Aunque parezca mentira, uno de los mejores juegos de SEGA de los últimos tiempos tiene nombre y apellidos. Se trata de la segunda parte de la saga de conducción en donde –casi- todos los personajes más importantes de la compañía del erizo azul se juntan para correr en carreras al más puro estilo Mario Kart. Hubo un personaje que no estuvo. ¿Quién?
Cuando Sonic & All-Stars Racing Transformed llegó a Europa y América, la gente lo recibió con reticencia tras una primera parte muy dubitativa pero que supo reinterpretarse puliendo todos aquellos detalles que fallaron en el original. Así pues, la prensa supo reconocer estos cambios y la gente respondió. A día de hoy es difícil encontrarlo por más de diez euros en todas y cada una de las plataformas donde vio luz, tanto en consolas de nueva generación como portátiles.
En el elenco de personajes se echó en falta a algún que otro personaje muy amado por aquellos segueros que llevaban confiando en el estudio nipón desde hace más de veinte años. No obstante y con la llegada del título al País del Sol Naciente unos meses más tarde, el medio 4Gamer pudo realizarle una entrevista al equipo de desarrollo de Sonic & All-Stars Racing Transformed, incluyendo al productor ejecutivo, Steve Lysett. ¿Qué tuvo de peculiar esta entrevista? Mejor preguntádselo al personaje de la imagen de aquí debajo… ¿Alguien se acuerda de él?
La selección de los personajes fue realmente difícil. Básicamente, una de las premisas que queríamos era que el juego representase un equilibrio justo entra las antiguas y nuevas IPs de SEGA. Así como un equilibrio entre hombres y mujeres, animales y robots etc. – Steve Lysett.
Según hemos podido saber gracias a 4Gamer, dicho ejecutivo aseguró que su intención era la de incluir a Ristar en el elenco de personajes jugables, pero que finalmente fue algo que no se consiguió que funcionara, ya que el hecho de que Ristar fuera redonda implicaría que no se distinguiese bien en caso de conducir detrás.
Sí amigos, yo tampoco lo entiendo. Una lástima. No queda otra que desempolvar la MegaDrive y disfrutar de un juegazo tal y como es Ristar, el gran olvidado de SEGA.