Que la VR está cuestionada tanto por los escépticos como los que quizá esperaban que el primer juego de PS VR fuera un GTA en Realidad Virtual perfecta es un hecho.
Un traje a medida
Viendo lo bien que le queda la Realidad Virtual a DIRT Rally quizá sea el momento de matizar lo que dejé escrito en AKB unas semanas sobre mis sensaciones de que quizá la VR debería desmarcarse de los géneros tradicionales.
En un videojuego de conducción como el de Codemasters lo cierto es que la Realidad Virtual no es que aguante el tipo, es que mejora enormemente la fórmula inicial, ofreciendo aspectos imposibles de conseguir en la versión del videojuego original, limitada por los televisores tradicionales, a los que está enfocada.
La Realidad Virtual permite, en una forma similar a la de Battlefront VR Rogue One Mission (aquí las impresiones de @zer4tul_), disfrutar del habitáculo del vehículo, prestando atención a detalles como la libreta de notas del copiloto, los acabados del volante, de los botones, del equipo de los pilotos…
Este DIRT Rally silenciará a muchas voces críticas, pero lo cierto es que todo este plus viene con un precio que algun@ considerarán muy alto: debido a su naturaleza de juego de velocidad y por lo «movido» de los circuitos, el fantasma de los mareos está a la orden del día. Yo mismo los he sufrido y de forma severa, pero solo en las carreras en las que he perdido el control más de la cuenta y he provocado que el vehículo se pusiera de lado, se saliera de la carretera…
En cualquier caso, eso es algo que se debería tener MUY en cuenta para futuros proyectos debido a que estos mareos provocan abruptamente el final de las sesiones de juego. La Realidad Virtual está dando sus primeros pasos en el mercado doméstico, a mi entender de forma firme, y por ello hay que comprender que se está abriendo la selva a machetazos, que hay lecciones básicas que los desarrolladores aún están aprendiendo. Pero habría que establecer unos mínimos innegociables, entre ellos el evitar convertir cada sesión de juego en el preludio de una migraña terrible.
Conclusión
Si tienes DIRT Rally y unas PS VR te recomiendo que te hagas con él. Al precio al que está esta ampliación, unos 13€, le darás una nueva vida al juego de Codemasters y descubirás, mareos aparte, las inigualables sensaciones que la Realidad Virtual es capaz de ofrecer. Y si no tienes DIRT Rally pero sí PS VR, te lo recomiendo si quieres vivir en primera persona y de una forma muy realista lo que supone recorrer los circuitos de un rally a toda velocidad. Eso sí, te recomiendo que practiques antes, porque sino tu toma de contacto te llevará directo a abrazar la tapa del water…