Pues sí. Ahora resulta que no capan sólo a las mascotas, sino también a los grandes juegos como Manhunt 2, Juego del Año. Se confirman los peores augurios de Solrak y los míos propios : Take-Two ha tenido que ceder y modificar ciertos elementos del juego recurrir a la autocensura para conseguir que al juego se le otorgara la calificación de «M», permitiendo así su puesta a la venta. Aunque esta cuestión ya se ha expuesto mil veces, ¿Porqué películas como Hostel o Saw no tienen problemas para ser estrenadas en las pantallas de todo el mundo, sin control alguno a la edad de los espectadores, y en cambio las brujas del siglo XXI los videojuegos son tan perseguidos?