Estamos viviendo una Edad Dorada de juegos Indies… y de FPS. En el panorama están los consabidos Call of Duty Ghosts y Battlefield 4, pero es otro juego el que me llama la atención, al menos a nivel jugable – el de DICE es lo más parecido a Next-Gen gráfica que he visto. Hablo de Destiny, la franquicia que Bungie está esculpiendo con mimo bajo el paraguas de Activision Blizzard.
A lo épico de la saga Halo, Bungie ha sabido quitarle todo ese regusto patriótico y trascendental y añadirle una capa social con la que pueden ponerle las cosas muy duras a COD y a Battlefield en cuanto a adeptos en el online.