Gracias a Sony España he podido jugar a la demo/beta de The Order: 1886, unos 20-30 minutos de acción que apenas sirven para entrar en el mundo creado por Ready at Dawn en la que promete ser la primera gran exclusiva de PS4. Las sensaciones son muy diversas y diferentes.
La primera, que no cuesta imaginarse que estamos ante el primer juego de la sobremesa de Sony con entidad. La segunda, que el género parece lastrar a tan interesante ambientación. Es un Third Person Shooter con, al menos en la demo/beta, mucho de pasillero, con demasiados QTE para mi gusto, pero con unos tiroteos muy conseguidos – la variedad de armas, su contundencia y los daños que provocaremos en los escenarios son TOP – , un toque gore que casa a la perfección con el realismo fake que la ambientación clava y con un apartado sonoro que iguala en acabados a los visuales del juego. Es una gozada disfrutar del acento británico de los protas y escuchar, a la vez, los diferentes acentos de los enemigos o personajes random. Kudos, Sony.
The Order: 1886, así, se me ha revelado como un sucesor espiritual de los Gears of War – el sistema de coberturas y de combate en general es puro GOW, muy intuitivo y funcional – , pero también con muchos toques de Bioshock. A pesar de no conseguir esa ambientación mágica de la franquicia de Kevin Levine, el juego de Ready at Dawn intenta presentar al jugador un mundo rico, tanto de forma directa, con los visuales, como con el mundo que se esconde entre bambalinas, que se intuye en los diálogos y en las grabaciones y textos que encontraremos repartidos por el escenario.
Pocas conclusiones más se pueden sacar con la preview que he podido jugar. Recordar que The Order: 1886 que no saldrá a la venta hasta dentro de 2 meses, pero lo que he visto , el juego de me ha gustado. No voy a entrar en valoraciones de si puede ser un Grande o no, pero lo cierto es que no le va a costar en absoluto brillar en el catálogo de exclusivos de PS4. Sony, tras la decepción Driveclub, podría tener su primer gran revulsivo propio.