No sé si es por su ambientación, por los caracteres cirílicos en su nombre, por la historia del espía ruso que iba a mi trabajo a sacarnos información o porque el cine me ha convencido que éste es el futuro que nos espera, pero Metro 2033 tiene algo. Es una pena que esté pasando tan desapercibido y esté contando con tan poco apoyo de marketing (amén de que va a tener que pelearse con todos para hacerse un hueco en las estanterías), pero un shooter pasillero y paranormal que tiene tan buena pinta no tiene que quedar fuera de estas páginas. Sólo se me ocurre que pudiera ser mejor si pusieran de final bosses a Putin, Abrahamovic y demás oligarcas para que los fusiláramos en tiempo real. Pero eso sería ya la polla.