La semana que viene hará un mes desde que Guild Wars 2 arrancó de forma oficial. Aunque ya había probado bastante las betas, estas tres semanas he estado jugando en profundidad al nuevo juego de ArenaNet y aunque aún no he completado la historia (estoy a punto), he de decir que me está encantando.
Nunca he sido un gran aficionado a los MMORPGs. Jamás he probado el World Of Warcraft (ni tengo intención de hacerlo). Sólo he visto jugar a mi hermano al Lineage 2 y al Aion, pero ver un juego a ratos no es lo mismo que jugarlo. El único del género que he probado con anterioridad ha sido el Eve Online, durante unos meses, pero pocas horas a la semana y éste, de ciencia-ficción en el espacio, poco tiene que ver con los de fantasía. Por tanto, no puedo comparar Guild Wars 2 con otros juegos del género.
El que sí he disfrutado muchas horas ha sido el primer Guild Wars, aunque es otro género. Lo jugué exclusivamente con mi hermano y otro amigo, con los que completé las 4 campañas de historia y varias mazmorras. Al ser todo instanciado, juegas siempre sólo o con los amigos (obviando las arenas de PvP, que es donde de verdad se estaba con más gente), no se trata de un MMO al uso. La segunda parte poco tiene que ver con la primera, no son comparables. Está bien haber jugado al Prophecies (el primer Guild Wars) y al Eye Of The North (la tercera y última expansión del juego) para conocer el trasfondo histórico de Guild Wars 2, cuyos hechos acontecen 250 años después. Del mismo modo, leer las novelas puede ser interesante, puesto que explican la caída de Ascalon (la capital humana del primer juego) y las aventuras de los cinco héroes que nos acompañan de vez en cuando en la historia del nuevo juego. Pero Guild Wars 2 es perfectamente disfrutable sin estos antecedentes y no sólo eso, los que no hayan jugado al anterior ni hayan leído los libros, no los van a echar de menos.
La historia de esta nueva entrega se desarrolla en Tyria, un continente asolado por los dragones que despertaron tras los acontecimientos narrados en Eye Of The North. Hay cinco razas disponibles para elegir y aunque todas convergen en una historia común, cada una tiene varios inicios diferentes y a lo largo de todo el juego hay muchas decisiones que tomar para poder completar la campaña varias veces sin repetir misiones de la historia principal. De los Asura, Sylvari y Charr sólo he probado el comienzo, pero he visto bastante más de la historia de los Humanos y casi completa la de los Norn (estoy apunto de completar la campaña con uno de estos últimos). Las historias iniciales de los humanos no me han gustado demasiado. No me han resultado interesantes. Con los Norn me ha pasado justo lo contrario, me han gustado mucho. Aunque en este tipo de juegos la historia es una escusa, hay mucha variedad. Por tanto, si alguien empieza a jugar con una raza y no le gusta lo que le cuentan, es muy probable que si empieza con otra encuentre algo más satisfactorio, lo cual se agradece.
Tras elegir la raza y antes de escoger aspecto y un montón de opciones que definirán nuestra historia en el juego, hay que optar por una de las ocho profesiones disponibles. Ha desaparecido la famosa Trinidad (curador, tanque y DPS/Daño por segundo), por lo que la elección de una u otra no es una decisión tan traumática como en otros juegos del género, que te condicionaban desde el principio a tomar un rol determinado. Ahora todos los jugadores tienen que hacer un poco de todo. Se que ha mucha gente no le ha gustado este cambio porque encuentran el sistema de combate en grupo más desorganizado y en el que cada uno mira más por sus intereses personales (sobrevivir) que por los del grupo. A mi me parece que así es más entretenido y mucho menos estático.
