Está claro que la parte que menos nos apetece pensar cuando arrancamos a hacer un videojuego es la parte legal. No estamos para plantearnos cómo deberíamos definir la empresa (o si deberíamos), que leyes afectan a los datos de las personas con las que trabajamos o simplemente cómo define la ley un videojuego y como proteger nuestra obra. Aquí es donde entra Ludum Lex.
La necesidad de conocer nuestras leyes
La cantidad absurda de leyes que recoge la Constitución Española más toda esa ristra de reglamentos europeos, por escoger solo los que nos pillan cerca de casa, hacen que al más valiente se ponga nervioso cuando tiene que pensar en algo más allá de desarrollar el videojuego en cuestión. Es normal, no me entendáis mal, no conozco yo ninguna carrera o master que no solo enseñe desarrollo sino además meta a sus alumnos en vena una buena dosis de derecho y administración de empresas. Posiblemente con las tres cosas juntas se volverían locos.
Pero que no nos guste sigue siendo necesario. Conocer nuestros derechos y obligaciones cuando creamos un videojuego es un proceso farragoso, pero por suerte, no estamos solos en ese proceso. Ludum Lex: Los secretos del derecho aplicados al desarrollo del videojuego, escrito por Darío López y Pablo Corrales y editado por Héroes del Papel, nos muestra de la manera más amigable posible (y eso es complicado cuando hablamos de leyes) los diferentes aspectos a tener en mente en cuanto a regulaciones del videojuegos y necesidades que tendremos si queremos desarrollar uno.
Términos mordorianos: leguleyo
Comenzando con una definición desde el punto de vista legislativo de qué es un videojuego, en seguida nos damos cuenta de que hasta una pregunta como esta es complicada desde el prisma judicial. A lo largo de los cinco capítulos que recoge este libro Darío y Pablo nos hablan de derechos de autor, uno de los pilares fundamentales para que el videojuego tenga no solo autoría sino además se pueda sacar un beneficio económico de él. Siguiendo con la protección, en el siguiente capítulo se abre el melón de la protección de datos, no solo de los usuarios sino de los trabajadores, de la empresa y de toda persona que de una manera u otra terminemos teniendo sus datos personales.
A continuación habla de otro punto clave dentro del desarrollo, y es que cuando llega el momento siempre es necesario constituir algún tipo de empresa o similar para poder vender el videojuego y recibir beneficios fiscales y ayudas económicas. ¿Autónomo o Sociedad Limitada? Preguntas como esta se resuelven de manera bastante clara en el libro, que cierra con un capítulo dedicado a los esports. Esto no es casual, una parte del sector está inmersa en ella, ya sea como público o incluso como jugador o trabajador. Los esports tienen una serie de regulaciones nacidas a raíz de otras leyes establecidas en otros ámbitos y aunque desarrollar un juego que consiga alcanzar el Olimpo de los deportes electrónicos es poco más que un sueño, siempre es interesante saber que hay detrás en cuanto a temas legislativos, de ahí que sea el capítulo más corto y casi anecdótico.
En resumen
El libro, como bien indica, es una guía y no debe usarse como si un manual jurídico se tratase porque no lo es, y eso es algo que la propia obra nos indica. En sus páginas nosotros, como público objetivo del mismo, aprenderemos qué debemos tener en cuenta para lanzarnos a la aventura y a plantearnos ciertas cuestiones iniciales que podemos realizar nosotros mismos y, si le dedicamos un tiempo posterior a estudiar las leyes que tocan, realizar las gestiones de la empresa en un primer momento. Para todo lo demás, mejor buscar un gestor que estudie con conocimiento de causa nuestro caso y nos ayude a tomar las decisiones correctas
Pero para llegar a ese punto es necesario al menos hacernos con una visión general. Ludum Lex ejemplifica las principales problemáticas que aparecen en el libro en temas administrativos utilizando ejemplos actuales para que podamos ver la magnitud que tienen estas leyes. Si no llegamos a entender del todo lo que está pasando o lo que encontramos entre sus páginas es normal, pero aún así, Ludum Lex se merece un hueco en las estanterías de cualquier estudio que busque nacer y traer un nuevo producto al mundo. Os garantizo que la información que encontraréis entre sus páginas vale la pena.