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«Far Cry 2 es un buen shooter, pero le pierden los NPCs» [Análisis]




Far Cry 2 es grande. Más que grande, es gigantesco. Tanto que uno corre el riesgo de obviarlo y fijarse en los detalles. Y si algo nos ha enseñado GTA es que los detalles deben someterse al conjunto, y nunca al revés. Pero, por desgracia, en Far Cry 2 esos detalles son parte esencial de la jugabilidad, y lo que prometía ser un juego redondo se queda en un buen intento.

Tampoco nos confundamos; Far Cry 2 es entretenido, al menos por unas cuantas horas. Desplazarse por la estepa africana, admirar el trabajo visual que la gente de UbiSoft ha creado, los modelos, el paso del día a la noche, todo ello es una delicia que los puristas gráficos sabrán valorar como se merece. Mención aparte merece el completísimo y potentísimo editor de niveles, un editor que permite el crear auténticos ecosistemas de una forma fácil e intuitiva.


Las posibilidades de juego, sin llegar al nivel de un Grand Theft Auto, son muchas, y aunque la acción se reduce – casi – a participar en tiroteos y causar destrozos varios, la sensación de repetición no hará acto de presencia, por lo menos durante las primeras horas, quizá gracias a la continua necesidad de echar un vistazo al mapa y a gepeeses varios para poder dirigirnos al siguiente objetivo. Por cierto, que nadie busque un Oblivion, porque la linealidad, aunque camuflada en la posibilidad de hacer de chico de los recados para ambos bandos, está más que presente.

Si divierte y tiene un apartado gráfico de cine, ¿Porqué Far Cry 2 no me convence? El problema, según mi opinión, es que los NPCs, al menos tal y como están implementados, desentonan terriblemente en un mundo aparentemente tan cuidado. La IA de los NPCs durante los combates es extraña y da sensación de que se mueven aleatoriamente – aunque cuando les «sorprendemos» meando en medio de la selva son cachondos -, sus animaciones al desplazarse durante los combates parecen bruscas y pocos fluidas y, lo que personalmente más me molesta, los tiroteos son totalmente irreales, varios impactos en el cuerpo no aseguran acabar con los enemigos ni en los niveles más fáciles. Otro asunto que resta realismo es el respam de enemigos, algo que elimina la sensación de mundo persistente que el cuidadísimo entorno gráfico sugiere.

En otro ámbito de cosas, destacar que, aunque el doblaje es en castellano, éste palidece cuando se le compara con el fantástico doblaje original, en el que los personajes africanos hablan en inglés con acento africano, no como en la versión española, en la que parecen todos sacados de la Castellana Madrileña.

Igual es una impresión mia, pero este Far Cry 2, este GTA reconvertido en Shooter, ha conseguido el recrear unos entornos fantásticos, pero a la hora de poblarlo parece que se le hayan acabado las ideas. Una lástima, porque lo que podía haberse convertido en uno de los juegos más importantes de la Current-Gen se queda en un gran shooter. Que tampoco es poco.

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