Cada profesión cuenta un grupo de 10 habilidades. Las cinco primeras habilidades corresponden al arma equipada son fijas en función del arma (que se puede cambiar en cualquier momento) y la profesión elegida. La siguiente es una habilidad de curación, que hay que elegir de entre tres disponibles y todas ellas son para uso personal. El resto de habilidades hay que elegirlas de entre un amplio abanico de ellas. Algunas son habilidades de profesión y otras de raza. Hay habilidades de ataque y de soporte para que podamos adaptar nuestro sistema de juego como más nos guste. Quizá echo en falta otras habilidades de curación. Probablemente, la mejor profesión para ayudar a la curación del grupo sea la de elementalista (el mago de toda la vida), con sus magias de agua, pero su presencia no es imprescindible para completar ninguna mazmorra o desafío que nos proponga el juego.
Se ha hablado mucho de la ausencia del sistema de misiones. Siguen existiendo, pero no funcionan igual y la progresión del juego no se basa en ellas. Son unas misiones de ayuda que aparecen representadas por un corazón dorado en el mapa. Al aproximarnos al corazón la misión se activa automáticamente y nos muestra una descripción de lo que hay que hacer y una barra con el progreso completado. No es necesario hablar con ningún NPC que nos de la misión o la recompensa, todo el automático y se agradece. Estas misiones son, en mi opinión, el elemento más tedioso del juego. Hay algunas muy entretenidas, pero la mayoría de ellas se me hacen bastante pesadas.
El resto del PvE (Player Versus Environment), es decir, lo que sería el modo historia de un juego de rol normal, me ha encantado. El mundo está dividido en zonas bastante grandes. En las ciudades (a parte de Arco de León, la capital, hay una ciudad de cada una de las cinco razas, haciendo un total de seis) no se puede combatir. En resto, muy variado, con zonas montañosas, valles, desiertos, lagos plagados de enemigos, pequeños poblados, fortalezas y alguna ciudad más (como la segunda ciudad de los humanos, por ejemplo), sí. El paso de unas zonas se realiza con una pantalla de carga, el mundo no es continuo. La historia nos lleva de unas zonas a otras. Al llegar a un punto de historia se entra en una instancia propia, sólo para nosotros (nuestros amigos pueden acompañarnos si están en el mismo grupo y zona que nosotros en el momento de entrar). En estas instancias suele haber misiones cortas, de no más de 10 o 15 minutos (las últimas sí son un poco más largas) y es donde aparecen las conversaciones y cinemáticas del juego. Lo cierto es que la historia supone una mínima parte del tiempo que pasaremos en el PvE.
Entre cada misión de historia y la siguiente suele haber siempre un cambio importante de nivel. Por tanto, hay que buscar alguna forma de ir subiéndolo para poder avanzar en nuestra aventura. Por suerte, hay varias opciones. A nadie le gusta farmear (matar enemigos de una misma zona una y otra vez para conseguir experiencia y objetos). En Guild Wars 2, eliminar enemigos aporta experiencia, pero bastante escasa en comparación con otras cosas que se puede hacer. Casi todas las acciones que realicemos nos aportarán esa experiencia que tanto deseamos para alcanzar nivel 80, el máximo que se puede conseguir.
La exploración es para mi una de las más interesantes formas de progresar en el juego. Cada zona tiene una serie de puntos a encontrar (o más bien, a visitar, puesto que se muestran en el mapa cuando nos aproximamos). Hay puntos de interés, puntos de ruta (teletransportes, muy útiles para viajar deprisa, previo pago de una pequeña cantidad), vistas (nos muestran una panorámica de la zona con un traveling de cámara al activarlas), tareas (las misiones de ayuda que tan poco me gustan) y desafíos de habilidad (que tras una pequeña prueba nos otorgan puntos que se pueden usar para desbloquear nuevas habilidades). Cada vez que encontramos uno de estos elementos (o completamos una tarea o desafío de habilidad) se nos otorga una cantidad bastante generosa de experiencia y al encontrar todos los de una zona el premio es mayor.
