Mañana se pone a la venta Heavy Rain, un título que ni su mismísimo creador, David Cage, se decide a etiquetarlo como «videojuego». A título personal debo decir que me alegra que Sony haya tirado la casa por la ventana y se haya arriesgado a lanzar un producto así. Porque gustará o no gustará, pero al menos es una apuesta lo suficientemente diferente como sentirse atraido, al menos, a probar la última obra de Quantic Dream.