Naughty Bear fue un juego lanzado hace un par de años para PS3 y Xbox 360 que si bien no gustó ni a la prensa especializada ni al público en general, resultó ser bastante curioso, sobre todo gracias a su singular planteamiento. Para enmendar su error y tratar de convencernos de nuevo, sus creadores nos ofrecen la segunda parte de este peculiar universo de peluches y muertes repletas de algodón.
Naughty Bear: Panic in Paradise promete mejorar en todos los aspectos al título original aprovechando para incluir multitud de novedades y desbloqueables con el fin de contentar a los seguidores. ¿Logrará nuestro héroe cumplir con su objetivo y lograr el crimen perfecto?
Los alegres ositos de peluche deciden tomarse unas vacaciones y poner rumbo a una isla paradisiaca para disfrutar del ocio y el tiempo libre. Sin embargo, el oso malote no ha sido invitado a la fiesta y está dispuesto a vengarse de todos sus compañeros asesinándolos uno a uno a sangre fría con el fin de cumplir con su venganza y hacerles pagar cara su osadía.
Como ya ocurrió en el Naughty Bear original, antes de cada nivel nos señalan una serie de objetivos principales y secundarios que debemos cumplir para completar la misión. Nuestro cometido consiste en asesinar a un oso determinado de la manera más original posible, aunque el escenario está repleto de otros muchos peluches dispuestos a ser sacrificados. En función de lo originales que seamos asesinando y lo limpios que ejecutemos los crímenes, seremos recompensados con un mayor número de monedas y puntos que podremos canjear en la tienda por nuevas mejoras, armas y atuendos. Los osos que pueblan la isla no es que tengan una inteligencia artificial sorprendente ni mucho menos, pues es esconderse de ellos no supone ninguna complicación y matarlos es sólo un juego de niños, aunque sí que es cierto que si nos descubren pueden dar la voz de alarma para pedir refuerzos o tratar de escapar de la isla usando lanchas o coches.
El control del juego es nefasto y mal implementado, sin mencionar el horrible tutorial, que mas que ayudar parece una tortura, con un narrador que debería estar baneado directamente. Tenemos a nuestra disposición dos botones de ataque, uno de agarre, otro de bloqueo, el gatillo izquierdo destinado a asustar y el derecho para acabar de manera original con nuestra víctima. La cámara, sin ser desastrosa, deja mucho que desear, encontrándonos en muchas ocasiones vendidos ante el enemigo o perdidos por el escenario. Un punto a su favor es que podemos utilizar prácticamente casi cualquier objeto que encontremos por el escenario para acabar el trabajo, como bates de beisbol, botellas, cuchillos, rastrillos o palas. Podemos matar a nuestras víctimas empleando dichos objetos o bien de manera más original como clavarlas a un cactus, lanzarlas a los tiburones o hacerlas explotar en un campo de minas. Con asesinarlas de forma normal es suficiente, aunque si lo hacemos de forma original nos reportará mas experiencia y mejores recompensas.
Gráficamente es un juego pobre, muy muy pobre, tanto que parece que nos encontramos ante un título de la pasada generación y no de la presente. Escenarios feos, texturas mejorables… no hay por donde cogerlo y la iluminación, sin llegar a ser mala, es decente aunque tampoco convence. Una lástima, porque una isla paradisiaca podría dar lugar a amplios escenarios bellos y repletos de color, pero desgraciadamente no es el caso. El aspecto más cuidado y al que más cariño se le ha dedicado es en las animaciones y expresiones faciales de los osos. Las caras de terror y pánico que muestran nuestras víctimas cuando son asustadas o asesinadas no tienen precio y soltaremos alguna que otra carcajada. Aparte de eso poco más destacable. Respecto al apartado sonoro cumple sin más, pero tampoco esperes grandes melodías o temas porque aquí no los vas a encontrar.
El juego es bastante largo, sobre todo si queremos cumplir las misiones secundarias y descubrir sus secretos, pero a pesar de su extensa duración, lo cierto es que Naughty Bear es un juego muy aburrido. Tiene momentos divertidos y entrañables, pero es tan cansino que acabaremos soltando el mando al cabo de media hora. No hay apenas variedad en un título que se puede prestar a ello y avanzar en distintos escenarios haciendo repetidamente lo mismo agota a cualquiera. Pese a sus defectos, se nota que es un título que trata de innovar y ofrecer algo distinto al resto, sin embargo no cumple con ninguna de las expectativas y acabará fácilmente en el olvido.
Desgraciadamente Naughty Bear: Panic in Paradise es un título descargable que, a pesar de salir a un precio reducido, es un juego aburrido, repetitivo y poco variado. Puede que a los jugadores que les atraiga este tipo de juegos raros por así decirlo les acabe gustando, pero el resto puede abstenerse sin problemas porque no os va a complacer en nada. ¡Está claro que el paraíso no está hecho para los ositos de peluche, al menos de momento! [40]