Para hacer más amena la exploración de estas zonas de vez en cuando nos encontraremos con eventos dinámicos. En el mundo pasan cosas constantemente, no se limita a un grupo de monstruos o enemigos que nos atacan al acercarnos a ellos. Existen, son una forma magnífica de poblar el mundo, pero no están solos. Podremos encontrarnos, por ejemplo, a unos centauros que atacan una fortaleza, o a un carro de provisiones que están en ruta y siendo atacado por orcos. Es nuestra decisión ayudar o no. Hagamos lo que hagamos, estos eventos van a terminar. Si los jugadores lo completan, afectará de una manera a la zona y si no, de otra (por ejemplo, con los centauros habiendo conquistado la fortaleza y, por tanto, dejando desactivado su teletransporte hasta que ésta sea reconquistada). No son cambios con un gran impacto en el mundo, pero le otorgan variedad.
Además, hay cadenas de eventos dinámicos. Para que se activen algunos eventos es necesario que los jugadores completen otros. De esta forma, con algunas cadenas de eventos se puede conseguir que aparezca un jefe bastante duro y que suele dejar buen botín. Y en algunos casos este jefe es un enemigo de proporciones gigantescas (alguno es un dragón, pero no es el único tipo) que al eliminarlo nos deja un cofre que suele contener varios objetos muy interesantes.
Para terminar de hacer más interesante la exploración en la mayoría de las zonas hay cuevas ocultas con una zona de plataformas, bastante complicadas en la mayoría de ocasiones. Al final de estas plataformas suele haber algún enemigo poderoso o, en la mayoría de los casos, un cofre con su botín intacto esperándonos. Algunas pueden llegar a resultar frustrantes, aunque con un poco de práctica todas son perfectamente superables y llegar al final suponen una satisfacción increíble.
Si no encontramos alguna, siempre podemos recurrir a páginas como GW2 Cartographers para buscar su localización (la mayoría están bastante bien escondidas y algunas no las veremos aunque estemos al lado de la entrada) y si nos atascamos, en Youtube yo creo que hay vídeos de todas mostrando cómo llegar al final, pero resolver las plataformas de este juego por uno mismo no tiene precio, y menos si luego le enseñas tú mismo a los amigos como superarlas, porque ellos no son capaces.
Al alcanzar nivel 30 se desbloquea la primera mazmorra. El juego cuenta con ocho mazmorras distintas, que se van desbloqueando poco a poco. La primera vez que las completamos es en modo historia, donde nos van contando lo que allí ocurre (son independientes de la historia principal del personaje). Después, podremos completarlas en modo exploración si así lo deseamos, para obtener mejores objetos. Aquí la dificultad es mucho más alta que en el resto del PvE. Son instancias cerradas para el grupo con el que vayamos. Como máximo pueden entrar cinco personas a completar la mazmorra. Se puede hacer con menos, pero resulta mucho más difícil.
El juego incluye un sistema de logros, compartido por todos los personajes de nuestra cuenta y organizados en distintos tipos. Cada logro que obtengamos nos dará experiencia y al completar todos los logros de un tipo, igual que ocurría al explorar una zona completa, el premio es mayor. La mayoría de los tipos se pueden conseguir una sóla vez, pero hay un tipo que son logros diarios y otros que son logros mensuales. Los primeros son muy sencillos de hacer, y con una partida normal lo más probable es que los completemos casi sin quererlo.
Los mensuales ya suponen más esfuerzo, aunque no demasiado. Uno de los mensuales a los nuevos jugadores les puede parecer casi imposible, el de conseguir 100.000 puntos de experiencia sin morir. Al llegar a niveles altos (de 60 en adelante) es un desafío casi trivial. Eso sí, hay que realizarlo en una sola sesión de juego. Si nos desconectamos, tocará volver a empezar. Al principio había un bug que nos los reseteaba con sólo viajar a otra zona, pero ya está corregido.
