En octubre del año pasado los buenos de id Software nos dejaron probar lo que sería Doom 4 (ahora renombrado Doom a secas dado el tiempo que ha pasado entre los títulos de la saga) a través de una pequeña beta cerrada con un solo escenario.
Meses después nos encontramos que el patio ha cambiado. En este caso no solo tenemos la Caldera sino también el escenario Infernal con estrellas satánicas y canciones cañeras de fondo mediante. Los dos modos que nos permiten jugar en la beta son el Sendero de Guerra que consiste en capturar zonas manteniéndonos en los márgenes (que continuamente se mueven para evitar el campeo) y Muerte por Equipos que se basa en matar a los enemigos para ganar la partida.
Doom se caracteriza por su velocidad. La impresión que ya me dio en la primera vez que jugué fue precisamente que no era necesario darle a un botón de correr para notar que ya andábamos en movimiento todo el rato. Es necesario adaptarse a dicha velocidad porque de lo contrario nos notaremos siempre en desajuste con el entorno. Aquí siempre se está de aquí para allá y eso se percibe en todas las estrategias.
En Doom debemos de ser ofensivos más que defensivos (como mucho puedes hacer la tres catorce de esconderte en un recoveco de un pasillo y esperar a que salga tu enemigo para matarle), pero aquí se busca mucho el cara a cara. Precisamente porque el roce hace el cariño, se necesita estar muy cerca de alguien si quieres ganar. Eso convierte la Súper Escopeta en tu mejor aliada. Tendrás que personalizar tus propios arsenales para hacer de ella la primera arma que te aparezca, aunque siempre podrás cambiar el orden de tus armas o incluso de tu arsenal entero tan solo dándole al triángulo.
Por el resto decir los inconvenientes de una personalización del propio personaje algo irregular. Es cierto que nos dan una serie de colores tanto para el color primario como secundario además de poder cambiar el patrón de luz y cambiar los motivos de cada una de las partes del personaje. Pero a la hora de la verdad, estos se sustituirán por los colores que el juego elija para cada equipo lo que nos deja en agua de borrajas el hecho de haber estado quince minutos personalizando nuestro avatar.
En cuanto al objetivo principal del juego no deja de ser sencillo: obtener puntos a través de las muertes que consigamos infringir hacia el equipo enemigo. A ello se une conseguir si podemos, las runas demoníacas que aparecerán de vez en cuando en el mapa. Éstas nos permitirán ser bastantes más fuertes y hacer mucho más daño a los enemigos con los que nos crucemos.
El Modo Demonio además nos permitirá saltar y tener una visión más alta además de conseguir quitarnos los enemigos de un plumazo con ataques más potentes. El juego recompensa que durante ese modo no seamos aniquilados quitándole la oportunidad al bando contrario de conseguir ser demonios. Hay que destacar además que la voz en off que nos guía esté en castellano. Ésta nos será útil a la hora de saber cuándo aparecerá una runa demoníaca, cuánto nos queda para ganar o cuándo han matado al demonio aliado o enemigo.
En resumen, la de Doom una beta mucho más redonda que la anterior. Tan solo nos queda saber el día 13 de mayo si el juego completo cumple todas nuestras expectativas.