Eran las 23.59 de la noche de ayer cuando las pulsaciones de mi corazón comenzaban a aumentar a un ritmo prácticamente insalubre. Ante mí, la puerta al infierno, la pantalla de principal de Diablo 3 que me permitiría entrar, 12 años después, al tenebroso mundo de Blizzard. Al minuto, procedí rápidamente a introducir mis datos y a intentar acceder a la nueva ciudad de Tristán y he de reconocer que no fue ninguna sorpresa el encontrarme durante más de 30 minutos con diversos errores de acceso al servidor, como yo, muchos otros compañeros de toda Europa intentaban acceder a este peligroso mundo. Como era de esperar, las puertas del infierno estaban más saturadas que cuando un grupo de colegialas intenta acceder a un recinto donde se encuentra Justin Bieber.
Como os digo, estos problemas eran de esperar y sería injusto ahora poner el grito en el cielo cuando la mayoría de nosotros ya sabíamos a lo que nos exponíamos, aunque desde luego Blizzard podía afanarse un poco más en este aspecto, pero eso es otro debate que junto con el de la conexión permanente de Diablo 3 a internet podemos discutir más tarde, si gustáis.
La cuestión es que tras esa larga espera que pudo hacerse algo más corta gracias a la compañía que tenía en el TS y a que de vez en cuando podía entrar al Cover it Live en el que os estábamos retransmitiendo Kristian y yo las primeras impresiones y los malditos problemas de acceso por fin pude entrar al juego y comenzar mi aventura.
Me dispuse a crear a mi mago y a empezar a repartir toñas contra los diversos monstruos que habitan estos peligrosos parajes. La verdad es que no jugué demasiado a la beta, pues quería que mi primera experiencia de juego fuera lo más sorprendente posible. No me voy a detener ahora en demasiados detalles técnicos, el juego gráficamente es muy bueno y no necesita más si tenemos en cuenta su género, las cinemáticas son de lo más épicas, los parajes a explorar cambian con cada nuevo acceso e invitan a rejugar al título una y otra vez. En definitiva, la esencia de Diablo sigue presente y mejora en varios aspectos en las que era carente tanto en la primera como en la segunda entrega.
Una vez superada la primera fase de Diablo 3 que ya pudimos ver en la beta, la historia empieza a tornarse de lo más interesante y algunos de los nuevos monstruos que podremos ver justo a continuación son bastante impactantes… pero eso es otra historia, la cual os contaré dentro de unos días, en cuanto haya podido jugar en profundidad a esta perla de Blizzard y haya podido probar, entre otras cosas, la polémica casa de subastas con dinero real que se estrena el próximo día 23 de mayo.
Vosotros, ¿habéis podido jugar ya a Diablo 3? ¿Cómo ha sido vuestra experiencia?
Vamos, que 12 años y lo mismo de siempre. Para esto podían haber sacado un Diablo cada año, ¿No? XDDD
Ya, pero como Blizzard se hace de rogar como las rubias de medio pelo, para total, darte lo mismo de siempre…
Ay, estos peceros…
Un tema(zo) muy apropiado, visto lo visto, y en un escenario mítico.
http://youtu.be/dldyd5tYbAs
😀
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