Se nos cuelan los juegazos por las grietas. La cantidad de títulos de una calidad inmensa que nos está dejando este 2023 no tiene sentido. Spider-man 2, Baldur’s Gate 3 y Alan Wake 2 quizá copen todas las portadas, pero la larga cola es, realmente, larguísima.
En ella encontramos grandes producciones pero también títulos indie tan importantes como Cocoon o como este Jusant (Don’t Nod, 2023), un juego que me animé a probar por los buenos comentarios que escuché por Twitter y por estar disponible en Game Pass.
Sin entrar en spoilers, en Jusant encarnamos a un joven personaje que se ha propuesto escalar una torre/montaña altísima, acompañado de un pequeño y misterioso animal bebé. Empezamos en lo que parece un mar sin agua, haciendo ya referencia a su título (Jusant es la palabra francesa para referirse a la marea que se recoge). La cosa pinta regular, porque estamos rodeados de barcos varados, pero no sabemos nada más.
Y ahí es donde entramos nosotros. Como jugador, tendremos que ir escalando la torre/montaña. Y, al hacerlo, podremos invertir tiempo en descubrir, mediante diferentes cartas que encontraremos repartidas por el escenario, la narrativa del juego. Embarcarnos en esa búsqueda del argumento es opcional, porque el juego no nos exige hacerlo. Pero en esas notas encontraremos una explicación de qué está pasando en el mundo de Jusant y a dónde nos estamos dirigiendo en el ascenso.
La principal mecánica de Jusant es la escalada, y está perfectamente resuelta. Con los gatillos del mando podemos controlar cada una de las manos de nuestro protagonista, y pedirle que se agarre al saliente más cercano. También podremos anclarnos en la pared, para protegernos de las caídas, algo que afectará únicamente a nuestro progreso, porque el protagonista no puede morir. Es más, no se puede caer accidentalmente de una cornisa.
La tercera mecánica es el balanceo, gracias a nuestros anclajes o a los que nos encontremos colocados ya en las paredes, que nos permitirán recuperar toda la energía. También deberemos, en ocasiones, saltar para intentar alcanzar un agarre algo lejano, incluso llegando a necesitar impulsarnos en la pared con una suerte de doble salto. Todo esto sin perder de vista el nivel de energía del personaje, que nos hará tomarnos las cosas con calma para descansar un poco y recuperar la energía que podamos o, incluso, tener que deshacer el camino para recuperar anclajes o pisar tierra firma para recuperar toda la vida.
Suena complicado pero Jusant no es en absoluto complicado de manejar. Al contrario, es una gozada que se siente juegazo desde el minuto 0. El descubrir nuevos elementos del argumento por el escenario, el disfrutar de las vistas, de la escalada, o de la maravillosa banda sonora… hay tanto de lo que disfrutar de Jusant que espero que no te lo pierdas. Como referencia, yendo con la calma, a mi me ha durado unas 10 horas, pero parece que la media es bastante menos. [80]