No existe el concepto de alianza de clanes, pero tampoco es necesario. Un clan puede tener un máximo de 50 personas (que a mi al principio ya me parecían un montón), pero tras un pequeño pago se puede ampliar el cupo hasta un total de 500, por si tenemos pocos amigos. Las acciones que vayamos realizando otorgan puntos al clan que representemos, que se utilizan para obtener mejoras para el propio clan, lo que repercute positivamente en todos sus integrantes. Si bien para el PvE no es imprescindible (aunque siempre ayuda), para los otros modos de juego es esencial. Lo primero que hice cuando empecé a jugar fue montar un clan con mi hermano y algunos amigos. Mi idea era que todos nos conociéramos en persona, hacer un clan con los amigos. Así progresa muy despacio el clan. No es mala idea buscar un clan grande y unirse a él.
Hay ocho profesiones de crafting distintas, cada una de las cuales puede crear un tipo distinto de objetos, de las cuales podremos elegir un máximo de dos con cada personaje. Se pueden cambiar, previo pago de una pequeña cantidad, pero mi consejo, como se pueden crear hasta 5 personajes distintos a la vez, es repartir las profesiones entre nuestros personajes. Haciendo uso del banco del juego, podremos intercambiar los objetos entre ellos sin problema. El crafting supone un sacrificio, no es gratis. Hay que preocuparse de recolectar muchos materias y romper nuestros objetos para obtener más materiales aún, lo que supone una disminución de nuestros ingresos por la venta de objetos que no queremos o ya no necesitamos. Una de las muchas ventajas de pertenecer a un clan es la facilidad que hay para que sólo algunos se dediquen a la fabricación de objetos y el resto les provea de las materias primas.
Todos los pagos que he comentado hasta ahora se realizan con dinero del juego. Hay también un sistema de pago con dinero real. Si se decide pasar por caja, se pueden comprar gemas. Con estas gemas se pueden comprar skins para el pesonaje, objetos que dan mejoras temporales (y que también pueden tocarte como botín durante el juego), huecos para crear más personajes o aumentar el inventario del banco y de los personajes entre otras cosas.
Si decidimos que lo nuestro es el ahorro, siempre podremos comprar las gemas con dinero del juego. Su precio varía en función de la oferta y la demanda, pero aunque al principio pueden parecer prohibitivas, cuando llevas un tiempo jugando y empiezas a ganar dinero de verdad ves que, aunque no salen baratas, el precio es ajustado a lo que puedes comprar después con ellas. Del mismo modo, si uno quiere dinero de juego rápido, puede comprar gemas y cambiarlas. Eso sí, hay que tener en cuenta que si, por ejemplo, para comprar 100 gemas en un momento determinado necesitamos 27 monedas de plata, a lo mejor vender esas gemas sólo nos reportan 15.
He dejado para el final del PvE y casi del análisis el tema de las instancias de juego. Lo que hacía que el primer Guild Wars no fuera un MMORPG era precisamente que todo estaba instanciado. Salvo las ciudades, todas las areas de juego eran exclusivas para el grupo de jugadores. Ahora es distinto y en una misma zona puede haber cientos de jugadores a la vez. Eso sí, hay un límite. Cuando una zona alcanza su máxima capacidad, los nuevos jugadores son enviados a una nueva instancia llamada Exceso.
Como la mayoría de la comunidad española, juego en el servidor Bahía de Baruch. En este servidor, la gente habla en español por el chat. He notado que cuando una zona se llena y me envían al exceso, la gente se queja de que los demás no hablan en su idioma. Esto es debido a que el exceso es otro servidor distinto (o más bien, otros, porque puede haber varios excesos para una misma zona) donde va toda la gente que no cabe en su servidor, independientemente de dónde vengan. Es decir, un jugador del servidor español puede acabar en el mismo exceso que un jugador de un servidor francés o alemán. Cuando salió el juego había problemas y se enviaba a jugadores del mismo grupo a excesos distintos, por lo que no podían jugar juntos, pero parece que ya está solucionado. De todas formas, ahora que el juego ya lleva un tiempo en la calle y los jugadores están más repartidos, viajar al exceso es mucho menos frecuente, dándose casi exclusivamente en las ciudades (sobre todo en Arco de León) y en las zonas iniciales.
