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Impresiones Wolfenstein Youngblood, todo queda en familia

Wolfenstein Youngblood

Para mi sorpresa, MachineGames anunció un nuevo juego de Wolfenstein mucho más rápido de lo que yo esperaba, pero la sorpresa fue mayor cuando se presentó Youngblood. Un juego cooperativo protagonizado por las hijas de Blazkowicz y que ha sido desarrollado con el apoyo de Arkane Studios. Estas son mis impresiones después de un par de horas junto a Jes y Soph.

Gemelas de armas tomar

Wolfenstein Youngblood nos presenta una situación algo desesperante para la familia Blazkowicz. B.J. ha desaparecido sin dejar rastro y sus hijas deciden ir a buscarlo a escondidas de su madre, haciendo uso de armaduras similares a las vistas en New Colossus. Es allí cuando comienza la aventura y las novedades.

En primera instancia el juego luce muy similar, por no decir igual, a la entrega anterior, en cuanto a gráficos se refiere. Los controles también son idénticos y los enemigos tampoco cambian mucho. Eso no significa que este nuevo título no presente novedades y ya les voy a hablar de ellas.

Experimentando con la serie

De las primeras cosas que saltan a la vista en Wolfenstein Youngblood son los elementos de corte RPG. Los enemigos y los personajes principales ahora tienen niveles y esto hace que aumenten su resistencia, además del daño que pueden hacer. Las protagonistas también tienen estos niveles y a medida que aumentan podemos ir adicionando habilidades para facilitar nuestro paso por una Francia dominada por los nazis.

Las armas también presentan novedades, ya que estas pueden ser mejoradas con monedas que nos van dejando los enemigos y así modificar sus estadísticas. En esta ocasión los enemigos tienen blindaje adicional y es nuestra responsabilidad seleccionar el arma adecuada contra este, de manera que disparar a lo loco no será una solución.

Las mejoras tienen un costo, ya sea en monedas o barras de oro, que se pueden comprar con dinero real, algo que no me ha terminado de convencer, ya que el valor de muchos artículos es bastante elevando y el beneficio es poco o incluso nulo, si hablamos de los elementos cosméticos.

Demasiado cooperativo

Desde su anuncio Wolfenstein Youngblood se mostró como un juego cooperativo y toda su ambientación da muestra de ello. Los niveles siempre tienen dos caminos a seguir, las cajas solo se abren cuando los dos personajes interactúan al tiempo y la mayoría de los puzzles requieren de esa doble intervención para ser solucionados. Al inicio todo es muy interesante, pero después esto se vuelve tedioso y repetitivo.

Existe la posibilidad de jugar con un amigo o creando una partida donde alguien se pueda unir con matchmaking. El problema de esto último es que no todos juegan de la misma manera que uno y el título aún mantiene elementos del corte single player, así que debemos estar al tanto de coleccionables, además de las monedas y uno que otro secreto, pero es muy normal que los otros jugadores simplemente quieran llegar y disparar, por lo que la mejor opción es jugar con un amigo.

La parte menos divertida

Como les comentaba, Wolfenstein Youngblood introduce el concepto de niveles y a esto se une el hecho de que ciertas regiones del mapa requieren cierto nivel si es que queremos derrotar a los enemigos que allí se encuentran. Aquí es donde comienza lo que menos me ha gustado de este título, esa necesidad de estirarlo a punta de grind, con el fin de poder avanzar en la historia.

Si, existe la posibilidad de ir a esos lugares e intentar acabar con los enemigos a como dé lugar, pero es prácticamente un suicidio, porque son capaces de acabar con nosotros con un par de disparos, así que para continuar, es necesario hacerse más fuerte a punta de misiones secundarias.

Conclusión

Estoy en un punto medio con Wolfenstein Youngblood. No me parece malo, pero tampoco bueno. Sus puntos fuertes los veo en la historia, la manera como la relatan y el carisma de los personajes principales, además de ciertos ajustes en las mecánicas de juego, que le aportan mucha agilidad al título. Ademas, el core de la franquicia se mantiene y no deja de ser entretenido.

Sin embargo, creo que exageran mucho en cuanto a lo cooperativo, con niveles muy similares en estructura. A esto se suma el tema del costo de los objetos y la implementación de microtransacciones como salida fácil, aunque solo sea para los elementos cosméticos. Pero lo que menos me tiene convencido es el tema de los niveles y como tenemos que hacer tareas repetitivas para poder avanzar en la historia.

Aún me faltan muchas horas para terminar el juego y muchas más situaciones a compartir con las personas que se unan a mí partida. Espero que la cosa vaya mejorando, pero por el momento siento que Wolfenstein Youngblood es más un experimento de cara a la tercera entrega oficial de la serie.

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