Me encanta el tenis. Adoro el deporte de la raqueta desde que era niño y esta semana es una de mis preferidas a lo largo del año porque se celebra el Masters 1000 de Madrid, el Mutua Madrid Open. Tras una edición impresionante del Conde de Godó, España celebra ahora el otro gran título de la temporada con un olor a tenis que se palpa en el ambiente.
En cuanto termine la carrera quiero ir a Barcelona por varios motivos, y entre ellos se encuentra la visita al Salón del Manga y el Conde de Godó. Solo pido una cosa, y es que el día que me pase a ver a la familia barcelonesa de AKB, que hay más de uno, pueda llevar en la mochila un nuevo Top-Spin o cualquier otro vídeojuego de tenis que se base en la actual ATP. Por favor.
He jugado todos los Top-Spiny todos los Virtua Tennis, dos experiencias completamente diferentes y que en mi caso tienen su encanto; depende lo que me apetezca: si quiero simulación, 2K; si quiero arcade, SEGA. Que me disculpen los nipones, pero a los que hago una llamada en alto a es a 2K. Se dice por ahí que 2K Sports ha perdido la licencia, que no hay pactos para poner de acuerdo a todos los organismos implciados en cuestiones de licencias (Los 4 Grand Slams son instituciones ajenas a la ATP, por eso Top-Spin no contaba con Wimbledon y sí con el resto de grandes ya que EA Sports es la que contaba con la exclusividad del major de hierba).
Ya va tocando, ¿no?
Y quiero un Top-Spin 5 porque es la experiencia realista, la que puede sacarle partido realmente a la nueva generación de consolas. Oh, solo de pensarlo, de imaginar cómo podrían hacer algo parecido en simulación a lo que vemos con 2K, se me hace la boca agua. Esperemos que en el futuro haya un plantel a la altura -y no solo quince jugadores y otra decena de tenistas femeninas…-, con miembros del Top-100 recreados a imagen y semejanza con su estilo de juego, un modo World Tour profundo, con lo mejor de los simuladores deportivos actuales.
Rafa y Nole celebrando el anuncio de Top-Spin 5 en el E3 2020.
En fin, ojalá se cumpla este sueño y no salga al mercado cuando Federer haya decidido colgar la raqueta. El tenis se lo merece, y las consolas actuales también merecen un simulador de este deporte que lo exprima como se debe.