No me he podido resistir y me he puesto a jugar, desafiando el sueño, a la demo de Final Fantasy VII Remake a las 23 y pico de la noche. Una hora que aconseja más ir a planchar la oreja que adentrarse en el anticipo del esperadísimo juego de Square Enix, que sale a la venta el mes que viene, concrétamente el 10 de abril.
Una demo muy reveladora
Vaya por delante que soy de los que intentan esquivar tráilers y anticipos de juegos y películas que me atraen mínimamente. Quiero maximizar el factor sorpresa de enfrentarme a un título con todo su repertorio de guiños, gags y momentazos, y con Final Fantasy VII Remake creo que, salvando esta demo introductoria, lo he conseguido.
Es por eso que he flipado mucho con el nivelazo gráfico, presente ya desde la secuencia de introducción, con la diferencia que aquí los visuales de la cinemática se mantienen en el juego en si. No hay paso de cinemática a in-game porque todo está hecho con el mismo motor. Una brutalidad que si la llega a experimentar sin previo aviso mi yo del pasado que se enfrentó a este Final Fantasy VII en su momento seguramente me habría dado un patatus.
Next-Gen
Gráficamente es una brutalidad, resaltando lo mal que ha envejecido el Final Fantasy VII original. pero los feels me han llegado por la banda sonora, una reinterpretación de la del original que te pondrá los pelos de punta. Y ya cuando Barret se pone a tararear la cancioncilla de victoria… Apaga y vámonos. En cuanto a la jugabilidad, totalmente pasillero, como recuerdo el original, con un renovado sistema de combate entre tiempo real y por turnos bastante apañado que impedirá que te puedas relajar en ningún momento.
El reencuentro con Aeris, que en la demo es solo una escena post-créditos, si eso ya lo comentamos cuando acabe de pelar la cebolla. Madre mía los feels. Y es que estar a algo más de un mes del lanzamiento de un remake de un juego tan mitificado, tan endiosado, y ver que la demo aguanta el tipo y cumple con lo exigible a nivel jugable y revienta la cabeza a niveles técnicos, es que yoquesé. Quizá la mejor hora y media que llevo jugada este año a cualquier cosa. Vivan los Videojuegos.