo y enrevesado debido a la enorme cantidad de elementos que se deben tener en cuenta y Eurogamer parece haber dado un paso adelante.

En la mañana del día de ayer conocíamos la noticia de que una de las páginas de videojuegos con más repercusión y reconocimiento del panorama actual, Eurogamer, va a dejar de lado la calificación basada en puntuaciones que ha venido utilizando desde sus comienzos. En su lugar establecerá en sus análisis un sistema basado más en la recomendación que en dar una calificación numérica. A partir de ahora sus análisis podrán llevar un símbolo que los calificará como recomendado, esencial o a evitar. Como podremos imaginar, los juegos calificados como esenciales serán los imprescindibles, los que sean considerados obras maestras. Los recomendados serán los títulos de gran calidad, elegidos por ofrecer grandes dosis de diversión, por su diseño o su originalidad. Es quizás una forma más flexible de calificar a los juegos que en una tabla del uno al diez se situaban en la parte alta. Los juegos señalados como a evitar serán los que tengan errores graves en su diseño o concepto, títulos en los que será mejor no gastar nuestro dinero.

Como he comentado antes, los análisis de Eurogamer podrán llevar cualquiera de estos distintivos, pero también podrán no llevarlos. Los juegos que no lleven ninguna de las tres “medallas” serán juegos con buenas cualidades pero sobre los que no hacen ninguna recomendación especial. En este caso podrían entrar, por ejemplo, juegos que destacan en algún apartado pero tienen errores de bulto en otros o juegos que no innovan con respecto a anteriores entregas como podrían ser el enésimo FIFA o COD.

Eso sí, todos los análisis vendrán acompañados en su inicio con un texto a modo de resumen sobre la experiencia del analista y las sensaciones que le ha transmitido el título. Una forma de hacernos una idea del análisis sin tener que leerlo al completo. Lo que vendría a ser el sustituto de la nota al comienzo del análisis. La metadona de los vagos.

Nunca me han parecido buena idea las notas aunque son un sistema que, utilizado correctamente, puede ser una herramienta muy útil para los usuarios. Sin embargo, cada vez con más frecuencia, vemos como los títulos con calificaciones que bajan de 8/10 son considerados casi basura, donde prácticamente solo existen dos franjas de calificación, o muy bueno o un malgasto de dinero.

Por otro lado, más allá de la correcta o incorrecta utilización de este sistema por parte de los analistas –no podemos olvidar que un análisis, por muy objetivo que pretenda ser, siempre va a contar con un alto grado de subjetividad dependiendo de la persona que lo escriba- está el uso que hacen de estas notas los usuarios. Está claro que, como usuarios y ante la ingente cantidad de títulos a nuestra disposición, queremos alguna referencia, una opinión que nos haga decantarnos por un juego u otro, que nos ayude en nuestra decisión, pero el problema radica en que una gran mayoría de usuarios basa esta decisión o es influenciado únicamente por la nota que aparece al comienzo de la página, sin pararse a leer el texto, que al fin y al cabo es lo importante de una crítica. Saber que sensaciones transmite a quien lo está jugando, en que elementos destaca y en cuales flojea.

¿Quién tiene la culpa de esto? ¿Es culpa de los medios, cuya ética no incluye la responsabilidad con su lector, que basa en su criterio la decisión que toma?, su forma de actuar, su deontología, ¿se basa en el amor a este mundo o en otros intereses? ¿O por el contrario la culpa es de los propios usuarios, que por su pereza e inacción, por su apatía han llevado a considerar este un modelo válido? ¿No sería mejor un sistema de análisis sin notas, que obligase al usuario a leer el contenido del análisis?

En un mundo ideal, el usuario debería ser quien se formase su propia impresión y en esta época más que en ninguna otra tenemos los medios a nuestro alcance para hacerlo. Una nota no deja de ser una puntuación subjetiva, basar nuestra decisión en que un juego tenga 0,5 puntos más que otro no es un baremo fiable y por supuesto, lo es mucho menos que las impresiones que refleja el analista en su texto.

Hay que entender, también, que las notas numéricas abren puertas. Te permiten entrar en páginas como metacritic y tristemente es lo que busca el usuario medio. No se puede criticar al pequeño medio que intenta abrirse paso en un mercado voraz y despiadado, donde generalmente triunfa el que mejores contactos tiene o el que más se baja los pantalones. Por eso mismo aplaudo la decisión de Eurogamer que, pese a partir desde una posición privilegiada dada su condición de gran medio con la comodidad que eso conlleva, se ha atrevido a dar el paso.

Al analista que me lea le diría, desde el prisma de un jugador como otro cualquiera, que sea consecuente con la responsabilidad que tiene con los usuarios que lo leen y que si utiliza este sistema de puntuación lo use correctamente. Al jugador, de parte de otro jugador, le diría que hay mucho más detrás de ese numerito, que hay un texto que refleja la opinión, las sensaciones y los sentimientos que ese título despierta en quien lo analiza.

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