Aún no entra oficialmente en funcionamiento, pero Stadia ya sigue dando de qué hablar. Después de anunciar su modelo de negocio, Eurogamer trae nueva información acerca de la plataforma, donde uno de los temas ha generado controversia, el precio de los juegos.
No es lo que esperaba
El anuncio del modelo de negocio para Stadia fue una sorpresa para mi. No es un servicio de streaming donde nos suscribimos y tenemos acceso a una librería, sino que debemos comprar los juegos y pagar por el uso de la plataforma. Viendo este nuevo modelo, uno podría llegar a pensar que el precio de los títulos es más económico, pero eso tampoco será así.
Phil Harrison, una de las cabezas del proyecto, indicó que no ve por qué el precio deba ser diferente a lo que vemos en las tiendas de Xbox y Playstation, dando a entender, además, que el valor que se paga es más por tener la mejor experiencia posible desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar, no tanto por el juego en sí.
De igual manera tira la responsabilidad a las editoras, diciendo que ellas son las encargadas de definir los precios de salida de los juegos, así que el valor depende en gran medida de lo que estas definan.
Sigo sin estar convencido
El discurso alrededor de Stadia siempre es sobre la plataforma y no tanto sobre los juegos, lo que es un error, ya su esencia son precisamente los títulos. Siendo honestos, ese doble paso por caja se ve mucho en títulos de corte multijugador para consolas, donde compras el juego y después pagas el acceso en Xbox Live o PS Plus, pero no le veo sentido para los de un solo jugador.
En el caso de Stadia, ya sea el modelo básico o pro, los juegos igual los debemos comprar y es sacar 60 pavos del bolsillo para un título que a lo mejor no es tan disfrutable en la sala de espera de un consultorio o en un trayecto corto de bus o metro. No me imagino pasandome de estación por terminar una raid de Destiny 2. Si, hay juegos que se disfrutan en cualquier parte y otros no tanto.
Creo que para muchos esa utopía de poder acceder a un catálogo de juegos en cualquier parte ya no es tal, pero con un modelo más al estilo Netflix o Spotify, no como lo propone Stadia, que al final termina siendo un sistema totalmente cerrado donde compras los juegos en su tienda y adicional pagas para que te los dejen jugar, dependiendo de un elemento adicional como es el ancho de banda.
Aún queda mucho por saber de cara al lanzamiento oficial de este sistema y esperemos que el feedback que reciban en Google permita cambiar ese modelo que, por lo menos a mi, no me deja para nada conforme.