Cuando hablamos de videojuegos de cartas lo primero que se nos viene a la cabeza inevitablemente es Hearthstone. Es normal, es el juego que popularizó el género y es el que se ha mantenido a la cabeza desde su salida hace 6 años, sin embargo, justo este mismo enero le salió un nuevo contrincante.
Primer acercamiento a Legends of Runeterra
Riot Games en sus ansias expansivas está intentando poner sus huevos en diferentes cestas y en una de estas cestas está Legends of Runeterra. Esta nueva IP es muy comparable a Hearthstone, ambos juegos están ambientados en universos que llevan años construyéndose, en universos que vienen de unos juegos que ya tenían una fanbase importante antes de la salida de los respectivos juegos. Esto propició y ha propiciado que personas que no estaban familiarizadas con los juegos de cartas o simplemente no estaban atraídas por ellos desde un inicio les diesen una oportunidad.
Comencé a jugar a Legends of Runeterra porque estaba en la época de exámenes y no tenía mucho tiempo. Necesitaba un juego cuya curva de dificultad no fuese abismal pero que tampoco fuese pan comido, fue entonces cuando descubrí LoR. El juego tiene una pequeña introducción y después de eso te da dos opciones, jugar contra otras personas y aprender sobre la marcha o jugar unos tutoriales bastante rápidos e ilustrativos para saber cómo funcionan las diferentes características de cada carta. Yo recomiendo jugar los tutoriales para tener mayor soltura a la hora de jugar con otros jugadores pero no es tan complicado aprender tu solo ya que siempre tienes la posibilidad de leer que hacen tus cartas y las de tu enemigo haciendo click derecho sobre ellas. La curva de dificultad no es para nada complicada y una vez que te haces una idea general puedes disfrutar de jugar con tu propio estilo haciéndote tus propios mazos.
¿Pay to win?
Y hablando de crear tus mazos, me parece que en este aspecto Legends of Runeterra es superior a Hearthstone, no es por su complejidad o sus sinergias, sino por su accesibilidad. Cualquiera jugando 2 o 3 partidas diarias en unos cuantos días podrá tener un mazo a su gusto, cada semana te regalan una caja con una serie de cartas aleatorias y otra opción es jugar mucho y subir de nivel una de las diferentes facciones dentro del universo de Runeterra que están disponibles para conseguir sus cajas y sus diferentes cartas. En la tienda tendremos disponibles comodines de diferentes clasificaciones que te permiten canjearlos por una carta de esa clasificación pero estos de momento están limitados a 3 de los más fuertes y 6 de los más débiles. Esto, lo creáis o no, es muy importante. Cuando sacan una expansión nueva en Hearthstone, el juego se convierte en una especie de pay to win porque conseguir sobres de manera natural es lento pero comprarlos y obtener las cartas nuevas es muy fácil, y tener esas cartas muchísimo antes que los demás te da una ventaja enorme. Obviamente, como la uses y como te enfrentes a ellas depende de tu habilidad, pero en partidas igualadas, tener o no esas cartas puede suponer una gran diferencia.
Es aquí donde destaca Legends of Runeterra, el juego te recompensa por jugar. Si tienes más cartas que otras personas es porque simple y llanamente has jugado más. Así, todo el mundo, tenga dinero o no, va a tener las mismas oportunidades de ganar únicamente dependiendo de su habilidad. Además, en la tienda también se te ofrecen elementos estéticos que no afectan a la jugabilidad.
Un gameplay con un sabor propio
Hablemos ahora de la jugabilidad. Se ha comentado que LoR no es más que una complicación innecesaria de Hearthstone, no obstante, discrepo. Pienso que lo que ha hecho el equipo de Riot Games es aplicar su propio estilo, aquí no hay heróes, el juego gira en torno a los campeones, las piezas que en gran manera determinan tu forma de jugar una partida. Sin embargo, pese a que pueden inclinar la balanza de la de un lado a otro, no están desbalanceados, puedes lidiar con un campeón enemigo sin tener tu uno si juegas bien tus cartas, yo mismo he llegado a ganar partidas con esa mala suerte de que no me toque ningún campeón. Lo llamativo de estas cartas es que cada una de ellas tiene una condición que si es cumplida, la hace evolucionar y mejora sus estadísticas.
Hay muchísimas cartas que pueden ser determinantes para tu mazo pero son alcanzables, no es como si tuvieses que esperar días y días hasta que te salgan en un sobre. Puedes acumular fragmentos, que no son difíciles de conseguir o utilizar uno de los tantos comodines que te dan para intercambiarlos por la carta que quieres. Por otro lado, como ya he comentado antes, cada carta tiene características distintas. Hay algunas parecidas a las de HS como barrera o robo de vida y otras distintas como abrumar (que hace que si tu daño es superior a la vida del enemigo, esa diferencia llegue al nexo) o escarchar (que reduce el poder de una carta a 0). En cuanto a los hechizos, los hay de 3 clases, Lentos, Rápidos y de Ráfaga que se diferencian en su tiempo de activación y que juegan un papel clave dentro del juego ya que se complementan con el sistema de maná, el cual permite que acumules tu maná no usado en una ronda con un máximo de 3 que podrá ser únicamente utilizado en hechizos.
En fin, es por estos cambios y por las características propias que tiene Legends of Runterra que no me parece ni una copia, ni una complicación de Hearthstone. Es lo que es, un juego que ha llegado pisando fuerte y estableciéndose con bastante presencia en el género de videojuegos de cartas.