Abriendo la pestaña del personaje, donde se puede cambiar el equipo, gestionar habilidades y verlos los logros, entre otras cosas, existe la posibilidad de acceder al PvP (Player versus Player, es decir, la arena de combate entre jugadores). Tengo que decir que no lo he probado. He entrado una vez, he recorrido la zona inicial, que es la que contiene los tutoriales, pero eso es todo. Cuando consigamos juntarnos varios amigos a la vez supongo que lo probaré. Donde sí he entrado, aunque no demasiado, es en el WvW (World versus World), donde se enfrentan los jugadores de tres servidores distintos en una zona de conquista. Al principio estaba un poco perdido, pero en poco rato de juego comprendí cómo funciona, aunque la primera vez hice unas cuantas cosas mal. Así que para asegurarme de ayudar a mi servidor lo máximo posible (lo que ocurre en el WvW afecta en forma de bonus a los jugadores del PvE), busqué algunos tutoriales como el que os adjunto a continuación, realizado por Darksoulx y que explica muy bien el funcionamiento general de este modo de juego.
Gráficamente el juego me encanta, aunque sus requisitos son bastante altos. Bien por tema de gráfica o de procesador, hay gente que no consigue una buena tasa de fotogramas por segundo. En mi caso, tengo la suerte de que el juego funciona bastante fluido. Los textos están traducidos al castellano (aunque aún hay alguna cosilla que se les ha escapado en inglés), aunque no el doblaje. De todas formas, se disfruta perfectamente con el audio en inglés. La música está compuesta por Jeremy Soule (que ya se encargó de la banda sonora del primer Guild Wars, así como las de los últimos Elder Scrolls entre otros) y me encanta. No se cuántas veces he escuchado ya la banda sonora. La tengo todo el día puesta aunque no esté jugando.
En su salida, el juego, como todos los de su género, tuvo bastante problemas. El más importante fue el de los servidores saturados que, por suerte, en unas pocas horas dejaron solucionados, pero no fue el único. El bazar para la compra/venta de objetos tardó más de una semana en empezar a funcionar, aún hay algunas zonas con bugs y otros problemas, pero en general, ha sido un comienzo mucho mejor de lo que esperaba para este tipo de juegos y con sus actualizaciones constantes, cada vez funciona mejor. Aún tienen unas cuantas cosas que arreglar, pero no me preocupan, viendo el ritmo al que van solucionando los problemas importantes.
Se trata del juego que más he disfrutado en mucho tiempo. Me tiene completamente enganchado. Por suerte, no hay cuotas que pagar todos los meses, así que no existe esa obligación de jugar constantemente porque has pagado por un mes de juego y tienes la necesidad de amortizarlo, de modo que no cuesta cortarlo para descansar unas horas entre partida y partida. Para mi ha sido, junto con Mass Effect 3 (que no tiene nada que ver con éste, obviamente), el mejor juego de este año. Se que está más enfocado al PvP y el WvW, pero yo estoy disfrutando como un enano con la campaña. [95]
Ha salido hace un mes y ya dices que completas la historia… a mi me parece que te estás dejando los puntos de vista, de habilidad, misiones secundarias, etc… porque no cuadra a no ser que puedas destinar 15 horas diarias al juego xD
Lo bueno de GW2 no es hacer un rush para terminar la historia o llegar al 80, sino hacer tooooodo lo de las zonas.
Si lo has hecho entonces si que no has perdido el tiempo xD
Ahora mismo tengo nivel 76 y he completado el 58% del mapa, así que un rush no estoy haciendo precisamente. Voy por encima del nivel recomendado para las misiones de historia.
Mi intención una vez termine la historia es completar el 100% del mapa. Y para después… ya tengo otros objetivos previstos 😉
Pufffffff, pues al 80 es cuando empieza la otra parte del juego así que dale duro que aún te queda muchísimo xDDD
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