Hoy por alguna razón se ha sabido que Konami anunció hace ya unos días que sus tres estudios de videojuegos in-house se van a disolver “para poder responder al rápido que nos rodea”. Muchos medios y gente ha puesto el grito en el cielo encendiendo alarmas y especulando directamente que Konami ya no va a desarrollar más videojuegos.
Pero es que estamos hablando de una Konami que ahora mismo posiblemente sea la third party que más ingresos ha generado en el mercado japonés gracias a un Momotaro Densetsu que va encaminado hacia los tres millones de copias. O lo que es lo mismo, que ahora mismo dejen de lado los videojuegos no tiene ningún sentido.
Lo más rentable para Konami son los videojuegos
Pero es que hay otra razón todavía más importante que desmiente que Konami vaya deje esta industria. Y es que justamente, aunque mucha gente no lo crea, lo que le da más dinero a la compañía es la producción de juegos. Para aclarar la noticia, el anuncio de Konami se refiere a que las divisiones internas van a consolidarse. De todas formas, a principios de febrero, sale el informe trimestral que quizá comenten algo al respecto.
Aún así este movimiento no es nada extraño en los últimos tiempos para las empresas japonesas. Mismamente Nintendo en 2015 se reestructuró de manera parecida al disolver todos sus estudios internos para formar Nintendo EPD. Capcom se ha quedado con dos estudios solamente (de tres que tenía el año pasado) y Sega Japón ha pasado de tener 8 estudios a tener 5 más Atlus.
Otro caso llamativo es el caso de Square Enix, que en 2019 contaba con once estudios para tener actualmente cuatro. Pero no es porque vayan mal, al contrario, simplemente este tipo de reestructuraciones sirven para enfocarse en sus fortalezas y desechando las debilidades. Por ejemplo, en el citado caso de Sega, los tres estudios arcade se han quedado en uno (la llamada Division 5) y en la rama de consolas se hizo fusionar el Sonic Team con el Valkyria Team para compartir recursos que se han visto reflejados en Sakura Wars.
Cuestión de prioridades
Que sí, es una pena que la gente de Konami no saquen más Silent Hills o Metal Gear, entre muchas otras IP del gusto occidental. Pero la Konami de los últimos años ha visto que no hace falta depender de ellos, ni del Metal Gear Solid de turno ni de hacer experimentos con gaseosa como los Castlevania de Mercury Steam. Konami está mejor que nunca económicamente con sus juegos deportivos anuales (los PES y dos sus sagas de béisbol) que también funcionan genial en sus contrapartidas free to play, sus arcades de Beatmania, o la IP de Yu-gi-oh que mueve millones en productos transmedia. Tampoco hay que olvidar que siguen sacando reediciones de sus sagas clásicas, y hasta han llegado a sacar una consola (PC-Engine Mini) celebrando su legado. Y para este año hay anunciados dos juegos del manga Edens Zero que no pintan nada mal.
Al final Konami ha visto que en Japón sus propiedades intelectuales funcionan mejor. Y es que todo se resume en la percepción de la gente hacia las empresas y viceversa, en si el target (o sea, nosotros) está representado o no. Y ahora mismo Konami, salvo PES y las citadas reediciones retro, no ve necesario meterse en la vorágine de producciones triple A que se estila en nuestros lares, por lo que no está dispuesta a sacar juegos para el mainstream occidental con los riesgos que eso conlleva. De hecho ya se hizo hace poco más de un lustro y salió mal. Por otro lado, la compañía ve que en Japón ahora mismo tienen una popularidad que otras todavía sueñan con conseguirla. Y con eso les sobra.