Probando juegos independientes en el pasado E3 2016 me encontré con Inversus, una experiencia de acción trepidante multijugador divertida y simple.
Inversus, tan simple como divertido
La premisa de Inversus es sencilla: eres un cuadrado que solo puede moverse por baldosas del color contrario y que tiene la capacidad de disparar balas que pintan el suelo del color que puedes pisar. El número de balas disponible viene representado por unos círculos en el interior del cuadrado al más puro estilo revólver y el objetivo final es eliminar al rival.
La verdad es que es una de esas mecánicas que se entienden perfectamente en un par de partidas, lo que lo transforma en uno de esos juegos ideales para disfrutar con amigos, sean jugadores o no. En el E3, nos sentamos cuatro desconocidos, nos repartimos en dos equipos y estuvimos un buen rato disfrutando del caos que acaba siendo Inversus.
Caos muy entretenido
El hecho que sea frenético pero las partidas sean cortas funciona especialmente bien a la hora de generar competición, pero evita ese punto frustrante de la derrota. La verdad es que estuve jugando cerca de media hora pero, en buena compañía, tengo la sensación que es uno de esos juegos a los que le podría dedicar media tarde.
Por otro lado, tengo la sensación que sin el valor adicional que le da la relación cara a cara de jugar con amigos en un mismo espacio, Inversus puede ser un producto con una vida muy efímera. No me veo dedicándole horas y horas en la soledad de mi habitación porque no hay una gran profundidad a nivel mecánico, no hay un elemento que te impulse a seguir jugando y no le veo recorrido a nivel competitivo.