Finalmente tras años y años y años de rumores parece que el mando con detección de posición compatible con Xbox 360, el 360mote,se hará realidad a finales de 2009. Como parte de las charlas y presentaciones realizadas en la Conferencia de Desarrolladores de Videojuegos, la empresa PDP (Performance Designed Products) ha mostrado su sistema de control llamado Gametrak Freedom.
Los planes de lanzamiento prevén que la versión para Xbox 360 se ponga a la venta a finales de año, mientras que la versión compatible con PS3 saldría al mercado durante 2010. La versión que tenéis en la imagen es la personalizada para la máquina de Microsoft. El Gametrack Freedom utiliza una serie de acelerómetros para determinar posición, movimiento y virajes del mando en relación con la física de los juegos. Pero además incluye un sistema de posicionamiento tridimensional mediante ultrasonidos, lo que supuestamente sirve para controlar con exactitud su ubicación en el espacio.
El sistema incluye además dos barras sensoras que se colocan a ambos lados de la pantalla y que se comunican por ultrasonidos con el controlador. De esta forma se puede calcular distancia, orientación, velocidad con una precisión muy elevada.
Estos add-ons o periféricos nuevos no fallan por su concepto o por su diseño, sino por su precio y porque no son aprovechados por los videojuegos. Es decir, que sin software especialmente adaptado a sus posibilidades no dejan de ser un experimento más o menos divertido para el jugador. Para evitar esta circunstancia están trabajando en el software para terceros y además están desarrollando un videojuego propio denominado Squeeballs, que según comentan en IGN es «sorprendentemente variado y detallado». Squeeballs ofrecerá 11 tipos de minijuegos y 150 desafíos, todos ellos diseñados para resaltar las bondades del periférico.
Repito que estos periféricos sin un software adecuado son totalmente inútiles y disfuncionales. Considero además que el acercamiento es inadecuado y que el apoyo por parte de los estudios desarrolladores a un periférico que no se sabe qué tal se va a vender, con un catálogo de videojuegos extensísimo y en el, probablemente, último cuarto de la vida de la consola, está destinado al fracaso.
Fuente | IGN